24

3.5K 278 79
                                    


- Amor, hemos llegado.. - Anunció Jimin entrando por la puerta seguido de Tae, quien observó el lugar, ambos ahora preocupados por no escuchar nada por parte del menor.

Sin pensarlo mucho, ambos se encaminaron casi corriendo aún con preocupación hacia la habitación del castaño y al entrar, lograron dislumbrar la silueta de su bebé cubierto por las sábanas de la cama.

Ambos mayores sonrieron aliviados al verlo ya que imaginaban que el menor se encontraba dormido cuando realmente este fingía estarlo solamente para no ver a sus mayores puesto que luego de aquella llamada con el rubio, el menor ya no tenía intenciones de hablar con ambos chicos ni mucho menos verlos.

Su mente se hinundo de pensamientos totalmente farsantes que se habían mezclado con su frágil corazón haciéndole creer que sus mayores ya no le amaban nuevamente.

Sin embargo, no era tan valiente como para darles a entender ello a los contrarios.

- Estaremos aquí, por si nos necesitas, amor.. - Murmuró Tae cerca del oído del pequeño, quien no se movió en lo absoluto.

Ambos chicos abandonaron el cuarto estando a punto de dirigirse hacia su propia habitación, pero un ligero toque en la puerta los interrumpió.

Los mayores bajaron y Tae fue quien abrió la puerta sorprendiendose por aquella visita, la cual ambos nunca habían querido volver a ver.

- Hola, ¿Me extrañaron? - Sonrió malicioso entrando a la casa y dirigiéndose rápidamente hacia la habitación del menor sin previo aviso.

Ambos mayores siguieron al chico y antes de poder hacer algo al respecto para proteger a su lindo novio, el pelirrojo ya se encontraba apuntandoles con un arma en mano mientras mantenía completamente inmóvil al castaño entre sus brazos.

- Vaya, que sorpresa. Jackson al fin y al cabo terminó cumpliendo con lo que le prometí.. Que ingenuo es.. - Mencionó Mark aún sosteniendo con fuerza al menor, quien ahora lloraba entre los brazos de este.

- Sueltalo, maldito. Déjanos en paz de una puta vez.. - Gruñó Tae con sumo enojo en sus palabras, pero a la vez sintiéndose impotente al no poder hacer nada al respecto para salvar a su bebé.

- M-Mark, Por favor.. D-Déjalos tranquilos.. - Sollozó el pequeño observando al pelirrojo con súplica en sus ojitos.

Sin embargo, este último solo soltó una pequeña risa y observó nuevamente a los mayores encaminándose hacia la salida de la casa aún sin soltar al castaño.

- Oh, por supuesto que los dejaré tranquilos, jungkookie... Sólo si tú vienes conmigo y te quedas a mi lado para siempre, ¿Qué dices?.. - El pequeño solo miró con sorpresa al pelirrojo.

El menor jamás haría algo así, por nada del mundo, y él lo sabía. Pero la vida de sus mayores corría peligro y todo por su culpa.

- ¡E-Esta bien, lo haré!.. - Su voz tembló en aquel instante luego de ver cómo el contrario estaba a punto de jalar del gatillo en dirección hacia los chicos.

- Bebé, no lo hagas... - Mencionó Jimin dirigiéndose hacia el menor, pero se detuvo en cuanto Mark le apuntó amenazante con el arma nuevamente.

- Ya basta. Jungkook ahora vivirá y estará conmigo en lo que resta de su vida, así que ustedes pueden quedarse con el inútil de Jackson si gustan. Así me evitarán más problemas... - Mark se dirigió hacia la puerta abriendo esta en un rápido movimiento y dirigiéndose hacia su automóvil junto con el castaño.

- Daddy's... Los amo... - Fue lo último que dijo el pequeño antes de irse junto con dicho pelirrojo perdiendo de vista a sus dos amores.

- También te amamos... -

~°VMinKook°~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora