TYLER
El autobús transita las últimas calles antes de llegar a la parada donde tengo que bajar, cuando desvío la vista hacia la pantalla del celular para releer el mensaje que Roma envío un par de horas atrás.
"Ven. No será lo mismo sin ti".
Finalizaba la rutina de entrenamiento cuando Ellie llamó para cerciorarse de que asistiría a la fiesta de esa noche. Desconozco quien la organiza, pero es conocido de las chicas y eso basta para que Jax, Asher y yo también podamos asistir.
Ellos aseguraron su presencia de inmediato, en cambio yo, dudé. No se trata de ellos, al contrario, siento ganas de verlos. Hemos pasado alrededor de dos semanas en las cuales ni siquiera pude pasar a conversar o simplemente contar novedades.
Oficialmente, los entrenamientos y las prácticas de manejo, me han consumido, casi por completo. Aunque en el fondo, muero por salir a divertirme, pasar el rato con amigos o tan solo comportarme como una persona de diecisiete años.
Salía de ducharme cuando el texto de Roma llegó, ¿y que creen? Esas siete palabras bastaron para convencerme de que debo estar ahí.
☆☆☆☆☆☆
—Tyler, ¡por aquí! —grita Ellie cuando me ve aparecer tras el umbral de la puerta hacia la sala principal del lugar. Me encuentro algo perdido y su grito despavorido me salva—. Llegas justo a tiempo —se aproxima. Ellie me toma emocionada por la muñeca, haciendo que la siga.
—¿Justo a tiempo para qué? —pregunto al no comprendo la situación en absoluto—. Hey, amigo —saludo a Asher que está de pie a una punta de la mesa. Nos damos un rápido apretón de manos, Ellie continúa dando órdenes.
—Para jugar beerpong —larga y mientras tanto, diviso a Roma en la otra punta, mismo sitio donde Ellie me deposita—. Tú y Roma, contra Asher y yo. ¿Qué dicen?
—En realidad, están emocionados porque acaban de darle una paliza a Jax y Lottie —Roma comenta, poniéndome al tanto de la situación—. Ahora ellos están fuera, porque a Jax le han dado ganas de vomitar después de beber tanta cerveza.
—Vaya, parece que me perdí de mucho —hablo, dándole un vistazo a la castaña. Tras dirigirnos un gesto de complicidad, ambos sabemos que estamos dentro—. De acuerdo, veamos que tan buenos son realmente.
El juego a simple vista es sencillo. Competimos, cada equipo se ubica en un extremo de la mesa. Sobre cada punta, hay diez vasos cargados de cerveza. Cada equipo posee una pelota de ping pong y por turnos, debe arrojarla a los vasos contrarios. Si Roma o yo embocamos, Ellie o Asher tendrá que beber el vaso de cerveza, lo mismo a la inversa.
—Por cortesía, dejaremos que comiencen ustedes —pronuncia Asher, confiado por la reciente victoria. Ambos nos observan expectantes y le entrego la pelota a Roma, ofreciendo que ella comience.
—¡Eso es! —exclamo cuando la pelota, rebota en medio de la mesa y luego cae directo en un vaso. Roma sonríe exaltada y chocamos las manos, por el excelente inicio que tuvimos.
—Ha rebotado, así que deben tomar dos vasos —indica la castaña, trayendo a la luz aquella regla.
—Eres la mejor —susurro por lo bajo.
—Fue suerte de principiante, eso es todo —el contrario intenta echarnos abajo, lo que no me sorprende. Asher es un apasionado por los deportes en equipo y la competencia, incluso en tonterías como estas, se esforzará al máximo por ganar.
—Ash, ¿crees que voy a tomar dos vasos? Tienes que beber —le indica Ellie, aplicando un estrés exagerado en su voz.
—Alguien está enfadada por la primera derrota —apenas murmuro, solo para que Roma pueda oír. Ella siente y ríe por lo bajo.
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Dulce venganza [#2]
Подростковая литератураDamon por fin logró construir una vida libre de tragedias, sin embargo, alguien regresa para vengarse y mostrarle que su pasado aún no está cerrado. ☆ Tyler solía repetir que no tenía apellido. No le agradaba usar aquel que un juez eligió al azar e...