Un destino contigo [L.S]

Hola

Louis se llevaba bien con Galen, tanto que todos los días después de la escuela iban a su casa a comer, había días en los que hablaban tanto que Louis se tenía que quedar a cenar. Todos en la escuela hablaban: que si ya eran novios, que si eran o no bonita pareja, si Louis estaba con Galen sólo por el dinero, se decían muchas cosas pero a ellos no les podían importar menos.

Pero sus amigos eran más curiosos, y aunque nunca lo dijeron en voz alta, estaba más que claro que no era su relación con Galen lo que les importaba.

—¿Ya lo viste? —le preguntó Niall con emoción.

No, no había visto a Harry aun después de casi un mes yendo a su casa. Era algo... curioso (por decir algo), ya que hasta donde tenía entendido Galen quería mucho a su hermano, iban juntos a la escuela, pero de regreso Harry no se regresaba con ellos, tampoco lo veía llegar «Vaya, de verdad es un fantasma» pensó el día que más tarde se fue.

Cada vez le daba más curiosidad ese chico, todos hablaban de él pero no lo había visto, y tampoco era para stalkearlo en Instagram ya que no tenía, y si sí pues no publicaba ni una foto de él. Tampoco había fotos de él en internet, la única foto que había era la que publicó un periódico cuando se dio a conocer que ya había nacido el hijo del empresario, pero sólo se veía que su madre lo cargaba en brazos. Y eso era todo.

¿Quién era ese misterioso chico? ¿Por qué todos decían que era tan guapo como lo era de despreciable?

—¿Por qué te interesa tanto? —cuestionó casi molesto. Realmente le molestaba que así fuera, sentía que se había perdido de alguna divinidad que todos ya habían apreciado.

—Sería interesante saber tu reacción —dijo Liam.

—Les apuesto que cuando Louis lo vea nos daremos cuenta —empezó Zayn; Louis pensaba que de todos, el moreno era el más inteligente —; no te sientas mal, realmente nadie se escapa de él.

—Es verdad, cuando Niall lo vio se la pasaba diciendo lo guapo que era, le enviaba cartas todos los días.

—Oye —se quejó él.

—Niégalo —le replicó Liam.

—Acababa de entrar al secundario —se defendió, y es válido ya que estaba en la etapa en donde descubrió quién era y que le gustaba, pero con Harry en su salón sólo le hizo sentir más confundido.

—Como sea —dijo el moreno —. Liam se enojó conmigo en primaria porque lo ignoraba por ver a Harry —se encogió de hombros restándole importancia, Liam rio un poco por el recuerdo.

—¿Te gustan los chicos? —cuestionó sorprendido, Zayn era guapo, pero Louis no se había emocionado mucho ya que según él no tenía ninguna oportunidad, mínimo ahora sabía que si existía alguna.

—Me gustan las personas —dijo sin darle mucha importancia.

—Vaya, ahora no me da miedo decirles que soy gay —soltó Louis sin darle más vueltas.

—¡¿Qué?! —cuestionó Liam; Zayn abrió los ojos y la boca por la sorpresa.

—¡¿Y Galen?! ¿Sí sabes que es una chica? —Louis asintió —Oh por Dios.

—¿Entonces no estás saliendo con ella? —le pregunta Zayn con una sonrisa burlona.

—Creí haberles dejado claro que no. No creerán más lo que otros dicen ¿verdad?

—Es que nosotros empezamos a decirlo —dijo Niall claramente alterado.

—¿Por qué hicieron eso? —no le molestaban los chismes, pero se suponía que eran sus amigos (incluso aunque llevara conociéndolos cuatro semanas), no era para que hablaran de él a sus espaldas, eso sí le molestaba.

—Es que de verdad creíamos que andaban —explicó Liam —, o bueno, que para allá iban.

—Pues lamento decepcionarlos.

Niall soltó un suspiro y después negó con la cabeza.

—No nos decepcionas, pero nunca había estado tan cerca de asistir a la boda de uno de los Slorah —Louis rodó los ojos.

—No le hagas caso —le dijo Zayn.

—Lo bueno será decirle a Galen —Liam tenía la vista en algún punto inexistente, y es que aunque ellos empezaron todos esos rumores, la gente lo creyó porque Galen se notaba claramente interesada en Louis, aparte de que no se preocupó en desmentir nada.

—Lo entenderá —dijo Louis despreocupado —, le diré hoy en la noche para no crear más confusiones.

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—Louis, está bien, si soy sincera contigo, ya lo sabía, o bueno, ya lo sospechaba —Galen no se veía afectada por la confesión, todo lo contrario.

—¿A sí? —estaban sentados en la sala con una caja de pizza entre ellos, al final no había sido tan fácil decirle, Louis se había puesto nervioso, apreciaba mucho a Galen cómo su amiga, no quería hacerla enojar o algo parecido que los hiciera distanciarse.

—Sí, no quiero decir que en cuanto te vi supe que eras gay, sólo me di cuenta, y más que...

—¿Qué?

—Bueno, no quiero sonar creída, pero ya había pasado una semana desde que empezamos a hablar y que venías a mi casa, y tú, bueno, ni siquiera trataste.

—¿Tratar que?

—De dar el paso. Nunca me rozaste la mano, no me dijiste lo lindos que son mis ojos, no intentaste besarme; y bueno, con eso me di cuenta de que no te gusto. ¡Por favor! Si yo no te gusto es porque algo pasa —Galen se veía avergonzada, y es que aunque creyera fielmente todo lo que decía eso no impedía que al decirlo en voz alta se sintiera rara.

—Que buena lógica. —le sonrió —Entonces, estamos bien ¿verdad?

—Claro que sí, eres mi amigo —le regresó la sonrisa, ahí se dio cuenta de que sí, Galen era definitivamente la niña más linda que había conocido, tal vez en otra vida (en donde no le gustaran los chicos) habría intentado algo con ella.

—Gracias.

—No es nada, ahora hay que ver Orgullo y Prejuicio antes de que me termine toda la pizza.

Pero ni terminaron de ver Orgullo y Prejuicio, ni se acabaron la pizza ya que Galen se había quedado dormida, Louis le tomó una foto ya que tenía la boca abierta y una rebanada de pizza a medio comer en la mano, después se la quitó y la cargo para llevarla a su habitación. La acostó sobre la cama y después la cobijó con un suéter para que no tuviera frío, salió de su cuarto y cerró la puerta con cuidado de no hacer ruido.

Antes de llegar a las escaleras vio una figura bajarlas, era como si hubiera visto a un fantasma... con rizos. Decidió caminar despacio para no hacer ruido, llegó a las escaleras para empezar a bajarlas lento. Iba a medio camino cuando le pareció que alguien se acercaba desde el pasillo, haciéndole voltear pero al no ver a nadie regresó su mirada al frente y... que ¿susto?

No.

Que (agradable) sorpresa, un chico estaba parado al terminar las escaleras, este lo miraba directamente sin moverse. Se tragó su miedo y empezó a bajar las escaleras, estaba a un escalón de él y seguía sin apartar la vista.

Lo apreció (no pudo evitarlo), era un chico de ojos verdes, rizos, labios rosados. Era la persona más bella que jamás hubiera visto. Tal vez lo vio por horas, quién sabe, pero sí sabía que no quería dejar de verlo.

—Hola —dijo.

Pero él no le respondió, sólo lo siguió mirando.