𝖳 𝗋 𝖾 𝗇 𝗍 𝖾 𝖭 𝖾 𝗎 𝖿

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Aquel bar era muy elegante pero en cierta parte había cosas que no encajaban. ¿De que hablaba? Veía a ciertas mujeres caminar hasta habitaciones en la oscuridad con hombres detrás, sus rostros no eran de alegría, si no de preocupación. Lo cual era triste. Sabía de lo que se trataba y fue raro, quiero decir, pensé que era un bar muy decente. Ahora vi que no.

Algunas veces solía acudir a los bares totalmente sola, creo que se sentía mucho mejor que acompañada de un hombre que sólo buscaba acostarse conmigo. Era lo típico, creo que había nacido para esto, para ser una mujer a la cual nunca van a valorar y que sólo debe estar de hombre en hombre. Porque así era mi vida, ni siquiera tenía en cuenta la cantidad de hombres.

— ¿Primera vez por aquí? — Una voz ronca se hizo presente detrás de mí, no me dio el tiempo de darme la vuelta para mirar al hombre. Llegó a mi lado con un cigarillo entre sus delgados labios, lo sabía por el olor que emanaba aquella sustancia tóxica.

— Si, así es — Respondí y lo miré. Tomé la copa que había tomado para beber pero aquel hombre frente a mí me había dejado en completo shock tanto así que la solté.

Alto, cabello ondulado en color negro intenso que comenzaba a preguntarme como lograba que estuviera tan sedoso. Cuando me sonrió sentí desvanecerme, no era una exagerada . Es un hombre muy guapo, nunca había visto a alguien así, que llamaba la atención ante los ojos de cualquier persona. Me enderece un poco para quedar frente a frente, y de igual manera, le sonreí.

— Perfecto, es un gusto tenerte aquí. Decidí abrirlo hace poco tiempo, era un proyecto que tenía en mente desde hace meses — Llamó al bartender con solo una seña, él rápidamente llegó a nosotros para acatar las instrucciones.

— Es bonito, muy lujoso. ¿Hay habitaciones o algo así? — Miré en dirección a donde dos chicas entraban con hombres, de nuevo, nada convencidas de ello. El masculino frente a mí soltó una risita.

— Algo así, nada importante. Por cierto, mi nombre es Kim Taehyung — Extendió su mano sorprendentemente grande donde también adornaban diversos anillos. La tomé enseguida y le sonreí.

— Jeon Hana.

Aquella noche fue lo que cambió tan radicalmente, había terminado en su departamento sin ropa y bajo sus sábanas. Como cada noche. Estaba acostumbrada, aún me seguía doliendo pero no podía hacer más. Me había metido en esto, él lo notó y aprovecho mis servicios. Sin embargo, algo dentro de mí me decía que no lo dejara ir. Pero en cuanto vi su anillo de compromiso, supe que todo sería diferente. Que a pesar de que intentara, sería la otra.

Hice a un lado las sábanas blanquecinas para sentarme en la cama, solté un suspiro de cansancio y en cuanto sentí que el cuerpo detrás de mí se movía, volteé para mirarlo. Taehyung siguió durmiendo, ahora boca arriba con sus brazos desparramados. Volví a acomodarme a un lado, pase mi brazo izquierdo por su torso desnudó y descanse mi cabeza en su pecho. ¿Como le decía que no quería dejarlo ir?

— Te recomiendo no encariñarte conmigo, preciosa. Sabes que soy casado y ya no quiero nada de ti — Me hizo reincorporarme, lo vi soltar una risita y negar con la cabeza, se levantó de la cama para tomar un cigarrillo del pantalón que llevaba el día anterior — Te recuerdo que soy solo un cliente más para ti, estuvo bueno, claro. Pero nunca podría estar contigo debido a lo que te dedicas. Espero que a otro hombre no le importe.

Mientras tanto, me quede estática sin decir alguna palabra. Mi mirada estaba posada en las sábanas, me sentía horrible. Utilizada, pero así era día con día. ¿Como salgo de este mundo? Donde abunda la prostitución, drogas y alcohol.

Break Off | KTH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora