Enséñame a Amarte

❤️Capitulo 34❤️

NARRA BRIANA

Estoy muy asustada, no sé qué hacer ante esta situación. Mike está arrodillado en el suelo con sus manos en su cabeza y una clara expresión de dolor en su rostro, la hemorragia de su nariz parece no querer detenerse y Mike solo se retuerce de dolor.

De repente su cuerpo cae sobre el suelo inconsciente. Muy alterada miro a Danna con la esperanza de que actúe como la doctora que es, pero ella simplemente no hace nada.

—¿Qué hacemos? —pregunto rompiendo con el incómodo silencio.

—Mike estará bien, su reacción es normal en estos casos. Él acaba de recordar todo, su vida entera acaba de pasar frente a sus ojos como una especie de película en cuestión de segundos. Es normal que se desmaye.

—¿Me ayudas a subirlo a la cama?

Ella asiente con la cabeza y ambas hacemos un gran esfuerzo por subirlo a la cama hasta que por fin lo conseguimos.

—¿Por qué lo trajiste? —cuestiono mirándola fijamente logrando que se incomode.

—Tenía que decir la verdad, no podía acostarme con él.

—¿Qué? —espeto muy furiosa mientras aguanto las ganas de golpearla —¿Te ibas a acostar con él?

—Él quería, estaba seguro de que yo era su esposa pero no fui capaz, aunque en el fondo quería sentirlo cerca, sabía perfectamente que lo que estaba haciendo estaba mal, no podía seguir con eso, preferí decirle la verdad.

—Hasta que por fin te diste cuenta, tarde, pero lo hiciste. Gracias por eso —digo con sinceridad y ella sonríe.

—Lo siento, no sé qué me pasó. Yo no soy así, es solo que Mike me gusta hace muchísimo tiempo y creo que...

—No te quiero cerca de él —la interrumpo y ella abre sus ojos sin poder creer lo que dije.

—No puedes prohibirme ser su amiga.

—Me lo robaste durante durante dos semanas, lo besaste frente a mí y mentiste sobre ser su esposa. ¡No te quiero cerca de mi chico nunca más! —espeto furiosa y ella frunce el ceño.

—Si crees que me alejaré de él estás muy equivocada. Reconozco mi error pero si no es Mike el que me pide que me aleje nunca lo haré. Además, soy...

—No te quiero volver a ver.

Una débil voz se escucha en la habitación. Ambas seguimos la voz hasta encontrarnos con un pálido Mike, acostado en la cama mirándonos con sus ojos entreabiertos.

—Danna, no puedo perdonar lo que me hiciste —anuncia Mike mientras se incorpora con mucha dificultad sobre la cama —Se supone que eras mi amiga, los amigos no hacen eso.

—Mike, por favor, no me hagas esto, yo...

—Vete —la interrumpe —. De ahora en adelante no eres nada más que una compañera de trabajo, olvídate de los años en que estuvimos juntos y sobre todo, olvídate de lo que sientes por mí, estás obsesionada, das miedo —anuncia con su mirada débil.

Danna agacha la cabeza mientras trata de controlar las lágrimas.

—Lo siento... —dice para luego irse de la habitación.

Miro a Mike el cual se tumba nuevamente en la cama. Su apariencia me preocupa, no se ve nada bien.

—¿Te sientes mejor? —pregunto mientras me siento junto a él.

—No... —me mira y toma mi mano con la suya —Pero al menos ahora te recuerdo que es lo más importante —me regala una débil sonrisa.

—¿Sabes lo mucho que sufrí al ver como la besabas a ella? ¿Al ver como decías amarla a ella y no a mí?

Los ojos se me llenan de lágrimas pero trato de calmarme.

No debo reclamarle nada. Mike no tiene la culpa.

—Lo siento... —aprieta nuestro agarre de manos —Prometo nunca más volverte a olvidar.

—Gracias por estar vivo —digo para luego darle un fuerte abrazo —. Cuando te vi allí, en esa camilla inconsciente y cubierto de sangre, mi mundo se me vino encima, creí que te había perdido, creí que nos dejarías solos, no pude evitar pensar lo peor, yo...

—¿Solos? —me interrumpe —¿Dejarlos solos? ¿Tú y a quién más?

Limpio las lágrimas de mis ojos, tomo su mano suavemente y la pongo sobre mi vientre plano. Él se queda observando mi vientre sin entender, para luego mirarme a la cara, volver a poner los ojos en mi vientre y luego en mi cara nuevamente. Parece comprender mi acción porque abre sus ojos de par en par.

—¿Estás...

—Embarazada —termino su oración.

Al escucharme, una enorme sonrisa se forma en su rostro. Pone su otra mano sobre mi vientre sin dejar de sonreír.

—¿Seré papá? —pregunta incrédulo.

—Sí cariño, seremos padres.

Mike se me acerca para darme un beso en los labios y al separarse noto que está llorando.

—Esa es la mejor noticia que me han dado en toda mi vida —comenta con mucha emoción.

—Trata de descansar, estás pálido —digo mientras quito unos mechones de su cabello que caen sobre su frente.

—¿Descansar? Con la noticia que me acabas de dar no podré ni dormir —comenta burlón y no evito reír.

—Trata de dormir.

—¿Dormir? No, deberíamos celebrar.

Me toma de los brazos y me jala hacia él dejándome sentada sobre su vientre. Siento como sus manos se posicionan en mis nalgas y luego las aprieta con deseo.

—Te vas a terminar desmayando —advierto y él se ríe.

—Podré aguantar.

—¿Es cierto que te ibas a acostar con Danna? —cuestiono arqueando una ceja con notable desagrado en mi voz.

—¡Joder! Pensé que eras tú —se excusa —. Te prometo que no hicimos nada.

—Pero casi lo hacen.

—Lo siento, bebé —pone sus manos en mis mejillas y me obliga a mirarlo para luego hacer un puchero —, no estaba en mis cinco sentidos.

—¿Qué sentías cuando la besabas?

—¡Briana! —espeta con el ceño fruncido —No fue mi culpa, deja de hablar de eso por favor.

—No puedo, la imagen ha quedado grabada en mi cabeza. Simplemente no lo puedo olvidar —gruño y desvío la mirada.

Mike suelta un pesado suspiro y en un rápido y ligero moviendo, me acuesta sobre la cama y se posiciona sobre mí. Abro mis piernas para que él se acomodé en medio de estas.

—¿Quieres que te ayude a olvidar? —pregunta coqueto mientras pasa su húmeda lengua por mi cuello.

Suelto un pequeño gemido para luego sentir sus manos agarrar mis pechos y apretarlos como si los fuera a arrancar. Paso mis manos por su cuello y enredos mis dedos con su negro cabello. Con mis piernas entrelazadas lo empujo con fuerza hacia mí hasta sentir su cuerpo lo suficientemente cerca del mío. Araño su espalda sobre su playera y luego, sin pedir permiso, me deshago de ella. Paso mis manos por su abdomen desnudo hasta ponerlas en su cinturón. Mike quita mi blusa, luego mi sostén y lo lanza en algún lado de la habitación. Se queda observando mis pechos y de forma inconsciente se muerde el labio inferior.

—Te haré gemir hasta que olvides las estupideces que hice —es lo último que dice para luego devorarme como suele hacerlo.

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Hola! Actualicé antes de tiempo. No les molesta o si?

Espero les haya gustado el capítulo. Voten y comenten si es así.

Los quiero! ♥o♥