Su padre le había dicho lo que haría, pero cuando lo escuchó le dieron ganas de bajar y gritarles a todos que no era cierto, que todo había sido una mentira suya. Aunque quién sabe, hace mucho que no hablaba con Galen, a lo mejor se había terminado enamorando de Louis «¿quién en su sano juicio no lo haría?»
Se había sentido tan vacío en las últimas semanas, como si algo le faltara, como si alguien le faltara; no sólo extrañaba a Louis, también extrañaba a su hermana, la había estado evadiendo porque no se sentía fuerte para enfrentar que realmente estaba triste.
—Tienes todo lo que necesitas, y todo lo que realmente quieres —le había dicho su padre.
Pero no, lo que él necesitaba era alguien que le hablara, él quería a Louis; necesitaba a alguien que lo escuchara, necesitaba a su hermana. Necesitaba sentirse amado, los quería a ellos. Estuvo en el estudio terminando el retrato de Louis «lo hubiera visto a los ojos cuando pude, debí de haberle abrazado más, tuve que haberle apreciado más». El cuadro podría estar terminado, pero Harry creía que le faltaba más, no se parecía nada al chico que le espantaba el sueño y le hacía sonreír.
—Lo siento —le dijo Alison —. De verdad.
—Me gustaría verlo una vez más —como si el universo lo hubiera escuchado, una ráfaga de aire hizo que el ventanal se abriera lo suficiente como para hacerlo ir hasta donde estaba para cerrarlo, pero al asomarse un poco, no sólo vio el jardín que él mismo le había dado vida, sino que vio a las dos personas más importantes para él.
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—No lo sabía —le dijo, Louis veía a un punto fijo entre las flores, sentía la mirada fija de Galen en él, así que volteo para verla y darle un sonrisa como los novios que aparentaban ser.
—No pensé que lo supieras —le dijo Louis.
—Nunca me imaginé que fuera a hacer eso, —balbuceó antes de seguir —supongo que fue una buena forma de distraer a todos de la ausencia de Harry.
—¿Siempre tiene chivos expiatorios?
—¿Por qué estás siendo tan bueno? —por un momento creyó que tenía la versión mujer de Harry frente a él, tal vez no estaba tan equivocado —¿Por qué reaccionas como si no acabara de pasar algo malo? ¿Cómo si..?
—¿No me hubieran puesto una sentencia? —Tal vez era sólo algo que estuviera en su cabeza, pero sentía como si toda su vida estuviera escrita, ya no era sólo fingir ante Giles su supuesto noviazgo, sino que también en la escuela, y quizá incluso en la calle. Tal vez no fuera un problema tan grande, quizá ni siquiera fuera un problema, pero él así lo sentía.
—Sí, a mí —su voz se quebró, sus ojos lucían tristes —. Básicamente te acaban de encadenar a mí de una forma u otra y tú actúas como si no pasara nada, como si no te molestara.
—¿Por qué tendría que molestarme? Eres una persona encantadora —le seguía sonriendo, sentía que era lo único que podía hacer por su amiga.
—Porque no soy yo a quien amas —lo dijo en un susurro pero Louis lo escuchó como un grito —. No soy yo la persona que realmente te encanta, no soy con quien quieres vivir encadenado.
No sabía qué decir, no podía negar esas afirmaciones porque eran verdad.
—Chicos —ambos voltearon con una sonrisa en el rostro, era Liam —, ya va a empezar el karaoke.
—Ya vamos —empezaron a caminar juntos, cuando entraron Galen volvió a hablar —. Donde te pintó.
Louis sintió que tardó años en comprender, pero realmente fue muy rápido como conectó todas las ideas. No lo pensó más, en lugar de seguir a Galen se desvió para empezar a subir las escaleras.
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Harry estaba guardando sus pinturas cuando alguien entró de golpe, no fue eso lo que le hizo levantar la mirada, sino la esperanza que tenía sobre quién podía haber sido. Se sintió la persona más afortunada al volver a ver esos ojos azules. Pero no hizo nada, se quedó en donde estaba, sin mover un solo músculo. Louis cerró la puerta tras de él y después empezó a avanzar lentamente.
Ambos estaban frente a frente, lo único que los separaba era su miedo a continuar lo que habían dejado en pausa.
—Felicidades —dijo Harry, aun serio —, por Galen y tú.
—Tú mejor que nadie sabe que es una mentira.
—Oh ¿entonces no estás feliz de ser recibido en la familia Slorah? —no quería decir eso, él sólo quería correr para abrazarlo, pero no podía evitarlo, era como si dijera las palabras automáticamente.
—No.
—¿De verdad? Porque, todas las personas que se me han intentado acercar tienen ese deseo, de pertenecer aquí.
—Yo no soy ellos.
—¿Qué te hace diferente? ¿Por qué tú —empezó a levantar la voz —entre todas las personas eres el único que no busca el apellido por su precio? ¿Por qué debería de creerte?
—Porque lo haces —eso lo tomó con la guardia baja. Era cierto.
—No me conoces.
—Ni tú a mí. No sabes mis intenciones, no sabes de mis sentimientos, no sabes qué es lo que realmente busco; pero te lo puedo decir (no me importa si me crees o no), por alguna razón que no termino de comprender pero que no me cuestiono —tomó aire para decir las siguiente palabras fuerte y claro —te quiero, me gusta tu silencio pero estoy cayendo enamorado de tu voz, me gusta tu rostro serio pero adoro cuando sonríes; quiero ser yo mismo el que te haga reír y el que te escuche todo el día; te busco a ti porque siento, creo y estoy seguro de que eres quien necesito en igual medida en la que tú me necesitas a mí.
Louis se sintió tan vulnerable y tonto al decir las últimas palabras, unas cuantas palabras bonitas no bastarían para hacer que Harry le creyera. No debió haber abierto así su corazón. Lo quería de verdad, pero sabía que Harry podía romperle el corazón ahora que ya se lo había puesto en las manos.
—Había estado tan triste sin ti —una ligera sonrisa se formó en el rostro, haciendo que Louis sonriera sin miedo.
Era totalmente cierto, en todos los sentidos. Antes de que llegara Louis, Harry había sido el ser humano más triste del mundo.
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Un destino contigo [L.S]
Teen Fiction-Estás condenado, hijo. Que no se te olvide, nunca -se dio media vuelta para salir. Al cerrar la puerta las lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas, hace mucho que no sentía ganas de llorar, todavía más el tiempo en que no se lo había permiti...