El miércoles Gèrard no tenía ensayo con Maialen, ella había quedado para tomar algo con el dueño del bar en el que tocaron. Estaban acordando un horario para tocar con frecuencia en el bar y, aunque el rubio sabía que no le necesitaba, quería que le acompañase en cada bolo e incluso le estaba convenciendo para que el cantase un par de canciones. Cuando Mai le avisó de aquello, llamó a Anne para decirle que aquella noche no tenía que ir al parque.
- ¿Porqué no hacemos algo? Anaju ha quedado con Rafa, no quiero pasar el día sin hacer nada - dijo la chica a través del teléfono.
- ¿Quieres ir al cine? - contestó rápidamente debido a tener pensado antes ese plan.
- Gèrard, ¿me estás proponiendo una cita? -respondió mientras reía.
- ¿Eso es un sí?
La conversación siguió durante un rato mientras decidían que película ver y la hora a la que irían. Gèrard compró las entradas por adelantado, así no tendrían que hacer cola en la taquilla. El día del espectador era insufrible. Decidieron quedar sobre las seis para dar una vuelta por el centro comercial antes de ver la película.
Gèrard pasó media hora decidiendo que ropa ponerse. Era la persona más indecisa del mundo. Aunque supiese que aquella relación se estaba consolidando, no perdía ninguna oportunidad de sorprender a la chica. ¿Sería demasiado aquella camisa? ¿Los vaqueros quedaban bien con aquella camiseta? Llegó un momento en el lo que había en su armario, siendo su ropa habitual, no le gustaba. Decidió que lo más fácil sería preguntarle a Flavio. Este, después de insultarle cariñosamente, le eligió una camisa hawaiana y unos vaqueros rotos. No le dijo que esa había sido su primera opción para que el moreno no quisiera asesinarle.
Anne, por su lado, abrió el armario y cogió casi sin pensar un vestido negro suelto, sus deportivas y se dirigió a maquillarse. Hacía demasiado calor como para usar base, corrector o cualquier cosa que se pegase a la cara. Hizo delicadamente su delineado negro y puso un poco de colorete sobre sus mejillas. A las seis los dos estaban en aquel centro comercial. Se saludaron con un beso, ya no podían controlarlo.
- Me gusta mucho esa camisa, deberías ponértela más.
Gèrard sonrió agradeciéndole a su amigo el acierto. Él también destacó lo guapa que estaba ella. Pasearon por las tiendas sin demasiado éxito, solo Gèrard compró una camiseta rosa que Anne aseguraba que era su color. Se sentaron en un banco, fuera del centro comercial, esperando a que fuesen las ocho para ver la película. Hablaban sobre las últimas películas que habían visto en el cine cuando Anaju le mandó a Anne un vídeo haciendo el tonto con un filtro, salía Rafa también.
- Oye, Anne, estos dos... - Anne alzó una ceja esperando la pregunta - ¿Están, ya sabes, juntos?
- Desde que les conozco tienen ese tira y afloja, toda la vida igual - contestó Anne. - Anaju estuvo muy pillada por él hace dos veranos pero Rafa, bueno, es Rafa. Sólo son amigos.
Ellos también le mandaron una foto a su amiga, dándose cuenta de que era la primera vez que se hacían una foto juntos. Después, Gèrard dejó un beso corto y le dió la mano para dirigirse al cine. Pasaron la película acariciándose, Anne parecía estar más interesada en las facciones del chico que en la gran pantalla. De vez en cuando pasada su mano por el cuello del chico, haciendo que él moviese la cabeza para sentir más cercano ese movimiento. Disfrutaban del tacto de sus manos. Él, por contra, no quería girarse hacia ella. Sabía que en el momento en el que sus ojos conectasen, no podría resistir besarla y que el momento en el que sus labios se rozaran, no podría separarse de ella. Ambos estaban más concentrados en sus acciones que en la historia, tampoco la película era gran cosa. Al terminar ni la comentaron, el final lo habían estado viendo venir desde la primera media hora y eso que los detalles los estaban pasando por alto.
ESTÁS LEYENDO
Mírame
عاطفيةHay miradas de muchos tipos. Miradas de odio, miradas de reproche, miradas de compasión, miradas de ilusión, miradas de admiración, miradas de placer... Todavía no había encontrado la manera de definir aquella mirada y eso que a ella nunca le falta...