~°VMinKook°~

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- ¿En serio? Y, ¿qué harán luego?.. - El pelirrojo se acercó a ambos chicos observándolos fijamente aún sin soltar el agarré que mantenía con el castaño teniendo de igual forma las mismas intenciones de no dejarlo ir.

- ¿Jugarán con su cuerpo una vez más como lo hacían antes?.. O, ¿Acaso volverán a mentirle diciendo que lo aman?.. - Continuó el chico dejando mostrar una pequeña sonrisa notando cómo los contrarios no decían absolutamente nada al respecto.

- ¿E-Eso es cierto?... - Una tercera voz habló haciendo que los otros voltearan en dirección al pequeño castaño, quien sólo observaba a sus mayores con ligeras lágrimas en sus ojitos, lo cual hizo que el pecho de estos últimos doliera al ver tal escena.

- ¿Y-Ya no me aman?... Entonces, ¿P-Por esa razón dejaron de hablarme todo este tiempo?... ¿Todo su amor fue una gran mentira?.. - Mencionó el menor aún entre lágrimas quien aún observaba a los mayores intentando no hacer que su voz se rompiera, pero lamentablemente no lo lograba debido al ahora inmenso llanto que abundaba en su rostro.

Notó cómo Jimin se acercaba a él con la intención de explicar las cosas, pero el castaño simplemente retrocedió ocultando su cuerpo detrás del pelirrojo, quien sólo tomó el hombro del contrario evitando que se acercara aún más al pequeño.

- Jungkook ahora sabe toda la verdad y ahora también elige estar conmigo, así que ya no intenten nada más. Entiendan de una vez por todas que ya no volverán a recuperarlo. Se acabó... - Sentenció el pelirrojo observando a ambos chicos quienes ahora miraban con culpa en su interior al pequeño, quien aún se encontraba escondido detrás de su Hyung mientras sus lágrimas aún no se detenían.

No quería ver a sus mayores ni mucho menos que estos se le acercaran más.

Ahora quedaba claro que siempre había sido un juguete para ellos. Ya no necesitaba explicación alguna.

- A-Amor... - Habló Jimin quien no podía tolerar el ver a su bebé de aquella forma. Por su culpa, su pequeño novio ya no quería estar a su lado.

- Vámonos, Jungkookie. - Mencionó Mark quién sólo tomó al menor nuevamente y lo llevó consigo en dirección hacia su hogar dejando cada vez más atrás a aquellos chicos que ahora solo se encontraban destrozados por finalmente saber que lo habían perdido todo.

Mientras tanto, el pequeño mantenía la mirada en el suelo aún sosteniendo la mano de su Hyung, quien sólo lo guiaba hacia la casa de este último.

Estaba muy dolido emocionalmente, pero de cierta manera aún se encontraba confundido.

¿Por qué sus mayores fueron a verlo?

¿Por qué nunca le habían dicho la verdad?

¿Por qué ya no lo amaban?...

Aquellos pensamientos se vieron interrumpidos poco después por una ligera caricia en su rostro haciendo que alzará su mirada hacia dicha persona.

- Ya no llores, pequeño, no vale la pena hacerlo por ellos. Además, aquí me tienes para ayudarte en todo lo que necesites. - Sonrió el mayor intentando darle ánimos al pequeño, pero el menor simplemente desvío su mirada aún con tristeza notando cómo finalmente habían llegado a casa del contrario.

Ni siquiera se percató del momento en el cual ya se encontraban ahí puesto que sus pensamientos habían sido tan profundos, que lo habían alejado del mundo exterior.

- E-Estoy cansado, Hyung.. - Murmuró el castaño aún con dolor en su corazón debido a todo lo que había pasado en el día. Ya no tenía ánimos para hablar.

Simplemente quería estar solo.

El pelirrojo entendió y lo llevó nuevamente de la mano hasta su habitación recostando al menor en la cama ya estando ambos dentro del lugar.

Observó detenidamente al pequeño notando cómo este cubría su débil cuerpo con las sábanas de la cama sin darse cuenta que el mayor sonreía malicioso para sus adentros.

Su plan funcionaba a la perfección.