Epílogo I

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14 de Agosto de 2020

Anne dormía en los brazos de aquel que llevaba todo el verano alimentando su corazón. Ésta vez, la primera, en su propia cama. Sus padres habían ido de vacaciones dejándola sola en casa. A ella le gustaba tener todo aquél espacio para ella, llevaba dos años sin acompañarles. Ahora lo compartía con él. Habían decidido que pasara aquellos días con ella, intimidad completa. Pese a esto, sus amigos acababan allí cada día. Se habían hecho un grupo sólido.

Gèrard la despertó acariciándole la mejilla, como siempre. Aquel roce siempre le iba a parecer igual de especial. No se veía capaz de cansarse de sus caricias. Cada día juntos era especial. Todavía, de vez en cuando, sus miedos florecían pero siempre estaba el rubio para podarlos. Llevaban dos meses compartiendo esos gestos. Dos meses que parecían a la vez más y menos tiempo.

- Buenos días, Anne - dijo el rubio con las legañas aún en los ojos.

Ella se encargó de quitarlas. Le encantaba amanecer con esos ojos rodeados por las ojeras más interesantes que había conocido. Despacio le dió un beso de buenos días y se quedaron más tiempo del aceptable enredados en esas sábanas.

Anaju, Flavio, Rafa y Eva, la novia de Rafa, fueron a pasar el día allí. Habían congeniado muy bien con la última en llegar al grupo. Anne y ella tenían gustos parecidos, Gèrard tenía un pique constante con ella. Anaju estaba feliz de ver a Rafa enamorado por primera vez de alguien, lo llevaba mejor de lo esperado. Al fin y al cabo eran amigos. Por la tarde decidieron cantar. Anne se había animado en varias ocasiones a hacerlo delante de todos. Rafa no podía evitar derretirse cuando la oia.

- Rafita, estás enamorado de Anne, admítelo - le dijo Gèrard.

- Es verdad, hermano, lo siento. Nos hemos enamorado.

- Gèrard, siento habértelo ocultado - dijo Anne intentando sonar dramática.

- ¡Traición! Gèrard huyamos juntos, nos han engañado - replicó Eva.

Anaju y Flavio observaban la escena que se alargó durante una media hora. Esas cosas les salían solas. No podían dejar de hacer el payaso cuando se unían. Así llevaban los días que quedaban. Canciones, historias, anécdotas, cariño y risas. Eran conscientes de que aunque sus reuniones se basaban en eso, si alguno tenía un problema serio, estarían ahí para solucionarlo.

Que rabia me da que la gente utilice la palabra amor sólo en un sentido. Siento eso por vosotros, amor. Amor de amiga que me lleva acompañando años, cuidándome, haciendo crecer como persona. Amor de la persona que llegó para hacerme creer en el que todos utilizáis. Amor de amigo que me mira con los ojos brillantes cuando me ve cantar o escribir o simplemente estar feliz. Amor de pianista que toca con sus dedos las teclas perfectas para mí corazón. Amor de gente compartiendo cervezas e historietas. Amor.

12 de Septiembre de 2020

Paseaban de noche por la ciudad, en silencio. Había cogido esa nueva costumbre las últimas semanas. Mai ya no necesitaba las clases por lo que Gèrard ya no habitaba tanto el banco que les hizo coincidir. Se veían incluso más que antes pero sus localizaciones habían cambiado. Anne a veces echaba de menos tener una hora para estar con él y sentir como se agitaba exprimiendo hasta la última gota. Compartir su sitio favorito, que últimamente no cuidaba tanto, con aquel ser que se había convertido en su otro hogar.

Gèrard separó su mano de la suya, las llevaban entrelazadas todo el camino. Se paró delante de ella. Anne se extrañó, no sabía que estaba pasando. Él pasó la mano por sus brazos, parando sus ojos en los de la chica. Su respiración se hizo más profunda.

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