❤️Capitulo 2❤️

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Estoy demasiado asustada, confundida, nerviosa, desconcertada e incluso me estoy empezando a sentir mareada. No tengo ni idea de dónde estoy y mucho menos sé la razón del porqué estoy desnuda.

¿Qué rayos pasó anoche?

Las lágrimas empiezan a salir de mis ojos sin control. No sé qué pasó anoche y tengo muchísimo miedo de que me haya acostado con algún desconocido. Ni siquiera sé en dónde estoy, ¿Qué debería hacer?

Sacudo la cabeza y trato de calmarme, limpio mis lágrimas y silenciosamente me empiezo a vestir. Estoy sola en este desconocido cuarto, me iré antes de que llegue alguien. Cuando termino de organizarme tomo mi celular y sin pensarlo dos veces salgo del cuarto y rápidamente bajo las escaleras.

¿Qué? Este lugar... Esta casa la conozco. Aún estoy en la casa de Ana, nunca me fui de acá.

—Briana, ¿Qué haces aún acá? —pregunta Ana mirándome desde la sala.

—Yo... Ammm... Es qué... —trato de hablar pero tengo un nudo en la garganta que me lo impide.

Sin decir nada más, salgo corriendo de ese lugar. Corro hasta llegar a una cuadra en donde no hay mucha gente. Organizo bien mi cabello y limpio todo rastro de lágrimas. No quiero que mi mamá se dé cuenta de lo que pasó. Aunque... ¿Qué fue lo que pasó? Eso ni siquiera lo sé yo.

¡¡ASH!! ¿POR QUÉ NO PUEDO RECORDAR NADA?

Silenciosamente abro la puerta de la casa y me adentro en ella. Veo a mi mamá sentada en la sala la cual al verme se pone de pie y me mira con el ceño fruncido.

—Estás castigada —dice a lo cual yo asiento con la cabeza en respuesta y rápidamente subo a mi habitación.

No quiero discutir con mamá, no en estos momentos. Sé que ella querrá explicaciones del porqué no llegué anoche a la casa y ya no quiero pensar en eso. Me aterra la idea de lo que pudo llegar a pasar.

Aunque... Amanecí en la casa de Ana, ella debe saber qué pasó, o al menos debió ver si estuve con alguien en esa habitación.

Tomo mi celular, marco su número y espero muy ansiosa a que ella conteste.

—Bri, ¿Estás bien? ¿Por qué te fuiste así de mi casa? —cuestiona en un tono muy preocupado.

—Estoy bien —miento —Necesito preguntarte algo.

—¿Qué cosa?

—Necesito que me digas qué pasó anoche. Qué hice y con quién estuve.

—No sé... Anoche estuve muy ocupada, después de que el juego terminó casi no pude estar contigo porque mi mamá quería que estuviera con la familia, ¿Por qué la pregunta?

—Ana, por favor. Necesito saber algo: ¿por qué amanecí en ese cuarto totalmente desnuda y por qué no recuerdo nada? ¿Acaso me acosté con alguien? —pregunto mientras hago un gran esfuerzo por no llorar.

—¿Qué? —suelta ella muy sorprendida —No sé prima, ni siquiera sabía que estabas durmiendo en mi casa. Pero no te preocupes, seguro no pasó nada. Anoche hizo muchísimo calor, tal vez te dio sueño, te acostaste en uno de mis cuartos y por el calor te quitaste la ropa. No pienses de más, estoy segura de que no pasó nada anoche —afirma pero yo no le creo.

Aunque no puedo recordar nada, siento que anoche pasó algo. Tengo una extraña sensación en mi cuerpo, estoy segura de que algo pasó y necesito saber qué y con quién.

—Bueno Ana, gracias. Disculpa molestar —digo para luego colgar sin dejar que ella responda.

Tiro el celular en la cama y entro al baño. Me daré una ducha a ver si logro relajarme un poco.

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