NARRA BRIANA
Después de escuchar esas palabras me quedo en shock. No soy capaz de moverme o de hablar. No sé ni qué pensar. Esto no puede ser verdad, es imposible, Mike no me haría algo así.
—Eso... Es imposible. Estás mintiendo —susurro y él se sienta nuevamente con la cabeza agachada.
—Es la verdad, yo soy el papá de ese bebé —confiesa y no evito ponerme a llorar.
—¿Por qué...? ¡¿Por qué me hiciste eso?! ¡¿POR QUÉ A MÍ?! —lo tomo de la camisa obligándolo a mirarme.
—Lo siento...
—Eres una basura. Me aseguraré de que te pudras en la cárcel por haber abusado de mí —lo suelto y me siento frente a él mientras lo fulmino con la mirada.
—Pero no es mi culpa, créeme —dice mirándome con arrepentimiento.
—¿No es tu culpa? ¡¿Cómo rayos no va a ser tu culpa?! ¿Eres tan torpe que me terminaste violando por accidente? —cuestiono en tono sarcástico.
—Briana, creo que esa noche nos drogaron o algo porque yo tampoco recuerdo nada.
—¿Qué? ¿A qué te refieres? —le pregunto sin entender muy bien.
—Se supone que esa noche no bebimos alcohol. Nos la pasamos tomando gaseosa y sin embargo nos embriagamos, recuerdo que ambos estábamos mareados y con ganas de vomitar. Lo último que recuerdo es que estábamos bailando, no recuerdo nada más. Pero a la mañana siguiente desperté en una habitación desconocida, noté que estabas junto a mí y que los dos estábamos desnudos. Tenía miedo de imaginar lo que había pasado entre los dos. Solo me vestí y me fui antes de que tú despertaras. Luego te vi en la iglesia y nunca me dijiste nada. Supuse que tampoco lo podías recordar así que no quise hablar del tema. Pero luego me entero de que estás embarazada y que el bebé es mío. ¿Qué esperas que haga? —explica y yo solo lo miro con mucha frustración.
Fue con él, ¿Me acosté con Mike? ¿Él es el dueño de todos aquellos besos y caricias que recibí? ¿Él fue quien dejó aquellos hematomas en mi cuerpo? ¿Él es el papá del bebé en mi vientre? ¿Él fue quien robó mi virginidad sin mi consentimiento? Nunca lo imaginé. No sé qué debería hacer en esta situación.
—Mike, yo... —trato de hablar pero no sé ni qué decir.
—No te permitiré abortar. Si no quieres el bebé está bien, puedes dármelo después de que nazca, yo lo puedo criar solo pero jamás permitiré que mates a mi hijo. Esto no es su culpa —dice y no sé porqué pero al escuchar eso siento como mi corazón salta.
—No lo mataré —aclaro y él me regala una enorme sonrisa.
—Me alegra escuchar eso —confiesa —Briana, seremos los mejores padres del mundo. Al bebé no le faltará nada, seremos una familia llena de amor y estaremos bajo la bendición de Dios y...
—¿Familia? —lo interrumpo —¿Llena de amor? —cuestiono y él me mira confundido —¿Cómo podemos estar llenos de amor si ni siquiera nos gustamos? Lo nuestro fue un error y este bebé es la consecuencia de ese error. ¿Cómo es que puedes estar feliz?
—Sí, fue un error, un muy grande error. Pero Briana, ese bebé es un milagro, tal vez no es como lo había planeado ni con la mujer que amo pero los planes de Dios son perfectos y si esta es la voluntad de Dios, estoy decidido a aceptarla con mucha felicidad.
—La voluntad de Dios... —susurro con mucha rabia.
¿Cómo puede ser esto la voluntad de Dios? ¿Acaso Dios quería que yo quedara embarazada a los 18 años y que fornicara sin siquiera ser consciente de eso? ¿La voluntad de Dios es que el padre de mi hijo sea un hombre que ni quiera me gusta? Se supone que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta. ¡Esto no es nada de eso!
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Enséñame a Amarte
عاطفية[COMPLETA/CORREGIDA] Una chica con solo 18 años, una fiesta, adolescentes locos, drogas, sexo y alcohol. ¿Qué podría salir mal? Esa era la pregunta que Briana se hacía mientras tomaba la horrible decisión de ir a aquella fiesta, pero ella no sabía...