Enséñame a Amarte

❤️Capitulo 27❤️

EL GRAN DÍA

—Briana, trata de calmarte —dice mi madre tomando mis manos.

Debo admitir que tenerla junto a mí en este gran día me relaja un poco. Gracias a Dios nuestra relación ha mejorado. Ella me ha pedido perdón por la forma tan cruel en la que me trató en el pasado y yo también me disculpé por mis malos comportamientos. Ahora la puedo tener a mi lado y será ella quien camine conmigo por el pasillo y la que me entregue a Mike.

Me estoy muriendo de los nervios. Siento que tarde o temprano mi corazón saldrá de mi pecho.

Ya estoy casi lista para salir por el pasillo pero los nervios me impiden hasta respirar.

—Estoy muy nerviosa mamá, no creo poder hacerlo —confieso en medio de un ataque de nervios.

—Ven —me toma de las manos y me pone frente al espejo —. Mira, esa mujer que está ahí es mi hija, está realmente hermosa. Hoy es el mejor día de su vida y necesito que entienda que todo va a salir bien, que cuenta con mi apoyo y que debe de tratar de controlar los nervios. Debe de relajarse y disfrutar de su día —anuncia acariciando mis brazos.

—Gracias, mamá —digo en un pequeño sollozo a punto de ponerme a llorar.

—¡No llores! ¡Vas a estropear el maquillaje! —me reprende por lo cual trato de controlar las emociones.

Suelto un gran suspiro para quedarme observando mi reflejo en el espejo. Mi cabello está levemente recogido hacia atrás dejando unos cuantos mechones caer sobre mi rostro; y el vestido, por Dios, el vestido es hermoso. No sé ni como describirlo, es simplemente perfecto.

Tengo miedo de cómo reaccione Mike al verme. De solo imaginar aquello siento como todo mi cuerpo de pone frío.

¡Cálmate, Briana! Todo va a salir bien.

A lo lejos escucho que empieza a sonar una hermosa melodía que indica mi hora de entrar por el pasillo. Mi madre se me acerca rápidamente y me extiende su mano.

—Llegó la hora —informa mi madre y un poco dudosa tomo su mano.

Empezamos a caminar lentamente por el pasillo hasta que mis ojos se cruzan con la hermosa silueta de Mike.

Mike está parado en el altar y debo admitir que está jodidamente hermoso. Lleva un traje color vinotinto con un moño negro donde debería de estar la corbata. Cuando su mirada se cruza con la mía, noto como sus ojos brillan para luego llenarse de lágrimas y empezar a llorar. Trata de calmarse pero al parecer no puede controlar tanta emoción.

Muy nerviosa camino paso tras paso hasta llegar al altar. Doy un leve beso en la mejilla de mi madre y me paro junto a Mike el cual está limpiando sus lágrimas. Siento como una pequeña lágrima se desliza por mi mejilla la cual limpio de inmediato para luego tomar la mano de mi prometido.

La ceremonia comienza y ambos préstamos suma atención a cada palabra que sale de la boca del pastor. Terminamos aceptando y después Mike pone un hermoso anillo en mi mano izquierda y acto seguido yo hago lo mismo con él.

—¡Es oficial! Los declaro Marido y Mujer —dice el pastor muy emocionado —. Mike, puedes besar a la novia.

Mike y yo nos quedamos mirando un par de segundo y sin pensarlo más, unimos nuestros labios para besarnos de una forma que nunca habíamos hecho. Siento como ese simple beso me sube hasta las nubes pero los aplausos en el fondo hace que caiga nuevamente en la realidad. Lentamente nos alejamos y luego nos damos un cálido abrazo.