Una Semidiosa perdida en Konoha.

Quince.

—¡¿Me estás diciendo que se volvió a ir?! —le preguntó Naruto a gritos a Percy, refiriéndose a Jiraiya.

La chica únicamente apartó las manos del rubio de sus hombros y dio un paso hacia atrás, recuperando su zona personal.

—Sí, se fue y me dijo que nos pusiéramos en marcha a Konoha en tanto te hubieras despertado así que vamos por nuestras cosas —le dijo ella, tomándolo de la muñeca y caminando hacia el lugar dónde se estaban quedando—. También dijo que siguieras entrenando con Gamatatsu, así que tienes con que distraerte cuando lleguemos a la aldea.

Jiraiya le había dejado algo de dinero a Percy por lo que en el camino invitó a Naruto a comer dango en silencio. Aún no podían hablar con fluidez, había algo en Percy por lo que Naruto se sentía intimidado algunas veces, probablemente su belleza y su postura cuando estaba cerca de él, lista para saltar si alguien se le acercaba demasiado al rubio.

Al llegar a la aldea, se dirigieron directamente a uno de los campos de entrenamiento, Naruto invocó a Gamakichi y a Gamatatsu mientras Percy se quedaba cerca de los árboles, extremadamente quieta, Naruto bien pudo pensar que estaba solo pero la sudadera cian de Percy destacaba entre los troncos de los árboles.  Había usado otra vez el jutsu de barrera, por lo que entró en acción cuando sintió a alguien corriendo hacia ellos. 

Saltó enfrente de Naruto, haciendo que el rubio diera un brinco en su lugar. Tomó un kunai de su bolsa y lo lanzó de dónde sentía venía el movimiento. Escuchó un grito agudo, Percy frunció el ceño y llevó chakra a sus ojos, mejorando su visión.

—Ah, sólo eres tú —dijo Percy relajándose visiblemente, Naruto miraba todo por encima de su hombro, había estado a punto de salir y ponerse a un lado de ella pues odiaba sentirse como una damisela en peligro.

De entre los árboles salió un niño que ella reconoció como Konohamaru.

—¡Sí, sólo soy yo! —fue lo que gritó el pequeño al correr hacia ellos, mirando mal a Percy pero con un leve sonrojo en sus mejillas—. Pudiste haberme matado, ¿lo sabías?

Percy negó con la cabeza.

—Sólo quería espantarte, y parece que funcionó por el grito que soltaste —le dijo ella, poniéndose a su altura y despeinandolo con una mano. 

Konohamaru se separó, el sonrojo más visible que antes, dirigió su atención al rubio.

—¡Naruto-nīchan! Escuché en la aldea que habías llegado y al no encontrarte con Ichiraku pensé que estarías aquí —le dijo Konohamaru—. ¿Estás entrenando un jutsu nuevo? —le preguntó mientras veía a los dos sapos detrás de el rubio.

Naruto asintió efusivamente, viendo la oportunidad de impresionar a Konohamaru.  

Percy volvió a su lugar anterior, viendo la escena desde lo lejos pero escuchando todo. Al parecer ni Gamakichi ni Gamatatsu podían usar Suiton.
Percy se preguntaba si ella podría ayudarle con sus poderes sobre el agua pero decidió que lo mejor sería que encontrará una solución por si mismo.

Se pasó la mayor parte del día viendo como Naruto trataba de ayudarle a Gamatatsu y cuando por fin tuvieron un progreso, decidió tomar un descanso por lo que Percy tuvo que levantarse de su lugar y seguirlo a la aldea. Naruto y ella se habían comprado bebidas y caminaban en silencio hasta que Naruto vió a Sai salir de alguna tienda.

—¡Sai! ¡Hola! —dijo Naruto caminando hacia su compañero de equipo, Percy reconoció al chico como uno de los que había visto hace unos días comiendo ramen, recordó que estaba en el Equipo Kakashi como uno de los compañeros de Naruto.