Mi Forma Personal de Amarte (Libro I)

Capítulo 32: Las Consecuencias De Ser La Novia De Harry Warrington (Parte I) ☑️

Al día siguiente, Sarah sintió que estaba viviendo su primer día de clases otra vez, lo que era irónico, ya que en dos días comenzaban las vacaciones de invierno, razón por la que muchas chicas estaban llenas de caos y ansiedad por el baile que se celebraría en la noche del martes y que marcaría de forma oficial el esperado descanso de tres semanas. Pero ni el cotilleo por el baile hizo que, apenas entrar a la escuela, todos se le quedaran viendo como si llevara un traje hecho de luces diseñado únicamente para llamar la atención, una atención que no quería. Mientras se dirigía a su primera clase se preguntó si acaso la noticia de que estaba emparejada con Harry Warrington ya se había expandido tan rápidamente, lo cual no sería de extrañar, no después de tener en cuenta de que todo lo relacionado con los Warrington era noticia de oro. Sin embargo, ni ella ni Harry habían dicho a nadie sobre su reciente relación, así que tampoco estaba muy convencida de que fuese por eso exactamente que todos se la quedasen mirando. Sabía que tendría que atenerse a ese tipo de atenciones al convertirse en la novia de Harry y, si por un momento lo había olvidado, claramente el tener cientos de pares de ojos encima durante todo el camino a su sala de clases se lo recordaron con bastante ahínco.

El hecho de no poder ver a Harry las siguientes cuatro horas no le facilitó la situación para nada. En el primer receso esperó verlo durante el desayuno aun cuando no sabía cómo debía actuar exactamente en frente de tantas personas. Durante su segunda clase se mantuvo con la mente ocupada en exceso con la idea de si debía buscarlo o enviarle un mensaje para saber si algo había cambiado durante la noche hasta el presente día.

¿Eso era posible?

De pronto, Sarah necesitaba saberlo.

En el segundo receso se mantuvo merodeando por el patio central junto a Nick, Julieta y Kate. Ben se les había unido en algún momento con la vista puesta en uno de sus cuadernos, repasando sus notas antes de un examen. Logan había dejado el grupo hace un tiempo por ir de novio meloso después de que Julieta le dejara en claro que no pensaba sentarse con él si estaba ensimismado en su novia y haciendo como si los demás no existiesen. Pese a ello, el chico seguía saludándolos cuando los veía de lejos. Mientras los demás hablaban de cosas triviales, la mirada de Sarah se volvió a la nada, sus ojos suspendidos en ningún punto en específico con sus pensamientos quedándose tranquilamente en blanco.

<<—Por favor, nunca olvides que te amo.>>

Salió de su estupor con un sonrojo en sus mejillas al recordar aquellas palabras de la misma persona que no sabía dónde diablos se encontraba en ese momento. Una ligera sensación de cosquilleo a lo largo de su espalda fue el único aviso que tuvo antes de que unas manos le rodearan la cintura, arrancándole un jadeo, su instinto indicándole que se diese la vuelta para golpear a quien fuese que osaba a tocarla de esa manera y sin anunciarse. Pero la mera intención de defenderse murió cuando esas mismas manos la levantaron en el aire. Luego vino ese rico aroma que le nublaba el juicio, envolviéndola por completo. Antes de que sus pies volvieran a tocar el suelo, supo que siempre estuvo a salvo, lo cual hizo que cada parte en ella se relajase. Harry la dejó en el suelo y esas manos que rodeaban su estrecha cintura se trasladaron por sobre su vientre, sus brazos envolviéndola en un cálido abrazo que ella no sabía lo mucho que estaba necesitando.

—Por un segundo creí que me golpearías.

Algo se agitó en el pecho de Sarah al oírlo hablar tan cerca de la sensibilidad de su oreja.

—Una reacción normal y justificada si alguien que no es mi novio se me acerca de semejante forma.

—Mmm —murmuró él, su voz reverberando como un ronroneo a través de la piel de su cuello—. Creo que me gusta demasiado que lo dejes en claro.