𝖢 𝗂 𝗇 𝗊

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El evento de Samsung era hoy.

Y por supuesto que estaba más que lista por ver a la "gran pareja" llegar al gran salón donde sería dicho evento. Investigue sobre el lugar y en verdad era impresionante ¡parecía un castillo!

—¿Me acompañarás, cierto?—Decidí seguir a Jungkook que comía una manzana y sudaba horrible por haber hecho ejercicio hace unos minutos. Las personas no saben que Jeon a los cinco meses de edad empezó con el ejercicio. De acuerdo, era broma pero en verdad parecía que le importaba mucho.

—No lo sé, mejor pídeselo a Yoongi—Se despojó de su camisa ya dentro de su habitación, rodee los ojos y me deje caer en su cama.

—No quiero que el señor Kim me vea con un pretendiente—Solté cerrando mis ojos, escuche como mi hermano soltó un "¿Que?" en la ducha. Decidí no contestarle y esperar a que terminará.

Jungkook solía realizar demasiado ejercicio y hacer dietas, era totalmente estricto en ese aspecto y nadie podía pararlo. Gracias a eso y a que es muy guapo, un montón de chicas lo seguían.

—Explícame lo que dijiste—Salió de la habitación de baño con una bata, suspiré y me reincorporé en su cama.

—Solo eso, ¿que mas quieres que te diga?—"¿Que bese a mis dos jefes en un solo día?" Porque si, no se lo había contado.

—Se que algo ocultas, es raro que no quieras que tu jefe te vea con un pretendiente. Es casado, Hana—Me reprochó por milésima vez.

—Está bien, te diré—Cerré mis ojos mientras él se cambiaba—Bese al señor Kim y al vicepresidente.

—¡¿Que carajos, Jeon Hana?!—Gritó, ups, estaba molesto.—¡¿Como sucedió?!

—Pues, el vicepresidente es muy guapo ¿sabes? Él llegó a mi oficina pidiéndome que saliéramos a comer, lo acepté pero se acercó muy rápido a mi y me besó. Después a los tres minutos, llegó el señor Kim por qué quería hablar conmigo y Hoseok se fue. Todo fue rápido, coqueteamos un poco.—Reí al recordar mi travesura hecha en mi oficina.

—No puedo creerlo Hana, ¿como puedes hacer eso? No desperdicies esa oportunidad, Samsung es una empresa estupenda y trabajar en ella debería causarte orgullo. ¡Deja tu estupidez a un lado y de andar buscando a un hombre que te complazca donde no debes meterte!—Él en realidad estaba muy molesto, nunca pensé que se lo tomaría tan a pecho. Mi hermano siempre se reía de mis anécdotas que solía contarle en la universidad, cuando él ya tenía más edad para saber sobre lo que se trataban.

—Hey, cálmate. ¿Porque me dices eso? Nunca me habías reprendido de esta manera—Me levante con un poco de molesta, Jungkook solo me observa con detenimiento con sus brazos cruzados.

—Porque me molesta que seas así. Quiero que te des a respetar, hacer ese tipo de cosas solo te perjudican. ¿Sabes porque? Porque las personas empezarán a señalarte y de puta no te van a bajar—Empezó a caminar hacía mí, me dediqué a mirarlo indignada, mi hermano en realidad me había dicho de esa manera.

—Mira Jungkook, lo siento ¿si? Que tú seas un santo con las chicas no es mi culpa pero yo no soy de esa manera. Me encantan los hombres pero sabes que no me importa si las personas piensan eso sobre mí. Y se que esta muy mal lo que hice o lo que tal vez en el futuro haré—Concluí para después salir de su habitación. Mi hermano y yo solíamos discutir desde que habíamos llegado a este departamento.

Decidimos salir de casa de mis padres cuando ellos se divorciaron, ellos habían quedado en un acuerdo sin avisarnos. Jungkook se iría con mi padre a Busan y yo me quedaría aquí en Seúl con mi madre. Por supuesto que no aceptamos, la mejor idea fue vivir juntos. El divorcio le costó mucho a mi padre pues tuvo que darle las acciones de dos empresas a mi madre. Nosotros solo preferíamos alejarnos de esos problemas así que nos dieron una buena cantidad de dinero en nuestras tarjetas.

Pero no queríamos ser unos niñatos mantenidos por lo tanto decidimos superarnos un poco en nuestros trabajos.

Llegó la hora de empezar a arreglarme para el evento que sería en cuatro horas más, siempre en la hora de arreglarme me colocaba mascarillas y demás cremas, tal y como mi madre me había enseñado desde muy pequeña. Ella me enseñó a esto, a maquillarme, combinar mi ropa y arreglar mi cabello para estos eventos. Y se lo agradecería siempre.

Después de dos horas había terminado mi maquillaje con éxito, la puerta de mi habitación se abrió revelando a Jungkook con unos pantalones de vestir.

—Lo siento hermanita, por lo de hace rato, sólo quiero lo mejor para ti. Me siento en la necesidad de protegerte aunque eres mayor que yo—Le sonreí grandemente y bese su mejilla con ternura.

—Lo sé, Kookie. Disculpa por tener una hermana así—Él solo negó y me abrazo.—¿Irás conmigo?

—Por supuesto que sí, termina de arreglarte.

Salió de la habitación y con un fuerte suspiro me dirigí al armario para tomar mi vestido de color negro que sinceramente había amado con un collar plata que brillaba precioso el cual había sido un regalo de mi padre.

[...]

Con ayuda de mi hermano bajé del auto mientas admiraba el salón por fuera, muchas personas llegaban y al momento me di cuenta que obviamente eran muy importantes y con demasiado dinero. Todo era completamente elegante pero en mi mente me cuestionaba: ¿Que pensaban las personas sobre el matrimonio del señor Kim con esa chica?

Él en verdad necesitaba a una mujer madura y mucho más elegante. Y esa chica quería ser yo.

Con la vista en alto y con elegancia, caminamos hacia la entrada, algunos chicos me miraban con una sonrisa y las chicas no despegaban la mirada de mi hermano. A lo lejos observe al señor Kim con Youngmi, de verdad trataba de no ser una mala persona pero esa chica había elegido un mal vestido, nada elegante. Me sentí algo mal por ella al ver como Kim Taehyung mantenía una conversación con dos hombres de traje y algo grandes de edad, ella sólo estaba atrás de él como si fuera su hija esperando a que terminara. Ni siquiera sonreía un poco.

Camine hacia su dirección con Jungkook a mi lado, una sonrisa le apareció en el rostro a Youngmi.

—¡Jeon Hana! Que gusto—Me abrazo fuerte y en ese momento Taehyung volteó a vernos causando que se despidiera de los señores de la forma más rápida posible.

—Igualmente, les presento a mi hermano, Jeon Jungkook.—En ningún momento despegue la mirada sobre mi jefe, le recorrí el cuerpo con detenimiento. Un traje caro que le quedaba precioso. Estaba consciente que él también me miraba con detenimiento de pies a cabeza.

—Kim Taehyung, dueño de Samsung—Esperamos a que presentará a la chica pero nunca lo hizo, lo cual me causó volverme a sentir mal.

—Kim Youngmi, su esposa—Dijo ella, Taehyung sólo me miraba con una sonrisa y me invitó a caminar junto a él. No se porque lo hacía pero no le tome mucha importancia, hasta que sentí su mano derecha en mi cintura y sonriendo a todos de vez en cuando.

No podía creerlo, él en verdad estaba avergonzado de Youngmi.

No podía creerlo, él en verdad estaba avergonzado de Youngmi

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Break Off | KTH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora