Lo primero que hizo Gèrard al llegar a casa fue ir a la habitación de Flavio. No se planteó que su amigo podría estar dormido, ocupado o que quizá no le apeteciera escuchar su historia en ese momento. Nunca había pasado eso. Daba igual como se encontrase Flavio que siempre tenía hueco para él. El moreno estaba en su escritorio boceteando algo cuando el otro chico entró. Miró a Gèrard con intriga viendo algo más detrás de aquella media sonrisa.
- Anne, se llama Anne - dijo sabiendo que su amigo interpretaría lo que aquello significaba.
Se dirigió a la cama tumbandose en ella. Flavio le pidió que continuara con un gesto, sonriéndole. La felicidad le invadía al saber lo feliz que estaba Gèrard. No podía evitarlo, su amigo era la persona a la que más necesidad de proteger tenía y aquello le alegraba más que sí le hubiera pasado a sí mismo.
-Estaba en el parque, me ha dicho que suele estar por allí y que le encanta como toco, que nos volveremos a ver y... no sé, Fla, tiene algo especial. ¿Sabes lo difícil que era volver a verla? No me lo puedo creer- decía sin parar si quiera a respirar, miraba a su amigo con los ojos brillantes y con una sonrisa que era difícil ver en él. - Tampoco le he hablado mucho, ni ella a mí pero te prometo que cuando vuelva a verla lo haré.
Lanzó un suspiro enorme volviéndose a odiar a sí mismo por solo haber sido capaz de tocarle una canción. Necesitaba saber tantas cosas de ella que no sabría por dónde empezar. Era inevitable pensar en que mañana volvía a tener clase, que se lo había dicho y que quizá volvían a sentarse en aquel banco juntos. Flavio le sacó de sus pensamientos.
-Te vas a enamorar, Gèrard- dijo remarcando su nombre, como cada vez que quería quitarle importancia a algo que decía.
El rubio le respondió lanzando un cojín y así empezó una de sus habituales guerras. Siempre ganaba Gèrard o, más bien, Flavio se dejaba ganar para que la lucha no fuese eterna. Siempre acababan los dos tirados en la cama, riéndose a carcajadas. Sus costumbres podrían ser un poco cuadro, pero eran su cuadro.
Anne no podía dejar de escribir. Relataba una y otra vez, sin parecerle lo suficientemente concreto, aquel cruce de miradas. No le convence. No encuentra las palabras. Es la una de la mañana cuando decide subir a casa y dejar aquel trabajo para el día siguiente. De camino a casa miró su móvil después de horas.
Anaju
le has visto??
22:30 ✓anne lukin, me vas a responder
cuando me haya ido a dormir
23:49✓mañana voy a despertarte,
aviso
00:13✓Anne
se llama gèrard, me ha tocado
la guitarra
01:07 ✓ni se te ocurra despertarme, ana julieta
01:08✓
Anne sabía que su amiga no le haría caso y decide ir a la cama en cuanto llegó a casa. Le es fácil dormirse, ya se recreó demasiado en el recuerdo de aquella noche y su libreta guarda todos los pensamientos que tuvo sobre ese momento. Así que pensando en aquella dulce melodía, se quedó dormida.Gèrard se despertó con la luz del sol como siempre. Pasó la mañana tranquilo. Flavio se fue a casa de un compañero de piano, invitó al rubio pero este lo rechazó. Prefería quedarse en casa dándole vueltas a aquella letra que no conseguía terminar. Flavio se enfadó porque estaba seguro que tenía miles de ideas pero las rechazaba todas pensando que no eran lo suficientemente buenas. Le dio una buena charla de buena mañana pero, sin poder evitarlo, le dio un abrazo y un beso en la frente antes de dejarle a solas con su guitarra.
Anne se despertó con la llamada de Anaju y tras varias amenazas de muerte hacia la morena, le contó todo lo que había pasado la noche anterior. El sonido de aquella melodía, la conexión de sus ojos y las pocas palabras que habían cruzado. Lo tímido y lo nervioso que parecía el chico y como ella se sonrojaba si él la miraba de cerca. Anaju comentó como aquello parecía una película. Anne volvió a quererla matar pero acabó contándole ilusionada las ganas que tenía de verle de nuevo.
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Mírame
RomanceHay miradas de muchos tipos. Miradas de odio, miradas de reproche, miradas de compasión, miradas de ilusión, miradas de admiración, miradas de placer... Todavía no había encontrado la manera de definir aquella mirada y eso que a ella nunca le falta...