Banda sonora

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Flavio llegó a casa cansado del viaje. El olor a sopa le hizo sonreír. En la cocina estaba Gèrard preparando la cena para cuando el llegase. Se abrazaron más tiempo del socialmente aceptado. Se habían acostumbrado demasiado a compartirlo todo, los momentos en los que se separaban eran siempre duros. Era evidente la conexión y el apoyo del uno en el otro. Flavio le contó todo su fin de semana. Había estado día y noche con su madre, su hermana y el nuevo miembro de la familia, un gatito. Le enseñó a su amigo unas cien fotos de aquel pequeño animal. Se notaba como a Fla se le caía la baba mirándole. Gèrard supo que en algún momento tendrían que tener una mascota. Habían terminado de cenar, se disponían a ver una película cuando el moreno se acordó de Anne y le preguntó por ella.

- Le he compuesto una canción - dijo como resumen.

Después de un rato cayó en la insistencia de su amigo por escucharla. Le daba vergüenza que alguien que no fuese ella la escuchara pero al fin y al cabo era su mejor amigo y seguramente él fuese más objetivo que Anne. Al acabar la canción y pedirle su consejo Flavio solo supo adular aquella canción, eso le dejó más tranquilo.

-¿Te acuerdas cuando te dije que ibas a enamorarte? - dijo entre risas.

-Callate - respondió tirando su cuaderno hacia él.


Acabaron la noche viendo la película juntos, abrazados en el sofá. Aunque el cansancio de Flavio hizo que se durmiera antes de ver el final. Gèrard le despertó cariñosamente para casi dirigirlo a su habitación. Antes de meterse él en su propia cama, le envío un mensaje a la chica. Hacía horas que se habían visto pero necesitaba comunicarse con ella.

Gèrard
le he enseñado tu canción a fla
le ha gustado
00:43✓✓

Anne
ahora me crees?
00:44✓✓

Gèrard
te creía, solo necesitaba opinión musical
00:44✓✓

buenas noches, descansa ✨
00:46✓✓

Anne
buenas noches, gè✨
00:48 ✓✓

Los siguientes días pasaron sin mucho que destacar. Anne se dedicaba a seguir escribiendo en el parque, comenzó a dibujar un poco más en su habitación ya que el sol comenzaba a ser más fuerte y había horas en las que estar en el parque eran más bien una tortura. Anaju se quedó a dormir en casa un par de noches y la obligó a madrugar esos dos día. Gèrard empezó a trabajar para un chico, ayudándole con los arreglos de su disco, lo que le hacía tener todas mañanas ocupadas. Las tardes las pasaba en su mayoría con Flavio, quitando las que tenía clase que solía pasarlas con Anne. Habían hablado de tantas cosas que había perdido la cuenta. Tenían gustos muy parecidos, ideas cercanas y valores similares. Los sentimientos se intensificaron y también las ganas de buscarse. Si no fuera porque esa semana solo se habían visto en el parque, seguramente habrían pasado horas dándose besos.

El viernes Maialen le dió una sorpresa. El sábado tenía un bolo en un bar del centro y quería que en algunas canciones le acompañase con la guitarra. No necesitaba preparación ya que los días que llevaban de clase eran casi ensayos. Él no podía decirle que no a esa persona. Mai se había portado tan bien desde que la conoció que jamás podría negarle nada.

- Invita a Anne, Gè - dijo volviendo a usar ese tono casi de súplica que había usado al pedirle que le acompañase. - Me hablas mucho de ella, quiero conocerla de verdad. Y a ese amigo tuyo, Flavio. El sitio es muy guay, os va a encantar.

El rubio de nuevo no pudo negarle nada. Le había ilusión que conocieran la música de Mai y le escuchasen tocar. Así, que esa noche, cuando bajó al parque, invitó a Anne a que le acompañase. Ella dudó. El sábado había más transporte público pero volver a esas horas desde el centro a casa iba a ser complicado. Podría haberse quedado en casa de Anaju pero habían venido sus primas del pueblo y ya había suficiente jaleo en sí casa.

- Gè, sabes que me muero de ganas por escuchar a Mai por todo lo que me cuentas pero no sé puede - dijo acariciandole la mano.

Gèrard tenía una idea pero no sabía como se la tomaría la chica, por mucha conexión que tuviesen llevaban conociéndose dos semanas. Aún así quería compartirla con ella como última opción.

- ¿Y si te quedas en casa? - dijo poniendo una media sonrisa mientras se le cortaban las palabras, ella aprovecho para reír.

- ¿Me estás pidiendo que duerma contigo? - respondió sabiendo que aquello le daría vergüenza al chico, los ultimos días había aprendido cosas que le ponían nervioso y le encantaba picarle.

- No - contestó picando la también a ella. - Puedes dormir con Fla o en el sofá.

Ella entornó los ojos arrugando la nariz para empezar a golpear el brazo de Gèrard y él la paró haciéndole cosquillas. Después de un rato jugando, empezaron a hablarle más en serio.

- Tengo que hablar con mis padres - dijo peinando al chico, cosa que nunca se iba a cansar de hacer. - No creo que haya problema, así que mañana dormiré contigo.

Gèrard casi se atraganta al oír las últimas palabras. Iban a dormir juntos. Aquello no tenía que significar nada que no fuese dormir pero compartir cama con ella ya le ponía nervioso. ¿Cómo sería verla dormir cerca de él? ¿Y despertarse con ella? Estaba deseando que llegase el concierto pero sobretodo aquella parte. Tenía que pasar el día ensayando y eso haría que no pensase demasiado en aquel momento, menos mal. Anne, como de costumbre, le sacó de sus pensamientos.

- Hey, tienes que irte. Mañana después de comer voy a tu casa y dejó allí las cosas, ¿si? Te acompaño al bar, quiero ver la prueba de sonido y todo - habló emocionada, le hacía ilusión conocer un poco más de aquel mundo.

Gèrard asintió y se acercó para besarla. Sus besos eran siempre igual de especiales aunque ya hubiesen perdido la cuenta de los que habían compartido en una semana.

- Me hace mucha ilusión lo de mañana - dijo antes de dejarla sola. - Todo.

Y allí se quedó como siempre Anne, con una sonrisa mirando como Gèrard se marchaba para dejarla con sus pensamientos y sus palabras. No iba a negar que estaba nerviosa por dormir con el pero es que la confianza era tanta que le sorprendía que todavía no se hubiese dado. Todavía le fascinaba que solo hiciese dos semanas que compartían aquel banco, una de su primer beso. Por primera vez en muchos días, necesitó escribir algo que no fuese en verso.

No sé que banda sonora nos pondría, lo he pensado mucho. El día que me cantaste Wicked Game pensé que sería nuestra canción pero está claro que nos estamos enamorando. No sé si sería una canción alegre que me recuerde los momentos en los que no podemos parar de hacernos bromas encadenadas hasta que me pagas con tus cosquillas. Quizá podría ser algo más tranquilo, solo un piano, para trasladarme a tus ojos que siempre son paz y calma. O algo más movido que refleje los vuelcos que me da el corazón cuando te acercas poco a poco a mis labios sin dejar de mirarme. Podría ser mi canción pero estoy segura que nos estarias de acuerdo por esa manía tuya de no valorar tu arte y, además, habla mas de mi que de ti. Dudo que alguien haya escrito algo que se parezca a esto, que describa lo que somos. Así que no se cual será nuestra banda sonora.

Tienes que escribirla tú, no tengo ninguna duda. Hazlo algún día, por favor. Escríbenos.

MírameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora