NARRA MIKENo me canso de ver el hermoso rostro de mi futura esposa. Allí está, durmiendo con su cabeza recostada en mi brazo izquierdo. Su respiración choca con mi rostro y puedo sentir los leves latidos de su corazón. Podría quedarme todo el día a su lado en esta posición. La extrañé tanto durante estos dos largos años que incluso no soporto ir al baño y alejarme de ella solo tres minutos.
Briana, ahora es una parte de mí, tal y como lo dije anoche, ella es mi mundo y la verdad es que no imagino una vida sin ella. Jamás pensé que sería posible estar tan enamorado de alguien como lo estoy de ella.
Con mi mano derecha acaricio suavemente su cabello y veo como ella frunce el ceño, suelta un pequeño suspiro para luego abrir lentamente sus ojos y mirarme fijamente.
—Buenos días —susurra con sus ojos entreabiertos.
—Buenos días, mi amor —digo mientras la rodeo con mis brazos y le doy un cálido abrazo.
—¿Hace mucho despertaste?
—Algo así, unos ronquidos no me dejaron dormir —comento burlón y ella gruñe.
—¿Otra vez con eso? —espeta molesta —Si tanto te incomodan, entonces no vuelvo a dormir contigo.
—Eso nunca —niego entre risas —.Con tal de despertar a tu lado todas las mañana estaría dispuesto a dormir con tampones en las orejas —bromeo y ella me golpea mientras ríe.
Como amo verla reír.
—¿No tienes que trabajar? —pregunta dando un beso en mi mejilla.
—Hoy me toca el turno de la noche —informo mientras acerco mi rostro al de ella —. Y si me vas a besar que sea en los labios —susurro coqueto y ella rueda los ojos.
—Yo beso a mi esposo donde yo quiera —señala con voz amenazante haciendo que yo arquee una ceja.
—Eso suena rico.
—¡Mike! —me golpea en la cabeza —Tú no cambias —comenta burlona mientras se levanta de la cama —. ¿Te bañas tú primero o lo hago yo? —pregunta desde la puerta.
—¿Y si nos bañamos juntos? Digo, para ahorrar agua —propongo con una sonrisa burlona.
—¿Y si mejor te mueres? Digo, para ahorrar oxígeno —dice para luego desaparecer de mi vista.
Ese comentario no lo vi venir.
Me encanta hacerla enojar, es tan tierna.
Después de varias horas, mi hermosa novia y yo, ya nos hemos bañado y desayunado. Yo me encuentro acostado en la cama mientras la veo aplicarse un poquito de maquillaje en su perfecto rostro.
—¿Cómo me veo? —pregunta parándose frente a mí. Mis ojos recorren todo su cuerpo viendo cada detalle de él.
—He visto mujeres más lindas, pero no estás mal —bromeo y ella me mira indignada —. Es broma —informo antes de que ella me mate —. Estás hermosa, muy hermosa.
—¿A dónde vamos a ir? —pregunta muy curiosa.
—A donde tú quieras, después de tenerte a mi lado no me importa nada más.
—Eres un hombre tan cursi —dice burlona.
Al escuchar esas palabras me levanto de la cama y camino rápidamente hasta quedar frente a ella, pongo mi mano en su cintura y con un solo movimiento la acerco a mí hasta que nuestros pechos chocan y su respiración acaricia mi rostro. Con mi otra mano me dedico a poner tras su oreja un mechón de cabello que cae sobre su mejilla. Me le quedo observando fijamente y veo como ella muerde su propio labio inferior provocando en mí un fuerte deseo por hacerla mía, pero debo controlarme, no debo de pasarme de listo con ella. Si en verdad la amo debo aguantar hasta el matrimonio para poder besar cada rincón de ese cuerpo que tanto me enloquece.
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Enséñame a Amarte
Romance[COMPLETA/CORREGIDA] Una chica con solo 18 años, una fiesta, adolescentes locos, drogas, sexo y alcohol. ¿Qué podría salir mal? Esa era la pregunta que Briana se hacía mientras tomaba la horrible decisión de ir a aquella fiesta, pero ella no sabía...