capitulo 26

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DAMON

—Hablé con el médico que está siguiendo su caso. Pretende dejarlo ingresado dos días más, sobre todo, después de leer el historial que le entregué —comenta Keira, tomando asiento a mí lado. El hecho de que sean colegas, hace que sobrellevar la situación sea un poco más fácil.

Antes de que ella se hiciera presente, apenas compartían información.

—¿Qué hay de la denuncia contra Killian? —volteo hacia su lado.

—Ya está hecha. Presenté las pruebas que tenía. Necesitarán el testimonio de Tyler, por supuesto. Y es probable que también te citen para que declares —pese a la tensión aun inundando el pasillo, las facciones en el rostro de la rubia se suavizan—. Esta vez no saldrá ileso. No hay forma de que pueda librarse —agrega y en silencio, percibo como apoya la barbilla sobre mi hombro—. ¿Estás bien? —la miro. Keira eleva la mano y acaricia con la yema del dedo índice la herida que tengo a un extremo de la frente.

—¿Puedes creer esto? Porque yo no. Me refiero a que, siempre fuimos mi madre y yo. Nadie más —intento expresar, pero no es sencillo describir lo que siento—. Por eso es extraño. Y sé que no debería creer nada de lo que diga Killian, pero al mismo tiempo, lo siento. Siento que es verdad, que somos hermanos.

—De hecho, se parecen —menciona, apoyando mi postura—. Ambos tienen ciertas facciones o gestos similares.

—Pensé que era el único que veía eso —coincido, ella sonríe y reímos ligeramente.

—Deberían hacer la prueba de ADN. Así quedan las cosas claras —recomienda y asiento, tiene razón. Paso un brazo alrededor de sus hombros y entonces, la acerco hasta proporcionar un beso en la frente.

—No sé qué haría sin ti —susurro en complicidad, haciendo que vuelva a reír. Suelo decirlo con regularidad, Keira siempre ha sido la persona que me ha hecho ver las cosas desde otra perspectiva, la que me brindó herramientas para encontrar el camino correcto. Y aunque lo tomemos con gracia, es cierto. No sé qué haría sin ella.

☆☆☆☆☆☆

TYLER

—¿Al menos te dan buena comida? —pregunta Asher, sentándose en un espacio vacío de la cama. Jax está del mismo lado, pero de pie y observando con curiosidad ciertos elementos de la habitación. Parece algo tenso, en lugar de Asher, que está relajado y bromea acerca de la situación.

—Sí. No puedo quejarme —me encojo de hombros. La verdad, me han tratado excelente en el hospital. Hace dos días que estoy aquí y al parecer, mañana podré largarme. Aunque no tengo idea a donde acabaré.

Una psicóloga me visitó en total, cuatro veces. Es muy paciente, no me presiona para hablar e incluso la primera vez, aceptó que apenas consiguiera pronunciar dos palabras.

El equipo de servicios sociales, dejó en claro que mi padre perdió la tenencia y que están evaluando a donde me enviarán. Me preguntaron si tengo algún familiar o amigo que pueda ofrecerme un lugar donde quedarme, pero no estoy seguro. Le dije que tal vez Damon y Keira podrían hacerme un lugar en el centro. Es lo único que se me ocurrió. Obviamente, prefiero estar ahí a ser enviado a un hogar de acogida.

—¿Qué te hicieron en el otro brazo? —curiosea Jax, al notar que, sobre una vena del brazo derecho, colocaron una pequeña gaza.

—Esta mañana nos hicieron una prueba de ADN. A Damon y a mí —explico rápidamente.

Ambos llegaron con muchas dudas, pero preferí ser discreto en lo que contaba. No me agrada revivir el pasado. Quisiera poder borrarlo todo y continuar hacia adelante, fingir que nada pasó.

Dulce venganza [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora