𝖵 𝗂 𝗇 𝗀 𝗍 𝖲 𝗂 𝗑

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Escuche el claxon proveniente del auto de Taehyung, me levante enseguida del taburete donde me encontraba conversando con mi hermano y su posible novia. Les sonreí en grande y me despedí de ellos, tome mi bolso entre mis manos sin colocármelo en mi hombro.

Frente a mí se encontraba Taehyung, con sus manos adentradas en los bolsillos de su pantalón y su cuerpo recargado en su auto. Levantó la mirada sonriendo al mismo tiempo que mordía su labio inferior mirándome de pies a cabeza.

—Preciosa, te extrañe—Tomó mi cintura entre sus manos gigantescas pegándome a su cuerpo, entrelacé mis manos por detrás de su nuca atrayéndolo más sobre mí y que ese beso que compartíamos fuera lento y duradero. Había fumado hace nada.

—¿Todo bien en la empresa?—Asintió aún con sus manos en mi cintura, un olor peculiar inundó mis fosas nasales al instante—¿Por que tú traje tiene el olor de un perfume de mujer?

—Estuve trabajando con la mujer nueva que llegó, cariño. No pienses otra cosa—Abrió la puerta del auto invitándome a entrar, fruncí el entrecejo al mismo tiempo que lo hacía. Lo observé dar la vuelta por el retrovisor hasta que sentí su peso.

—Ni siquiera lo hice, tú solo te delatas.

—No se de que hablas, Hana—Encendió el auto, todo el olía a ese perfume barato. Mi mirada se detuvo en el compartimento donde descansaba un labial rojo vino.

—¿De quién es el labial, Kim Taehyung?

No me miró, siguió conduciendo hasta soltar un suspiro cansado. Lo tome enseguida y lo abrí, un labial de la marca Mac.

—De mi madre, hace un rato estuvo conmigo, te manda saludos—Sonrió mirándome, deje caer el labial de nuevo al compartimento y decidí no hablarle hasta que llegáramos a casa. Taehyung tampoco se esforzó en preguntarme algo, estábamos en silencio. Lo único que se escuchaba era los movimientos que él hacía con el volante y las llantas del auto andando.

El portón automático se abrió en cuanto llegamos, tome mi bolso en mis manos y sin mirarlo, salí del auto azotando la puerta de este.

—¿Que es lo que te sucede?—Me tomó del brazo con fuerza antes de que llegara a la puerta y pudiera entrar a casa. Él era un total mentiroso, no podía creerlo.

Lo mire fijamente, nuestras miradas estaban conectadas pero a diferencia de mí, veía lo furioso que se encontraba por que sus ojos se habían tornado oscuros y el apretón de su agarre se hacía con más fuerza mediante pasaban los segundos. Ninguno de los hablaba. Pero yo sabía perfectamente que me había mentido y que no se había visto con su madre. Las lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas sintiendo el dolor en el pecho de la tristeza y ansiedad que empezaban a hacerse presente en el momento. A mi mente llegaron imaginaciones de Taehyung con otra mujer.

—¿Por que me mentiste? ¿Con que afán?—Susurré cerca de su rostro, a esta altura el agarre y la fuerza que hacía contra mi brazo ya no me importaba.

—No te mentí en nada, no tengo por qué hacerlo—Hablo bajito pero aún así su voz potente y gruesa me causaron un escalofrío por mi espina dorsal. Las lágrimas parecían no detenerse en ningún momento. Sus palabras me dolieron aún mucho más, seguía haciéndolo.

—Tú no sabes el dolor que estoy sintiendo ahora mismo. Ese labial no es de tu madre ¿y sabes por que? Ella misma me dijo que odiaba esa marca, siempre utiliza otras. Por que el perfume que está impregnado en tu traje y en los asientos del auto no es por que hayas trabajado con la nueva mujer. Tantas veces que trabaje a lado de Seok Jin y nunca llegaba con olor de su perfume a pesar de que era fuerte—Su agarre se fue desvaneciendo hasta soltarme por completo, solloce ten fuerte que sentía que mi alma se saldría.

Break Off | KTH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora