Capítulo 44: Ángel.

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Se podría decir que después de aquel accidente, la que conducía era yo, aunque no tanto porque a mi padre yo le aterraba frente al volante. Pero si de vez en cuando. Y mi licencia ya estaba en mi cartera. Era un avance para mi.

Y usar el auto de Liam era divertido, ya que mi hermano se angustiaba que le hiciera algo, aunque después de lo que él le hizo a su propio auto, no debería. Por lo menos quedó bien después de su accidente.

Stephen ya no pudo llegar el día del evento, ya que mencionó que a su abuelo le había dado una crisis y se tuvo que ir, cuando regreso dijo que estaba bien pero ya no podría estar tanto tiempo aquí y que en algún momento se mudaría. Terminamos posponiéndolo para vernos después.

Ya estábamos en Octubre y el cumpleaños de Nathan se acercaba, aunque todavía faltaba una semana. Sus padres ya habían planeado algo en casa pero sus amigos y yo planeamos una para más tarde. Y yo era invitada a ambas. Que lujo de ser su novia.

Hoy, queríamos reunirnos todos, Miles, Heather, Jade, Amelie, Carter, Liam, Nathan y yo. Divertirnos ya que anteriormente no pudimos hacerlo.

Así que Nathan pasó por mi y nos fuimos al antro donde habíamos quedado.

Era un antro un poco retirado pero era el más grande de Como. Y para gustos de Heather el mejor. Y yo no dudo de sus gustos.

Nathan se estaciono cuando llegamos. Salí del auto y cerré la puerta. Ahí, Nathan tomo mi mano y caminamos hacia la entrada. Jade y Liam iban entrando también.

La música como siempre en cualquier antro era ruidosa, luces de colores y pista de baile enorme. Muchas personas y en su mayoría adolescentes.

Heather me tomo por sorpresa y colgó su brazo en mi hombro.

-¿No quieres un vodka?-me preguntó y me llegó una oleada de alcohol.

También el recuerdo en Ámsterdam.

-¿Cuánto ya bebiste?-le pregunté mientras nos dirigíamos hacia la mesa donde estaban ella y Cárter.

-No mucho. Cárter ya bebió más, pero no parece borracho. Él si que sabe aguantar.-dijo y se sentó en la mesa junto a Carter.

-Cárter no dejes que tome tanto o mañana no toleraras ni tu cabeza.-dijo Miles.

Y era verdad, a Miles y a mi nos toco soportar sus gritos y quejas una vez.

-Tenlo en cuenta.-dijo Cárter.

Pedimos nuestras bebidas y yo en esta ocasión quise empezar por una limonada. Todos estábamos platicando muy a gusto, anécdotas graciosas de cuando éramos pequeños y cosas que a Heather se le salían de la boca que dejaban a Cárter muy apenado. Jugamos también y tanto yo como Jade perdíamos en exceso, lo bueno era que no conducíamos, y los shots eran algo fuertes.

También Jade parecía desahogarse, hoy dormiría en mi casa y no se tuvo que preocupar por llegar tarde a su casa o porque la vieran mal. Además Liam se estaba encargando de que ella estuviera estable.

-Yo creo que los shots hasta aquí llegaron.-dijo Liam viendo que Jade ya llevaba cinco. Aunque yo llevaba como siete.

-Si, lo mismo digo.-dijo Nathan, dándome agua.

-Todavía estoy consciente.-dije y lo quise besar, aunque lo besé en el cachete.

-¿Ves?-abrió los ojos.-Estoy seguro que ese beso iba a mis labios.-dijo y él me besó como era.

En ese momento cambiaron de canción.

-Amo esa canción.-dijo Heather y se llevó a Cárter a bailar.

𝑼𝒏 𝒓𝒆𝒄𝒆𝒍𝒐 𝒆𝒏𝒊𝒈𝒎𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora