El día del campamento llegó más rápido de lo que Sarah pensó.
En la mañana había estado acostada en su cama, bajo la calidez de sus mantas, y luego se encontró a sí misma ordenando sus pertenencias en la habitación de la cabaña donde habitaría por los siguientes diez días. Le había tocado compartir la estadía con Julieta, Nick y Kate. La habitación asignada contaba con dos literas y un baño privado, lo cual era fabuloso, ya que era algo incómodo compartir el baño con otros estudiantes a los que no conocía.
Habían llegado diez grupos más de estudiantes de diferentes escuelas al campamento, algunos eran de países latinoamericanos y asiáticos, lo cual la emocionó bastante, ya que uno de sus sueños era conocer e interactuar con personas de todo el mundo para compartir y adquirir conocimiento de otras culturas. Aquel campamento era su oportunidad para ello, por lo que pensaba aprovecharla al máximo. Lo único desfavorable del viaje era que el clima no les estaba acompañando, la lluvia iba a mantenerlos bajo techo por un tiempo en el primer día.
Una vez que todos terminaron de instalarse, fueron llamados a reunirse en la sala principal para ser informados acerca de la primera actividad que se haría en el gran comedor del campamento gracias a la torrencial lluvia que no dejaba de caer.
—La actividad consiste en entablar una charla amistosa con la respectiva persona que les toque en base a un sorteo. La idea es que puedan relacionarse con estudiantes de otras escuelas y que pongan en práctica el uso de diferentes idiomas —explicó Theo—. El sorteo se hará tres veces y el tiempo que tendrán para charlar con sus compañeros asignados será de quince minutos. Tal vez puedan conocer futuras amistades, así como yo lo hice, cuando en este mismo campamento hace años atrás conocí a la profesora Eleonor. —Theo y Eleonor intercambiaron miradas llenas de un cariño fraternal que a Sarah le hizo pensar en Joseph.
—Estábamos en tercer grado de secundaria —dijo Eleonor con una sonrisa—. Como bien saben, yo soy de Italia y cuando me erradiqué aquí, el profesor Theo y yo volvimos a vernos. Estos campamentos reúnen a jóvenes de muchos lugares diferentes y la mayoría termina formando amistades duraderas, motivo por el cual este campamento se vuelve una experiencia memorable para todos los que hemos asistido. Por eso, espero que disfruten esta instancia al máximo.
—Así es —dijo Theo animadamente—. Ya saben cuáles son las reglas, tienen el manual de conducta y los horarios. No infrinjan ninguna regla y respeten el horario, sean puntuales porque al final del campamento la escuela que haya seguido todo el manual al pie de la letra se irá con un gran premio. Y créanme cuando les digo que vale la pena ganarlo.
—¿Qué tipo de premio es? —preguntó Nick con entusiasmo.
Todos intercambiaron miradas de curiosidad y ansias.
—Solo los organizadores lo saben. Todos los años el premio es algo diferente —respondió Theo.
Eleanor aplaudió dos veces, llamando la atención de todos.
—Muy bien, bambinos. En marcha —dijo, guiando al grupo fuera de la cabaña.
Nick pasó su brazo por el hombro de Sarah y juntos caminaron hacia el lugar de reunión, observando cómo todos los demás estudiantes que salían de sus cabañas se mostraban tan entusiasmados como ellos.
A Sarah le entraron los nervios conforme se acercaban al recinto.
Nick se puso ansioso.
Kate se mantuvo calmada.
¿Y Julieta? Fue la única que comenzó a deleitar su vista con todos los chicos que iba catalogando como guapos.
—¿Creen que me toque hablar con un latino? —se preguntó Nick sin dejar de mirar a los demás a su alrededor una vez que estuvieron todos reunidos en el gran comedor.
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Mi Forma Personal de Amarte (Libro I)
RomanceSarah es una chica de dieciséis años llena de recuerdos y vivencias. Ha sido criada en el campo casi toda su vida, viviendo libre, sanamente y rodeada de naturaleza en el sur de Inglaterra. Una chica generalmente dócil pero con un carácter complicad...