Este momento, este preciso momento lo he estado esperando durante cinco largos años. He estado esperando tenerlo cerca, poder abrazarlo y besarlo. He deseado poder sentir su agitada respiración chocar con la mía y sentir su acelerado corazón a punto de salir de su pecho. Sentir sus húmedos labios sobre los míos me hace sentir como si de nuevo estuviera viva.
Mike pone sus manos en mis caderas y me acerca más a él. Paso mis brazos al rededor de su cuello y lo beso desesperadamente demostrado lo mucho que me hizo falta y lo mucho que le deseé. Siento como él muerde mi labio inferior haciendo que suelte una pequeño gemido de dolor.
—Lo siento —susurra para luego seguir besándome.
Después de varios minutos nos decidimos separar por falta de oxígeno. Mike se me queda observando fijamente y con una enorme sonrisa en sus labios.
—No tienes idea de lo mucho que extrañé el poder tenerte cerca —dice y yo simplemente le sonrío.
—¡Doctor! —una enfermera entra a la oficina interrumpiendo nuestras miradas —Es urgente, lo necesitamos ya en la sala de emergencias.
—Voy para allá —informa Mike y luego la enfermera se retira.
—¿No sabe tocar? —gruño —¿Todas las enfermeras entran y salen de tu oficina cuando les da la gana? —cuestiono con el ceño fruncido y sintiéndome un poco molesta.
—Sí, a veces. Pero te aseguro que eres la única a la que he besado en este lugar —confiesa y no evito sonreír —. Oh bueno, eres la única que he besado después de que pasó el insistente en la fiesta de Ana.
—No mientas.
—No lo hago. Pero ahora debo irme, el trabajo me llama —anuncia para luego dar media vuelta y empezar a caminar en dirección a la puerta —. ¿Estarás en casa para cuando vuelva, verdad? —pregunta un poco preocupado.
—Estaré esperándote acostada en tu cama usando tu ropa como pijama, lo prometo.
Sin decir nada más, él desaparece de mi vista. Suelto un enorme suspiro y no evito acariciar suavemente mis labios mientras el recuerdo de nuestro beso vuelve a mi cabeza para luego reírme como toda una estúpida.
Definitivamente estoy muy enamorada de Mike.
Puede que parezca algo estúpido e incluso egoísta pensar eso. Pero el hecho de que me haya ido durante dos años, no quiere decir que no lo amaba o que no lo haga aún. Es mas, ¿tienen idea de cuántos matrimonios se destruyen tras la perdida de un hijo? Superar la pérdida de un hijo nunca es fácil y en el proceso muchas veces el amor entre la pareja se acaba y solo queda odio ente los dos. Yo preferí irme antes de que todo eso pasara, preferí alejarme y volver cuando la herida ya hubiese sanado por completo, porque aunque no lo crean, siempre pensé en volver. Ustedes podrán pensar que el haberme ido fue muy egoísta, pero a mi parecer, fue lo mejor que pude hacer para luchar por el amor que le tengo a Mike.
Después de un rato, salgo de su oficina encontrándome con la mirada de varias enfermeras. Carraspeo mi garganta muy incómoda para luego irme ignorando a todos los presentes mientras hago el mejor esfuerzo por caminar sin apoyar mucho mi pie y así no terminar de lastimarme.
Entro a la casa de Mike, nuestra casa, y sin pensarlo dos veces me introduzco en mi habitación. Me quedo observando todo el lugar y luego siento como una pequeña lágrima se desliza por mi mejilla.
Mi herida ya ha sanado por completo pero aquella cicatriz aún está sensible y duele, no tanto como hace dos años pero aún duele.
El sonido de la puerta principal y luego unos pequeños ladridos de Carly, logran sacarme de mis pensamientos. Limpio mis lágrimas y abro la puerta encontrándome con Camilo, el chico que aseguraba ser el verdadero padre de mi bebé.
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Enséñame a Amarte
Romance[COMPLETA/CORREGIDA] Una chica con solo 18 años, una fiesta, adolescentes locos, drogas, sexo y alcohol. ¿Qué podría salir mal? Esa era la pregunta que Briana se hacía mientras tomaba la horrible decisión de ir a aquella fiesta, pero ella no sabía...