~Nathan~Ya iba puntual al teatro, Amelie me iba a matar si no estaba ahí.
Estaba en la entrada del teatro, casi no me dejaban pasar porque iban a cerrar las puertas, pero llegué justo a tiempo.
Busque con la mirada a Cárter, pero al instante recordé que él no vendría porque tenía trabajo que hacer. Pero tampoco importó en el momento.
Alguien se había robado mi atención.
Su cabello lacio y castaño brillaba, podía ver algunos destellos rojos que no necesitaban del sol para ser remarcados.
Su clavícula remarcada lucia un lindo collar, parecía no gustarle lo notorio. Y mientras me iba acercando, ella veía detalladamente el teatro, noté que traía algo de maquillaje, pero todos sabemos que ella no lo necesitaba.
Raven era hermosa. Y tenía que decirlo en una indirecta.
-Que belleza. ¿No?-dije sentándome a su lado.
-Es... hermoso.-dijo ella mirando.
Y mientras seguía distraída aproveché.
-Como tú.
Me miró sonriente y me sentí una estatua, pero podía afrontarlo.
-¿Qué?-preguntó.
Se está haciendo la sorda. Okey.
-Lo escuchaste perfectamente.-dije entrecerrando los ojos.
-Estaba perdida ante la belleza del teatro, no puse atención a lo que me dijiste.-contestó.
-Aja, si si yo te creo Raven.- hice una sonrisa de labios cerrados y ella después de mi.
-¿Viniste por Amelie?-preguntó mentiras el teatro seguía llenándose.
-Si, bueno me invitó.¿Tú por Jade?-eso supuse.
-Si, tenia que verla.-dijo entusiasmada.
Las luces bajaban y las voces disminuyeron.
-Shh...-alguien dijo por ahí.
Guardamos silencio y bailarines salieron al escenario.
El tiempo ahí era rápido.
Raven lucia un vestido negro, que permitía ver su rodilla, cualquiera pensaría que tiene piernas de modelo, un vestido así en ella es Perfecto y en serio me estoy derritiendo a su lado. Su Aroma, su cabello, sus ojos color miel, sus uñas, sus labios, de verdad que no se que hice para caer en sus brazos. Me limitaba a hacerlo, es la hermana de mi mejor amigo, y no me agradaba la idea de enamorarme de su hermana menor, pero no lo logre.
Caí.
Intente concentrarme en el baile pero cuando Amelie y Jade dejaron de salir fue sencillo regresar mi mente a Raven. Pero ella se levantó y me recordó que aún tenía su yeso, pero me atreví a preguntar.
-¿Adonde vas?-le pregunté y conseguí rozar su fina mano.
-Voy al baño, no me tardo.-contestó ella.
Iba a decir algo pero alguien me robó la palabra.
-¿Te acompaño?-preguntó Miles.
Ah mierda.
-Claro.-dijo ella y se fueron del teatro.
¿Por qué Miles?¿Por qué no yo?
Yo sé que son amigos pero pasan mucho tiempo juntos.
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𝑼𝒏 𝒓𝒆𝒄𝒆𝒍𝒐 𝒆𝒏𝒊𝒈𝒎𝒂
Teen Fiction𝑈𝑛𝑎 ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑐𝑜𝑛 𝑢𝑛 𝑟𝑜𝑚𝑎𝑛𝑐𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑟á 𝑐𝑙𝑎𝑣𝑎𝑑𝑜, 𝑝𝑒𝑟𝑜 ℎ𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑒𝑙 𝑓𝑖𝑛𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑙𝑎 ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎... 𝑒𝑛𝑡𝑒𝑛𝑑𝑒𝑟á𝑠 𝑡𝑜𝑑𝑜. 𝐶𝑒𝑟𝑟é 𝑐𝑜𝑛 𝑙𝑙𝑎𝑣𝑒 𝑦 𝑐𝑎𝑚𝑖𝑛é ℎ𝑎𝑐𝑖𝑎 𝑒𝑙 𝑎𝑢𝑡...