~°VMinKook°~

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- Daddy... - Murmuró el pequeño castaño quien se encontraba aún sobre la cama mirando a su mayor, quien volteó hacia su dirección observando cómo el menor se hacía bolita cubriendo parte de su cuerpo desnudo.

- ¿Qué ocurre, precioso? - Se acercó al pequeño y lo arrulló entre sus brazos dándole cierta protección al lindo castaño y dándose cuenta casi al instante cómo varias lágrimas salían de sus ojitos. - Oh amor, ¿Qué sucede?.. ¿Estás bien?.. - Acarició la sedosa cabellera del menor en un intento de calmar su llanto mientras esperaba respuesta por parte de este.

- ¿M-Mis Daddy's me aman, cierto?... - Murmuró el menor poco después escondiendo su rostro en el pecho de su mayor con miedo a que la respuesta de este sea negativa, lograba sentir como su mismo cuerpo temblaba por dicha respuesta, la cual en cierta parte no quería saber.

- ¿Cómo puedes preguntar tal cosa? - Se escuchó decir a Jimin en un tono del cual se logró oír su notable disgusto, lo cual hizo que el pequeño le mirara con atención. - Por supuesto que te amamos, Jungkook.. - El menor abrió sus ojos en sorpresa al notar cómo el mayor le había llamado por su nombre, cosa la cual le resultó preocupante puesto que este muy pocas veces lo hacía.

- ¿Por qué dudas de nuestro amor por ti? - Observó al menor atento esperando respuesta por parte de este, cuando en realidad el pequeño no sabía que decir. Simplemente aquella pregunta había cruzado por su mente, pero aún no tenía en claro el porqué de ello. Sus mayores le han ofrecido todo su amor desde un principio, al igual que lo han tratado cómo si fuese lo único maravilloso en la tierra que sólo estaba en la vista de ellos. ¿Por qué dudaba del amor que le tenían?

- Y-Yo.. - Comenzó el menor intentando dar una respuesta lógica a aquella pregunta. Sin embargo, se logró oír cómo la puerta del baño era abierta seguido de Tae, quien salió con el cabello húmedo y con ligeras gotas de agua en su formado cuerpo el cual sólo era cubierto por una toalla en su cintura.
El pequeño al verlo, bajó la mirada algo sonrojado por tal escena, pero al mismo tiempo sin deseos de ver a su mayor luego de aquella y pequeña discusión con Jimin hace unos instantes, la cual también involucraba al pelinegro.

- Amor, debemos irnos por unas horas, pero regresaremos muy pronto, ¿entendido, bebé? - Anunció el pelinegro tomando un abrigo para después observar al pequeño notando como este se encontraba cabizbajo mientras Jimin le observaba atento.

- ¿Qué sucede? - Preguntó extrañado al ver tal escena, se acercó a ambos para ver exactamente qué sucedía, pero una mano se colocó sobre la suya interrumpiendolo.

- Descuida, no es nada grave, solo que Jungkook tiene un problema, pero no quiere decirlo.. - Jimin dirigió una mirada a Tae a manera de pedirle que hablara con el menor. Este último entendió aquello y se acercó al castaño acariciando la cabellera de este suavemente.

- ¿Qué ocurre, cariño?.. Sabes que puedes decirnos lo que quieras, no tengas miedo, ¿si?... - Habló el mayor sin dejar observar al menor dándole una cálida mirada que transmitía confianza y afecto, cuando realmente estaba muy intrigado por saber qué le ocurría al pequeño notando como este vaciló por unos instantes para luego abrir su boca comenzando hablar poco después.

- Y-Yo.. Sé que mis Daddy's me aman demasiado, p-pero.. - El menor luchaba internamente para encontrar las palabras adecuadas evitando decir algo incorrecto, cosa que le era difícil teniendo en cuenta que sus mayores le observaban fijamente. - M-me siento..confundido.. - Murmuró el menor desviando la mirada hacia otro lugar inexistente de la habitación. No deseaba ver a sus mayores en tal momento.

Un silencio se hizo presente en la habitación, que perduró por pocos minutos hasta que finalmente se logró oír un suspiró por parte de Jimin.

- Cielo, nosotros te amamos demasiado y de ello, nunca debes dudar.. - Afirmó el mayor dando ligeras caricias al rostro del pequeño alejando los rastros de lágrimas de este mismo.

- P-pero Mark... - Mencionó el menor obteniendo las atentas y confusas miradas por parte de los contrarios al escuchar el nombre de aquel idiota que se había aprovechado de su novio hace un tiempo atrás. - Él ahora es mi mejor amigo en el colegio y..me dijo que si en verdad me aman, no deberían tratarme como un fetiche... - El pequeño observó con inocencia a ambos chicos notando como estos tenían un semblante serio, lo cual le causó escalofríos al menor. Sin embargo, estos solo suspiraron dejando su enojo hacia un lado y brindándole la confianza y entendimiento que el pequeño necesitaba.

- Escucha, amor, las palabras que vengan de alguien como él no deben ser oídas ni prestadas atención por ti en ningún momento... Nosotros te amamos y ello no cambiará nunca, ¿entendido?... - Tae observó al menor y al ver cómo este solo asentía obediente, sonrió y besó levemente los labios del pequeño, acción que igual cumplió Jimin.

- Debemos irnos, precioso, pero volveremos más tarde, ¿si? - El castaño sólo asintió nuevamente y observó como ambos chicos se dirigían hacia la puerta para cerrarla poco después dejándolo solo en la habitación. Miró a su alrededor para después soltar un largo suspiró, decidió no pensar mucho el asunto y solo se recostó en la cama para comenzar a dormir tranquilamente.

Mientras tanto, dichos mayores ahora tenían en claro lo que ocurría con su pequeño y no dejarían pasar por alto ello. Tae tomó el volante y comenzó a conducir rumbo a la casa del mejor amigo del menor manteniendo el entrecejo fruncido al igual que Jimin.

No permitirían que nadie más intentará alejar al menor de ellos.