Desde que Giles había llegado todo había cambiado. Louis siempre era invitado a comer y luego de eso a quedarse a cenar, para después ofrecerle llevarlo hasta su departamento. Ni siquiera sabía bien cómo se había metido en eso. Cierto, la gran mentira de Harry.
—¿Por qué dijo eso? —le había preguntado a Galen.
—Créeme, era la mejor forma de justificar que estabas con nosotros —tomó algunos libros de su casillero —. Admito que me sorprendió como se le ocurrió, yo estaba en blanco.
—Pero todo el tiempo has invitado a tus amigas.
—Sí.
—¿Entonces?
—Escucha Louis, no se trataba de que estuvieras en casa, sino que estabas con nosotros, lo que significa que con Harry y conmigo.
¿Y por qué no había terminado con todo eso? Porque sería como decir que le había mentido a Giles y antes de admitir eso prefería ser atropellado o algo parecido, el hombre le daba miedo de verdad; aparte de que albergaba la esperanza de encontrarse a Harry en alguno de esos pasillos, siempre miraba por las ventanas hacia el jardín para ver si lo veía. Estaba todo el día en esa casa pero aun así no podía hablar con Harry. Le preocupaba que no le hubiera tratado de decir algo, ni siquiera le había llamado... Pero así se dio cuenta de uno de sus grandes errores: Harry no tenía el número de Louis.
—No puedo dártelo —le había dicho Galen cuando se lo pidió.
—¿Por qué?
—Giles es muy estricto con Harry, no exagero, en su teléfono sólo hay tres números registrados, el de mamá, el de papá y el mío. Es sólo en caso de emergencias, supongo —seguían caminando por el pasillo —. La otra vez lo tomé para ver algo en mi perfil y no tiene ninguna aplicación, incluso busque en su calculadora y nada, tampoco tiene fotos, está como nuevo.
—¿Les revisan el celular?
—No, bueno, a mí no.
También trató de preguntarle a Galen sobre Harry y si le podía decir algo por él, pero sólo recibió malas noticias.
—No he hablado con él.
—Bueno, pero ¿le puedes decir...?
—No puedo, he intentado hablar con él pero está muy concentrado en sus clases, incluso siento que me está evitando. El otro día pude verlo y me dijo que estaba recuperando el tiempo perdido o algo así. Lo siento, Louis.
Las cosas siguieron así y entonces llegó el invierno, a los exámenes finales del semestre y con Louis siguiendo tomando la mano de Galen cada que salían de la escuela, yendo a esa gran casa, comiendo en la misma mesa que el señor Slorah. Continuaba sin ver a Harry ni saber de él.
—¿Una fiesta? —cuestionó Zayn incrédulo.
—Espera, ¿me estás diciendo que el señor Slorah me invitó a mí a su casa para una fiesta organizada por él mismo? —preguntó Niall emocionado. Eso fue lo primero que Louis se imaginó que pasaría cuando Giles le habló de la fiesta y de si podía repartir algunas invitaciones en la escuela, cosa a la cual no se negó.
—Sí.
—No nos habías dicho que ya conocías a su padre —dijo Liam.
—La verdad no les he dicho muchas cosas —reconoció.
—No, nos olvidaste y nos cambiaste por Galen.
—Les explico en el descanso, tengo que terminar de repartir —señaló las invitaciones que aún tenía en la mano.

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Un destino contigo [L.S]
Teen Fiction-Estás condenado, hijo. Que no se te olvide, nunca -se dio media vuelta para salir. Al cerrar la puerta las lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas, hace mucho que no sentía ganas de llorar, todavía más el tiempo en que no se lo había permiti...