Un destino contigo [L.S]

Tratar

Galen había estado de mejor humor, y ni hablar de Harry, se notaba menos amargado.

―Nunca estaré lo suficientemente agradecida con ustedes ―Louis, Zayn, Liam, Niall y Galen estaban en el centro comercial comiendo un helado ya que la chica les había insistido, según ella era lo menos que podía hacer por lo que habían hecho por Harry.

―No tienes que agradecer ―le decía Liam.

―Es algo que depende mucho de Harry, esto sólo es como un empujón para que empiece a caminar ―dijo Zayn.

―Pero fue nuestra idea ―Louis le dio un pequeño golpe a Niall, que para el rubio no fue tan pequeño ya que hizo una mueca de dolor.

―Creí haber perdido la esperanza, pero definitivamente ahora la tengo al millón.

―Yo, yo creo que lo mejor será no emocionarnos, por el bien de todos —habló Louis.

―No quieres tener un corazón roto ¿eh? ―le dice Zayn. —No te culpo.

―No, sólo que pues es Harry y ustedes han insistido que es complicado, entonces no dejo que se me olvide, sólo eso.

―Soy su hermana, él tiene algo contigo, actúa diferente desde que apareciste en su vida.

―Si, si, si, lo que digan —sonrió en sus pensamientos.

" . . . "

La idea era que estuviera en la casa de los Slorah todo el día, pero sabía que si pasaba toda la tarde con Galen no haría la tarea, y no podía darse el lujo de sacar malas calificaciones. Así que fue hasta su departamento, hizo toda su tarea, se dio un buen baño y después salió en camino a la casa que (realmente) poco conocía.

Entonces ahora estaba parado enfrente de la gran puerta, el sol ya comenzaba a ocultarse y las estrellas ya empezaban a aparecer en el cielo. Tocó el timbre y a los pocos segundos su amiga ya estaba dándole la bienvenida.

―Has llegado justo a tiempo, la última clase de Harry acaba como en diez minutos ―empezó a guiarlo a las escaleras ―, estaremos en mi cuarto y esperaremos a que él vaya al suyo (nos daremos cuenta) después vas tú y tocas ―entraron a la habitación de la chica para después cerrar la puerta ―, bueno, tú ya sabes que hacer.

―¿No crees que grite o algo así? Estaría invadiendo su espacio.

―Cada vez me convenzo más de que a él no le molesta que seas tú quien lo molesta.

―Tengo miedo ―no lo culpes por no saber bien qué era lo que sentía, cualquiera confunde el miedo con los nervios, Louis estaba nervioso, Harry lo ponía así, quería hacer las cosas bien, su idea no era incomodar o molestar, todo lo contrario, quería hacerle saber que podía confiar en él y que siempre lo trataría bien.

―No pienses así, la última vez lo hiciste muy bien.

―Sólo no quiero que él se enoje conmigo.

―Créeme cuando te digo que no lo hará ¡lo tienes babeando por ti! ―sinceramente, tú has visto la evolución de Harry y todo gracias al hermoso encanto de Louis. Cualquiera hubiera caído. Pero explicarle eso a Louis era muy complicado.

―Sí pero ―se calló él mismo cuando escuchó una puerta abrirse al otro lado; ahora sí estaba nervioso ―. Ya no estoy seguro de querer hacer esto.

―Recuerda, ¡sólo se trata de tratar! ―le sonrió, así que él sólo pudo suspirar y juntar el valor necesario para poner en marcha el plan.

―Está bien, tratar, sólo eso, no tiene que salir bien ―dijo más para sí mismo.

―¡Así se habla! Ahora ¡ve!.

Louis estaba parado enfrente de la puerta de Harry, mientras que Galen lo observaba desde su habitación; después de un par de segundos tocó la puerta.

«

«Es muy temprano para cenar»

―Ve y abre la puerta ―apareció Alison.

―No hagas nada, espera a que se vaya ―llegó Emma.

―Mínimo pregunta quien es —pero no hubo tiempo para eso.

―¿Harry? ―dirigió su mirada a la puerta, esa voz, esa hermosa voz, Louis estaba al otro lado. Se quedó sin aire, trató de no moverse quizá así se iría y no le causaría todos esos sentimientos extraños ―¿Estás ahí? ―cuanto quería gritarle que sí, que ahí estaba, que no se fuera, pero no lo hizo. Caminó hasta la puerta y se dejó caer lentamente hasta llegar al piso ―¿Sólo dime si estás ahí? ―un bufido se escuchó ―Bueno, no creo que quieras decirme como tal, pero sólo hazme saber que estás ahí, por favor ―por impulso toco la puerta. Se escuchó silencio del otro lado, Harry sintió miedo de que Louis se hubiera ido ―Voy a sentarme.

Ahí estaban sin estar, nunca tan cerca pero sin realmente estarlo, lo único que los separaba era una puerta y el miedo que Harry siempre había sentido.

―¿Sabes? Entrar a la universidad ha sido un poco difícil para mí, ya sabes, son muchas cosas, más responsabilidades y yo que aún no sé quien soy y quién quiero ser, es algo incomodo, por así decirlo ―Harry sonrió ante eso, a él le parecía más incomodo tener una conversación a través de una puerta, ¿se le podía a eso llamar una conversación? Louis era el que estaba hablando y él no le estaba respondiendo; al final era lo más cerca que había estado de una plática, entonces podía contar como una.

―Y luego estás tú, no quiero que me lo tomes a mal, está bien que seas como eres, me refiero a ―Harry presto más atención ―que yo no puedo hacer nada y entiendo que seas así de reservado, no sé por qué lo eres, pero lo entiendo ¿me explico?

―Sí ―susurró, pero Louis no logró escucharlo.

―Espero no haberte hecho enojar o incomodar, y que sigas ahí porque sino eso significa que he estado hablándole a una puerta, y eso sería muy raro.

«Te estoy escuchando»

―Bueno, también me pone algo triste que me ignores, ya sé que dije que lo entendía (y lo hago) pero aun así no deja de ser triste.

―Lo siento ―susurró.

―No, no te preocupes (por si lo haces), yo estaré del otro lado de la puerta esperando a que estés listo para hablar, si es que algún día quieres hablar con alguien que no sea Galen.

»Creo que es momento de que ya me vaya ―Harry trató de decir algo pero las palabras no le salieron ―, regresaré mañana, a menos que no quieras, házmelo saber si es así, no quiero molestarte. Adiós.

Harry escuchó como Louis se puso de pie y él hizo lo mismo.

Ambos se quedaron viendo la puerta que los separaba, y créeme, a los dos les dolía por igual. Se hicieron oír unas pisadas para después ir desapareciendo poco a poco.

―¡Va a volver! ¡Mañana escucharemos su voz otra vez! ―le decía Alison, mientras él continuaba viendo la puerta.

―Sí.