Preparativos

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Ni Harry ni Louis se sentía preparado para hablar, pero era algo que tenían que hacer. Tenía que pasar, y pasó después de que los exámenes terminaron (una excusa más para prolongar lo inevitable).

—Lo siento —le dijo a Louis una vez que se encontraron solos.

—Supongo que tenías una razón para no decirme que me terminarías haciendo a un lado —Louis no quería ser grosero, pero era inevitable no sentirse así: como si sólo fuera un adorno.

—No te estoy haciendo a un lado.

—Harry, las cosas como son: te vas a casar con Irene, van a ser marido y mujer —a Louis le costó decir eso sin que le temblara la voz; pero Harry no pudo evitar sentirse mal, como si todo a su alrededor comenzara a caerse; siempre había sabido que no podría decidir con quién casarse, y desde que tenía memoria nunca le había importado, pero eso cambió cuando vio esos ojos azules.

—Tú sabes que no significa nada para mí.

—¡¿Y entonces por qué te vas a casar con ella?! —Louis comenzó a gritar.

—¡Por qué no tengo opción! ¿Qué no recuerdas lo que te escribí? ¿"Pase lo que pase..."?

—¿"... siempre seras tú"? Sí, leí tu carta como mínimo sesenta veces, una vez por cada día que pasaba y no estabas. Y también recuerdo que decías que podías regresar al día siguiente o dentro de un año y recuerdo que aunque dolía pensar que pasaría mucho tiempo para volverte a ver me reconfortaba que algún día sucedería —soltó el aire de sus pulmones —, pero nunca me dijiste que cuando volvieras estarías comprometido.

En ese momento Harry deseó más que nunca que Louis le hubiera gritado esa última frase, eso hubiera sido mil veces más preferible a escucharlo con ese hilo de voz que reflejaba lo lastimado que se sentía.

—Si te hubiera dicho no me habrías esperado.

—Tal vez.

—¿Ves? Por eso no te lo dije, tenía miedo de perderte.

—¿Y por eso me mentiste? Harry te amo con todo mi corazón, pero primero estoy yo, y sí, sinceramente no puedo decirte si me hubiera quedado si hubiera sabido que llegarías con Irene. ¡Pero eso no lo sabremos porque me engañaste!

—Perdón, perdóname, de verdad lo siento, por favor, perdóname —Harry hablaba desesperadamente, tanto que incluso Louis sintió como se le encogía un poquito más el corazón —. Pero te juro que lo hice porque pensaba que era lo mejor, y fui egoísta porque mentirte era sólo mejor para mí. Yo, yo te quiero, Louis.

—Y yo te quiero mucho —empezó a decir Louis —, mucho, mucho, mucho; y creo que es por eso que me ha dolido que me ocultaras la verdad todo este tiempo, pero sin embargo (y tal vez sea un idiota por eso) sigo confiando en ti, y te creo cuando dices que me amas, y que Irene no significa algo para ti.

—Nada —se apresuró a aclarar.

—Tal vez sea una tontería de mi parte, pero no evito pensar que donde tú vayas yo iré, no me imagino un futuro sin ti.

—Louis, nada me haría más feliz que el que tú estuvieras conmigo, y más si es lo que tú quieres.

—Es lo que yo quiero.

Y después de muchos días, semanas e incluso meses, se tocaron por fin, se envolvieron en un abrazo que significaba tanto pero se podía resumir en que ambos se habían estado extrañando. Se separaron un poco, sólo lo suficiente para que Harry pudiera bajar un poco la cabeza y hacer que sus frentes se juntara, haciendo que sus narices se acariciaran. Sin dudarlo un segundo más Louis atrapó los labios de Harry en los suyos, para besarlos al ritmo de sus latidos.

Un destino contigo [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora