Break Off | KTH

𝖣 𝖾 𝗎 𝗑

Me miré en el espejo retrovisor del auto una última vez para verificar que todo se encontraba en su perfecto lugar, solté un suspiro con mi frente en alto y la mirada en las personas que caminaban por la avenida con algunos portafolios o corrían por que llegaban tarde a sus trabajos. Tome la manija interior del auto para proceder a abrirla y bajar con lentitud, mi vista fue desde la puerta principal hasta donde terminaba el gigantesco edificio que de una u otra forma te causaba temor de lo grande que era. Me sentía totalmente orgullosa de empezar a trabajar en una empresa como lo es Samsung, esperaba que de aquí no me despidieran sin motivo alguno.

El edificio mantenía el color blanco cubriéndolo con algunas decoraciones en azul. Muchas personas entraban y salían de el con vestimentas muy elegantes. Mis nervios presentes se debían al jefe que me esperaba, de esa parte en adelante todo estaba perfecto.

Acomode mi falda y de nuevo solté un suspiro, decidida para adentrarme al edificio. La parte que odiaba era presentarme ante muchas personas y tratar de ser formal con el CEO. Hace un tiempo escuché que era muy joven y guapo. Le mostré mi carnet al guardia quien solo me realizó una reverencia corta y le imité. Me adentré al ascensor y en cuanto iba a presionar el botón para dirigirme directo al piso siete, un hombre entro corriendo causando que diera un brinco en mi lugar, vaya, sentí que mi corazón se saldría.

—Lo siento, no era mi intención asustarte. Voy un poco tarde—Sonrió nervioso, era precioso este hombre en todos los aspectos posibles.—Nunca te había visto por aquí.

—Es mi primer día, Jeon Hana—Realicé una reverencia presentándome. El hombre presionó el botón sin despegar su mirada de mí.

—Mucho gusto, Jung Hoseok—En serio su sonrisa era tan reluciente que brillaba más que el sol de esta mañana—Soy el vicepresidente de la empresa.

Oh Dios ¿este hombre de verdad lo era? Podía jurar que era el secretario, es decir, se veía tan joven. Por lo usual siempre sons hombres arriba de los cincuenta años pero él llegó a cambiar todo y tal vez también el dueño. Su cabello se encontraba algo desordenado pero eso no lo hacía verse mal, la camiseta blanca que llevaba se encontraba con tres botones desabotonados donde adornaba una bonita cadena Dior, traje de Saint Laurent arriba de ella por el hecho de que en su lado izquierdo se encontraba un broche de la marca mencionada. Su nariz era realmente preciosa, me había bajado el autoestima por completo al notar el perfil que mantenía.

—Señor Jung, fue un placer conocerle—De verdad mi vocabulario formal era un asco, al menos para mí pero ante este hombre haría lo que sea con tal de caerle bien.

—Oh, solo dime Hoseok. Espero verte más seguido—Me guiño un ojo saliendo del ascensor con sus manos resguardad en los bolsillos de su pantalón perfectamente planchado y sin más se adentro a su oficina, era un coqueto. Me había encantado.

Camine por el pasillo buscando la oficina hasta que la encontré, una placa dorada con el nombre " Kim Taehyung" y abajo de este en pequeñas letras "CEO". Al ver las demás placas en las puertas de vidrio templado me percaté que eran de altos ejecutivos o personas que hacían el trabajo más duro de la empresa. La secretaría estaba al fondo del pasillo en un escritorio muy bonito en color azul, coloque mis manos encima de este y la mire.

—Buenos días, busco al señor Kim—Le dediqué mi mejor sonrisa a la chica que tecleaba rápidamente en su computador.

—¿Señorita Jeon?—Su voz era muy bonita, no mentía, deslizó sus gafas hasta el inicio del puente de su nariz, asentí y ella me extendió una carpeta muy ligera—Perfecto, el señor Kim la está esperando en su oficina.

La chica llamada "Xiao", sabía que si no bre esa ese por la pequeña placa posaba en su saco negro, me señaló la puerta con su mano donde se encontraba una manicura perfecta en color blanco. Reverencie y me di la vuelta acomodando mi cabello mientras esperaba que Xiao abriera la puerta y acceder me encanta paso.