Mírame

Sentimientos

A primera hora del sábado Gèrard ya estaba tocando en el salón. Aunque se acostarse tarde contándole a Flavio cada detalle de ese rato en el parque se despertó temprano. Estaba inspirado. La noche anterior le había hecho darse cuenta de que todo avanzaba. Ya no eran suposiciones o expectativas, había confirmado que la chica sentía algo parecido a lo suyo. Había hecho falta un beso para confirmarlo. Ella le había dibujado, regalado sus versos y mirado con los ojos más sinceros que podría ver nunca y él había necesitado algo tan tonto como un beso. Repasó cada segundo de aquel beso mientras tocaba una de sus canciones favoritas, la que compartió con ella días antes. Sabiendo que cada palabra que salía por su boca era mentira. Iba a enamorarse.

Anne despertó horas más tarde pero la primera imagen que le vino a la cabeza fue la misma que la del chico. La noche anterior. Podía sentir todavía el roce de aquellos labios, las manos fuertes y delicadas de Gèrard paseando por su espalda y el olor que siempre desprendía. Si cerraba los ojos podía ver los del contrario mirándola fijamente. Necesitaba volverle a besar y pasar horas acariciando aquel flequillo que tanto le gustaba. No resistió las ganas de escribirle y cuando cogió el móvil ya tenía un mensaje del chico.

Gèrard
¿tienes plan de sábado?
10:23 ✓✓

Anne
quedar contigo si te apetece
12:21 ✓✓

Gèrard
¿y que quieres hacer?
12:24✓✓

Anne se paró a pensar que le gustaría hacer pero la verdad era que con compartir el tiempo con él le bastaba. No era mucho de salir de noche y tampoco era un plan que le apeteciera compartir con el chico en aquel momento. Miró la cartelera y tampoco encontró ninguna película interesante para ir al cine. El parque estaba descartado pues la mayoría de días de la semana se veían ahí. Salir a cenar quizá era demasiado. Se estaba quedando sin ideas cuando volvió a sonar su móvil.

Gèrard
si quieres, puedes venir a casa lo que
pasa es que tu compañero de bromas
contra mi me abandona este finde
12:28✓✓

Fue la manera más sencilla que encontró de contarle que Flavio se iba a Murcia el fin de semana para ver a su familia y estarían solos. No quería ir demasiado rápido y que aquella burbuja explotarse. Construir lo que fuese aquello era a lo que más mimo iba ponerle desde hace mucho tiempo.

Anne
vale, en un rato voy
12:27✓✓

Las respuestas cortas de Anne no le sorprendían. Estaba claro que la chica no era de estar pegada al móvil y mucho menos de mantener conversaciones largas por mensajes. Le gustaba aquello porque significaba que todas las conversaciones que tuviesen sería mirándola a los ojos. No podría negarle nunca nada si ella la miraba siempre de aquella forma. "Una semana" repitió en su cabeza sin dar crédito.

Anne avisó a sus padres de que comería fuera, no sabía cuándo volvería. Su madre la obligó a coger algo de abrigo por si volvía tarde, aún por las noches hacía fresco. Ella se resignó sabiendo que seguramente luego lo agradecería. Llevaba una blusa ancha de colores vivos y unas medias así que la única opción que encontró fue una chaqueta vaquera. Se volvió a mirar en el espejo intentando peinar alguno de los rizos de su cabeza sin mucho éxito. Dió un beso a cada uno de sus padres y bajó al metro dirigiéndose a casa del chico.

Él la recibió con la sonrisa que le caracterizaba y el pelo mojado. Estaba guapísimo con aquellos mechones sobre la frente. Ella no pudo contenerse despeinarle un poco para luego dejar un pequeño beso sobre sus labios. Gèrard se sorprendió un poco, no se iba a acostumbrar a aquellos labios tan pronto. Ella entró directamente a la cocina. Iba guapísima, el rubio repasó cada milímetro de su cuerpo con la mirada mientras ella caminaba delante de él. Pasó delante de ella para dirigirse a la nevera sacando dos cervezas para ofrecerle una.