Se cumplió una semana trabajando en Samsung y aunque todo iba muy bien en la empresa, cierta chica me causaba dolores de cabeza día a día. Todavía.¿Como podía soportarla el señor Kim?
Siempre llegaba a la empresa con una gran sonrisa en mi rostro y luciendo estupenda como siempre, algunos empleados no se habían tardado nada en coquetearme un poco. Jungkook me decía que tenía que ignorarlos y que bajara más mi falda, pero no tenía porque hacerlo. No porque trajera mi falda corta era una prostituta o algo parecido, cada chica debía tener en cuenta que podemos vestirnos como nos de la gana. Y lo que más odiaba era que los hombres siempre trataban de ver que había debajo de las faldas, me molestaba demasiado.
Mi caminata por el pasillo era de los más tranquilo mientras saludaba a todos con una mano pues en la otra sostenía mi envase que contenía café cargado.
—¡Hana! Quiero hacerte una pregunta—Rodeé los ojos cuando escuche su voz chillona, ¿no tenía nada que hacer en casa? Tal vez dibujar y colorear unicornios.
—Dime, necesito llegar rápido a mi oficina—Youngmi me miró de pies a cabeza y me sonrió.
—¿Como consigues verte más femenina?—Fruncí el ceño ante su pregunta.
—¿Quieres cambiar tu estilo?—Empece a caminar hacia mi oficina con ella detrás, en verdad parecía que los roles estaban al revés.
—¡No! Amo mi look pero solo era curiosidad, me encanta tu ropa. Siempre llevas colores rojos, negros y blancos en ti. Tus conjuntos son muy bonitos ¿Chanel, no?—Asentí y le recorrí su gran "outfit", noten el sarcasmo.
Ella llevaba un vestido amarillo pastel con una coleta en su cabellera y siempre solía colocarse aretes de sandía. No entiendo porque pero lo hacía y nunca llevaba tacones, solo sandalias.
—Gracias por tus halagos pero en verdad tengo mucho trabajo—Hice una mueca, ella abrió su boca para responderme pero el vicepresidente de la empresa se hizo presente en mi oficina.
—Señorita Jeon, necesito hablar con usted—Con una gran sonrisa realizo una reverencia, aquel traje rojo le quedaba demasiado bien.
—¡En un rato más hablamos, Hani!—Sacudió su mano en forma de despedida, ¿acaba de colocarme un apodo?
—¿Que sucede, señor Jung?—Tome asiento en la silla de piel mientras organizaba algunos papeles de mi escritorio.
—Dime Hoseok, quería invitarte a comer—Le dio la vuelta a mi escritorio y se acercó a mí.
—Sería un gusto—Voltee mi rostro hacia él, me sonrió y sin previo aviso, me besó.
Un beso lento que en verdad me estaba fascinando, este hombre tenía todo lo que me gustaba. Lo sabía. Todo iba perfecto hasta que la puerta de mi oficina fue tocada para después descubrir al señor Kim.
Me aleje un poco de Jung y trate de disimular que nada había pasado.
—Señor Kim, ¿se le ofrece algo?
—Si, pero a solas—Miró a Hoseok que asintió, me dio una ultima mirada con una gran sonrisa y salió de mi oficina. Eso fue impresionante.—La próxima semana será el evento de Samsung, disculpe si no le avise antes pero en verdad tenía tantas cosas en mi mente que lo olvide por completo. Puede traer a su novio o alguien más.
Mire al señor Kim de pies a cabeza, aquel traje negro de Yves Saint Laurent le quedaba a la perfección, su cabello estaba hecho rulos que llegaban a tapar un poco sus ojos. Este hombre en verdad era precioso, ¿como Youngmi lo desperdiciaría? Yo le hubiera abierto las piernas desde el primer momento.
—No se preocupe, muchas gracias y no tengo novio, señor Kim—Lo seguí con la mirada, él tomo asiento frente a mi así que me reincorpore para mirarlo mejor.
—Entonces, ¿aquel chico de cabello negro?—Arqueó una ceja, coloqué mis codos en el escritorio para poder tener más cercanía.
—Es mi hermano—Mire sus labios cuando me percaté que pasaba su lengua por ellos, ¿porque hacía eso? Soy débil.
Acercó su rostro al mío y sabía lo que él deseaba, lo tome de la corbata y jale hacía mi. Nuestros labios rozaban y mi mirada se encontraba pegada fijamente en sus ojos, así que opté por hacerlo. Lo besé lentamente y admito que lo hacía mucho mejor que Hoseok. Y tal vez me veía algo mal haciendo este tipo de cosas, primero al vicepresidente y luego al famosísimo Kim Taehyung, el empresario más joven y rico, según las notas de internet.
—No, esto...esto está muy mal—Se separó de mí después de algunos segundos, exhale acomodando mi saco y echándome hacia atrás.
—Nadie se enterará, ¿acaso quieres a esa niña?—Kim me miró con molestia cuando pronuncié el término "niña".
—No tienes derecho a llamarla así, recuerda cual es tu lugar en esta empresa.
—Es lo que es, señor Kim. Se quedó estancada en su niñez, tal parece que tiene diez años—Me levante de la silla y con pasos lentos me acerque a él, con mi mano derecha tome su mejilla acariciandola.
—Solo no lo digas—Susurro en mis labios, ahora él tuvo la iniciativa de besarme, un beso desesperado.—Me tengo que ir, ni una palabra de esto a nadie.
Salió de la oficina rápidamente, me quede de pie en mi lugar tocando mis labios con una sonrisa burlona. Haré que caigas en mis encantos.
Empece a trabajar con las finanzas de la empresa mientras trataba de olvidarme de aquellos dos hombres a los cuales bese, Jungkook me mataría cuando le dijera. Después de concentrarme y esperar que la hora de mi comida llegara, Youngmi entró tan feliz como siempre y con una paleta en su boca.
—Este fin de semana deberías venir a casa, podemos pasar el rato en la piscina .—Y eso era una buena excusa para ver a Taehyung.
—De acuerdo, solo dame la dirección—Ella aplaudió emocionada y me abrazo, odiaba el contacto físico de esta manera.
Kim Taehyung caería a mis pies.
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Break Off | KTH
Acción"En cualquier momento Kim Taehyung tendría que estar entre mis brazos". Su jefe era demasiado atractivo para ella y miles de mujeres. Jeon Hana haría todo lo posible para que Kim Taehyung cayera en sus brazos. Y lo más importante: Causar el divorci...