Se suponía que en navidad estarían tranquilos disfrutando de su compañía y que dejarían el tema de su hermana para después, pero Galen no podía contener la curiosidad que sentía y la necesidad de obtener respuestas lo antes posible, así que después de repartir sus regalos sacó el tema.
—Mamá la llamó Gisele... —le contó a Louis, y aunque siguió hablando, él no pudo prestarle atención, se había ido a un lugar de su memoria perdiéndose en esta; Harry se dio cuenta.
—Louis. ¿Louis? —pero parecía que estaba sordo, así que no fue hasta que Harry hizo que lo mirara a los ojos cuando pudo salir de su trance. —¿Qué pasa? —¿Cómo iba a explicarles que su mejor amiga de la infancia llevaba por nombre Gisele? Pensó que tal vez no importaba, seguramente había millones de niñas con ese nombre que habían crecido en un orfanato, esa coincidencia podía significar nada.
—¿Estuvo en el orfanato del valle oeste? —Cualquier respuesta era buena, o eso pensó él, aunque realmente Louis quería escuchar algo como "no lo sabemos", eso mínimo le daría el beneficio de la duda.
—Sí —Galen se puso de pie y se acercó hasta él, con una enorme sonrisa —¿Cómo lo sabes?
—Yo estuve ahí —lo dijo tan rápido que no le dio tiempo de pensar las palabras. Harry seguía con su cara inexpresiva (de siempre) y Galen había abierto la boca por la sorpresa.
—¿Trabajando? —intentó Galen, no era tonta, pero pensar en la posibilidad más absurda le hacía mejor que pensar que Louis alguna vez en su vida estuvo encerrado en un lugar como ese; sí, ella no sabía nada de lo que era estar en un orfanato, pero creía que eso era comparable con el encierro de Harry. Volteo para ver a su hermano y al verlo tan tranquilo se sintió tan fuera de lugar «Louis no me lo contó... pero a él sí» pensó.
—No —sus ojos se habían vuelto de un azul muy claro, casi grises. Harry sintió algo en el pecho, fue como si se le hubiera agrietado su corazón de piedra.
¿Por dónde podía empezar Louis? ¿Por "soy huérfano"? No le daba vergüenza ser lo que era, pero no le gustaba la lastima que las personas sentían por él, era incómodo e innecesario. Pero tenía que decirle, Harry lo había escuchado y en ningún momento fue grosero o descortés; tal vez comenzar por el principio era una buena idea.
—Galen, hay algo que no te he contado.
»
—Perdón —dijo Louis cuando terminó de contar su historia. Harry no sabía por qué Louis había llegado al orfanato, pero enterarse le hacía sentir triste; no podía creer como un ser humano tan lindo como Louis había pasado por algo tan devastador a tan corta edad, era algo tan injusto que incluso sentía impotencia.
—¿Por qué? —En todo ese rato Harry no dejó de tomarle la mano —No hay nada por que pedir perdón. Sabes que yo —se corrigió —, que nosotros siempre te vamos a escuchar. Si no quieres abrir tus regalos —Louis negó —será mejor que vayamos a dormir.
Galen tuvo que reprimir el impulso de reír, pareciera que la solución de Harry para todo era ir a dormir.
—Perdón —volvió a decir.
—No. Ven, vamos.
Harry y Louis desaparecieron de la sala, dejando a Galen procesando toda la información que acababa de recibir. Después de sentir que ya había captado todo, se puso de pie y se dirigió al piso de arriba, al cuarto de visitas. Encontró la puerta entreabierta, en el interior pudo ver a Louis acostado en la cama con las cobijas cubriendo su pequeño cuerpo, y a Harry de espaldas sentado en una silla. Tocó la puerta pero Harry no volteó, así que llegó hasta él, comprobando sus sospechas: observaba a Louis. Pero incluso aunque su expresión era la misma de siempre, sus ojos se notaban más cálidos, más suaves.
—Sería bueno que fueras a dormir también —dijo lo más bajo que pudo.
—No tengo sueño.
—Estará bien.
—Sólo necesito saber que está bien —Galen posó una mano en el hombro de su hermano.
—Y tú necesitas descansar. Estará aquí por la mañana —Harry por fin volteó a verla, Galen nunca había visto eso en sus ojos: llenos de preocupación; su significado era increíble, su hermano estaba preocupado por alguien más, a él realmente le importaba alguien —. Está bien.
Realmente no sabía exactamente a qué se refería con esas dos palabras, si a Louis, a la muerte de los padres de Louis, a su hermana perdida, a su condena inevitable, o a todo en general. Pero esas palabras sirvieron ya que Harry se puso de pie. Ambos salieron de la habitación, no antes de que Harry echara un último vistazo al menor.
Cuando estuvieron en el pasillo Galen hizo la pregunta que había estado queriendo hacer desde hace tanto tiempo, y aunque sabía la respuesta, quería escucharla decir a su hermano.
—Quieres a Louis ¿no es así? —Harry no tenía que pensarlo, pero necesitaba saber cómo decirlo.
—No —ella estaba apunto de discutir, así que Harry decidió ser más claro —. Eso sería limitarlo. Sinceramente no creo que haya alguna palabra que pueda describirlo, pero por lo que he escuchado que dicen las personas... creo que lo amo.
—¿Lo amas? —nunca se había imaginado decir esas palabras en una conversación con Harry, pero ahí estaban, afuera de la habitación donde dormía la persona que despertaba ese sentimiento en Harry. La idea le gustaba tanto que sonrió cuando lo dijo.
—Sí, lo hago.
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Un destino contigo [L.S]
Подростковая литература-Estás condenado, hijo. Que no se te olvide, nunca -se dio media vuelta para salir. Al cerrar la puerta las lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas, hace mucho que no sentía ganas de llorar, todavía más el tiempo en que no se lo había permiti...