Un destino contigo [L.S]

Ese

Harry no iba a mentir: estaba muy nervioso incluso antes de llegar. Era una casa muy grande (casi como la suya) llena de gente con disfraces de todo tipo, se podía oler el alcohol y el sudor, se arrepintió de haber llegado hasta ahí pero no tuvo tiempo de darse la vuelta cuando alguien le había hablado.

—Tu credencial —le pidió una chica con disfraz de pirata. Nadie le hablaba así, él era Harry Slorah... pero no se sentía así, se sentía como lo que realmente era: un chico con miedo y una máscara. Le extendió su credencial y la chica tuvo que quitarse el parche para asegurarse de que lo que estaba viendo era real, Harry seguía con su mirada entre el gentío en busca de la única persona que le interesaba encontrar ahí —. Adelante —habló con un hilo de voz y le regresó su credencial.

Él se adentro, había de todo, gente bailando de forma seductora, otros bebían directamente de una botella, besos de dos, de tres, de cinco, había gente más cuerda que sólo hablaba, pero entre toda esa gente no estaba el vampiro que estaba buscando.

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—Vamos, Louis, no has tomado nada; pareciera que no te estás divirtiendo.

—No es eso, sólo que todo esto, es un poco... —miró por toda la habitación, sólo quedaban Galen y él, ya que Liam había acompañado a un concurso de shots (o algo así) a Niall, y Zayn se había ido con una rubia que había encontrado — no es mi ambiente.

—Si quieres irte.

—No, no, —la interrumpió, realmente no quería estar ahí, pero sabía que ella sí —yo, creo que puedo esperar un rato.

—Si no te estás divirtiendo no creo que tenga caso estar aquí —insistió.

—No estoy haciendo que te diviertas ¿verdad?

—Hola, Galen —saludo una voz conocida, era una de las amigas de la chica, Camila; a lado de ella estaba un chico —. Hola, Louis.

—Hola —le saludaron ambos.

—Él es Luke, un amigo —el chico era alto de ojos café y cabello negro, muy apuesto, tanto para el gusto de Galen pero no lo suficiente para Louis —. Ah, Galen, ya sabes quién quiere verte.

—¿Qué?

—Sí, ya sabes quien —Galen no tardó en captar la indirecta, asintió para después voltearse a Louis.

—¿Quieres venir? —Camila no dejó que Louis hablara, ya que ella había tomado la palabra mientras se llevaba a Galen.

—Ay, deja al pobre chico, aparte se queda con Luke.

Aunque la casa estaba llena de ruido, se percibía que entre los muchachos había caído un silencio incómodo.

—Perdón por lo de Camila, creo que ya le está haciendo efecto el alcohol.

—No te preocupes —le sonrió, esa era la naturaleza de Louis: sonreír si algo va bien, sonreír si algo va mal, si es incómodo, a todo la respuesta es sonreír.

—Y, —alargó la conjunción hasta que se animó a hablar —sé que no es bueno preguntar algo tan personal, y estás en todo el derecho de no responder —hablaba rápido atropellando las palabras.

—Oye, tranquilo, no muerdo, pregunta lo que quieras.

—Bueno, este ¿Galen y tú tienen algo? ¿Más que una amistad?

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Harry no era un mal hermano, sólo que ahora estaba un poco confundido, vio que su hermana se alejaba, parecía que iba al patio trasero, se planteó el ir tras ella para ver que estuviera bien, pero su mirada volvió a caer en un chico de ojos azules (momentáneamente amarillos) y esa idea quedó descartada por completo.

—¿Quién es ese? —se suponía que Emma no iría con él, pero no pudo evitar hacerla aparecer.

—No lo sé —respondió Alison —. Sería mejor si te acercas y hablas con ellos.

—Definitivamente no —susurró, traía una máscara pero no podía confiar en que alguien no lo oyera hablando "solo".

Así fue como toda la noche lo único que hizo Harry fue mirar a Louis hablar con ese chico que no conocía. Cuando los vio reír quiso salir corriendo de ahí, pero no lo hizo; cuando los vio salir al patio trasero quiso darse la vuelta e irse, pero sólo los siguió; cuando vio que ambos aceptaban un trago de una botella de vodka quiso vomitar, pero sólo sintió un pequeño golpe en el corazón. Pero fue ver como ese estúpido chico miraba los labios del hermoso vampiro mientras se acercaba a ellos que le hizo escuchar a Emma.

Harry salió corriendo de aquella casa, chocó con muchas personas, tiró algunos vasos y de seguro pisó el vómito de alguien que no conocía, pero eso no le importó más que el dolor de su corazón, el ardor de su garganta y la picazón de sus ojos. Llegó hasta su coche (que no había usado hasta esa noche) y condujo a casa. Se quitó la máscara cuando llegó al primer alto, quería llorar, de verdad quería hacerlo.

Pero no lo hizo.

Si no hubiera dejado entrar a Louis eso no hubiera pasado, si no hubiera salido de su casa eso no hubiera pasado, si no hubiera desobedecido las reglas él estaría bien en su cuarto con todo lo que necesitaba.

—Es como todos, Harry —le decía Emma sentada en el asiento del copiloto —. Sólo quiere conseguir algo de ti, pero no te quiere, ya viste, se besa con cualquiera.

—No es verdad —susurró Alison desde la parte trasera del coche.

Harry no dijo nada durante todo el camino. Al llegar a casa dio un fuerte portazo; una vez que estuvo adentro fue a la sala de estar pero se detuvo, se dio media vuelta para ir a la cocina pero se arrepintió, ahora estaba en camino a las escaleras pero se detuvo para ahora dirigirse al ventanal que daba al jardín trasero, pero entonces el timbre se escuchó. Se le olvidó que se dirigía al jardín, que no estaba solo (que en esa casa había por lo menos cinco personas trabajando para él), que nunca en su vida había abierto la gran puerta principal, y fue a abrirla.

No se esperaba nada ni a nadie realmente, pero encontrarse con ese vampiro al otro lado le hizo sentir algo.

Miró sus ojos, su cabello despeinado, su cara pálida por el maquillaje blanco, su barbilla manchada de sangre falsa, y su sonrisa creciente dejando ver unos pequeños pero realistas colmillos.

—Hola —sólo lo miró ¿no esperaba que le fuera a contestar? ¿o sí? —¿Puedo pasar? —Harry lo pensó antes de hacerse a un lado, la verdad era que durante todo el día había extrañado su voz. Louis entró tomando lugar al lado de Harry, cuando este cerró la puerta lo miró —Bonito traje.

Era una imagen chistosa, Harry estaba de brazos cruzados mientras veía sin expresión a Louis, y Louis miraba hacia arriba con una pequeña sonrisa en el rostro para poder ver a Harry.

—Sé que fuiste a la fiesta —Harry se encogió de hombros —, y que estuviste viéndome —se volvió a encoger de hombros — . Sólo vine porque no estoy seguro de que hayas visto todo, sólo para aclarar que Luke y yo no hicimos nada más que hablar —el mayor apartó la mirada, ahora sentía que podía volver a respirar «Bueno, no se beso con ese tipo, todo bien» —. Supongo que sí lo hubiera besado —arrugó su frente «Pues lo hubieras hecho»—, pero había un pero: no era tú —dirigió su mirada otra vez a Louis, relajando sus facciones, ¿había escuchado bien? ¿había entendido lo que Louis le estaba diciendo?

»Me gustas, Harry. Y por muy increíble que parezca, sólo me gustas tú.