Queda claro que mis días en Ámsterdam trataban de desvelarse. Entonces no hacía falta explicar las razones por las que lo estuviese haciendo. Porque en realidad sólo habían un motivo. Y ya saben de quien se trata.Probablemente dormí menos de cinco horas. Pero no me arrepiento.
Cuando desperté, era un poco tarde y Heather me ayudó a levantarme para desayunar. Porque teníamos un aviso por parte del dirigente.
Entonces me tuve que dar una ducha, cambiarme y bajar, que fue lo que hice. Nos vimos todas en el pasillo y no dejaban de preguntarme qué había pasado anoche por los pasillos, ya que había un poco de refresco por la alfombra del pasillo y el olor a alcohol que se quedó humectado.
De no haber avisado, nos hubieran culpado.
Cuando llegamos al comedor, pedimos nuestra comida y un momento después llegó el dirigente a comentar.
-Buenos días alumnos y alumnos, pues el día de hoy es el último de nuestra estadías Ámsterdam, no iremos por la madrugada, así que hoy tienen el día libre. Y también se les avisa que las chicas que desaparecieron por un día, ya están aquí sanas y salvas, son de la Universidad Belmont, así que no tienen nada de que preocuparse. Eso es todo linda tarde.
-¿Qué no dirá que fue Idara y sus secuaces?-dijo Heather enojada.
-Supongo que no está bien decir los nombres, pero bueno eso ya no nos incumbe.-dije aburrida.
-Debería ser exhibida.-decía Heather aún enfadada.-Y que le de vergüenza porque es su culpa que nos hayamos quedado aquí.
-Bueno, pero no fue tan malo.-dijo Amelie.
-La verdad me divertí.-dijo Jade.
-Bueno...¿Tienen planes?-preguntó Heather.-Necesito comprar ropa, urgente.
-Yo voy.-dijo Jade.
-Claro me apunto.-dijo Amelie.
-Bien.-conteste yo, no me vendría mal ropa de Ámsterdam.
Cuando terminamos de ir por ropa y demás, regresamos al hotel a eso de las 4:48pm. Y en la entrada vi a Nathan platicando con Cárter.
Ambos parecían esperar a alguien, Heather había dicho que Cárter y ella saldrían a platicar y comer algo, probablemente Nathan le hacía compañía.
En cuanto ambos se vieron se reunieron. Cárter se fue con Heather y Jade con Amelie a la habitación. Yo le hice señal a Nathan de que me acompañara por una soda.
-¿Vas a hacer algo?-me preguntó.
-No en realidad. ¿Quieres hacer algo?-le pregunté.
-De hecho, ¿quieres salir en una hora?-me preguntó y yo claramente asentí.
-Me parece bien. ¿Debo arreglarme?-pregunté en broma.
-En tu caso no hace falta.-me dijo y yo sonreí rodeando los ojos.-Entonces te veo en la recepción a las seis, tengo algo que hacer.
-Esta bien.-dije y se fue corriendo.
-¡No me dejes plantado.!-gritó.
Eso no pasará Nathan.
...
Nathan en realidad era un caballero, y me daba gusto que esperara el momento perfecto para nuestro primer beso, era como si entendiera que yo también necesitaba que ese momento se diera en el tiempo indicado.
Eran las 5:32 de la tarde, ya había comido y ya estaba lista. Opte por unos jeans, unas botas y un suéter capaz de abrigarme esta fría tarde. Solo esperaba a que Jade terminara de maquillarme. Le deje a ella el trabajo ya que a veces yo no soy la mejor en eso y Heather usa demasiado.
-¿Es sencillo verdad?-pregunté esperando a que no hubiera detallado demasiado.
-Te lo juro, casi no te puse maquillaje, y esto durará toda la tarde. Y ya te dije que tú no necesitas mucho, tienes una piel preciosa.-me decía mientras yo cerraba el ojo para que terminara.-Listo.
Me mire en el espejo.-Eres una diosa de la estética.-le dije.
-Que bueno que te gustó, pero ya tienes que irte.-dijo dándome mi teléfono.
La abracé antes de irme.-Muchas gracias.
-Ya vete.-dijo y me sonrió.
-Adios.-dije y me salí de la habitación.
Cuando salí mi teléfono empezó a vibrar, lo revisé y era un número desconocido.-Hola.-dije.
-Rey, hola, ¿cómo va tu viaje?-contestó y me sonó a Stephen.
-¿Stephen?-pregunté para asegurarme.
-Si soy yo.-contestó.
-Ah hola, pues muy bien ya casi regreso. Oye... ¿cómo tienes mi número?-pregunté porque no me había acordado de habérselo dado.
-Me lo diste cuando fuimos a ver lo de el puesto de mesero. Gracias por cierto, me ha ido muy bien.-aún no lo recordaba pero probablemente lo había olvidado.
-Me alegro que te este yendo bien King.-le dije contenta.-¿Tú, cómo estás?
-Amm bien, bueno como siempre. ¿Y tú?-me preguntó, se escuchaba nervioso.
-Bien. ¿Estás seguro que estás bien?-pregunté por su tono y ya había llegado a la recepción.
-Si, solo acabo de tener un ligero accidente, te llamo luego ¿esta bien?-dijo.
-Claro Steph...-me colgó.
Espero que esté bien.
Llegue y note que alguien era muy puntual.
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Próximo capítulo espérenlo pronto.
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𝑼𝒏 𝒓𝒆𝒄𝒆𝒍𝒐 𝒆𝒏𝒊𝒈𝒎𝒂
Teen Fiction𝑈𝑛𝑎 ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑐𝑜𝑛 𝑢𝑛 𝑟𝑜𝑚𝑎𝑛𝑐𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑒 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑟á 𝑐𝑙𝑎𝑣𝑎𝑑𝑜, 𝑝𝑒𝑟𝑜 ℎ𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑒𝑙 𝑓𝑖𝑛𝑎𝑙 𝑑𝑒 𝑙𝑎 ℎ𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎... 𝑒𝑛𝑡𝑒𝑛𝑑𝑒𝑟á𝑠 𝑡𝑜𝑑𝑜. 𝐶𝑒𝑟𝑟é 𝑐𝑜𝑛 𝑙𝑙𝑎𝑣𝑒 𝑦 𝑐𝑎𝑚𝑖𝑛é ℎ𝑎𝑐𝑖𝑎 𝑒𝑙 𝑎𝑢𝑡...