Veinticinco.

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En el Campamento Mestizo, un centauro y una hija de Atenea miraban un pergamino con el ceño fruncido.

Quirón era el más confundido de los dos. Normalmente los dioses no tomaban semidioses y les daban misiones de la nada. Ocurría solo en casos de extrema urgencia y por lo que el centauro sabía, las cosas estaban pacíficas. Apolo había regresado a ser un dios del Olimpo y según él las cosas no podrían estar mejor.

¿Entonces por qué habían mandado a Percy a una misión con tal urgencia?

El Sr. D había regresado y en cuanto le preguntaron sobre el pergamino, desapareció, dejándolos con la boca abierta y mil preguntas sin respuesta. 

A Annabeth entonces se le ocurrió una idea brillante, no por nada era hija de Atenea.

—Podemos dejarle otra carta a Percy con Blackjack —le dijo, volteando a ver a Quirón—, sabemos que tiene acceso al pegaso por lo que lo llamará en alguna ocasión y podrá leer la carta. En tanto a los dioses, hablaremos con ellos en el solsticio de invierno, no falta mucho de todos modos. 

Quirón asintió, le gustó la idea al instante, le encargó la tarea de escribir la carta y de dejársela a Blackjack a ella pues sabía que ya se le ocurriría algo.




En otro mundo, un clon de Naruto y Percy se encontraban saltando de árbol en árbol. Percy original había decidido que sus clones apagarían su chakra desde su encuentro con Itachi, por si volvían a toparse con él o con alguien más.
Se detuvieron en la rama de un árbol y entonces Naruto lo vió: Sasuke avanzaba directamente hacia ellos. Mientras que Naruto corrió directamente hacia él, Percy se escondió tomando ventaja de la distracción que le dio Naruto. 

Escuchó como el clon de Naruto desaparecía, aquello quería decir que los demás no tardarían en enterarse que lo habían encontrado, se quedó escondida un rato más, esperando un poco para después seguirlos tratando de no ser notada. Jiraiya le había enseñado sobre todo a ser sigilosa, Percy ya de por si era ágil pero le había enseñado a pasar casi totalmente desapercibida, cosa que funcionaba aún mejor cuando apagaba su chakra pues no había nada que la pudiera delatar con facilidad. 


En otro lado del bosque, Naruto ya sabía dónde se encontraba Sasuke.

—¡Lo encontré! —decía mientras cambiaba de dirección, todos lo siguieron sin decir nada—. Creo que un clon tuyo sigue con él, Percy.

La azabache asintió, por lo menos había alguien siguiéndolos. 


Su clon seguía de cerca al equipo de Sasuke, hasta que se detuvieron cuando se encontraron con otro miembro de Akatsuki.
Percy miraba todo desde lejos, y no pudo evitar pensar lo mucho que se parecía ese hombre a un tiburón, su piel era de un tono azul claro y parecía tener marcas como agallas en sus mejillas. Ya que su chakra estaba apagado no pudo usarlo para mejorar su vista pero estaba casi segura de que sus ojos eran de color blanco.

Apenas y escuchaba lo que hablaban desde donde se encontraba pero lo que había entendido es que Sasuke iría solo a partir de allí para encontrarse con Itachi. Percy vió como Sasuke se alejaba y discutía consigo misma si intentar seguirlo o quedarse viendo la batalla que iba a haber entre el miembro de Akatsuki y uno de los miembros del equipo de Sasuke.



Naruto se había adelantado bastante pero Percy lograba mantener el paso, podía notar que el chico se encontraba ansioso de poder llegar hasta Sasuke.
Entonces escuchó la advertencia de Hinata y se detuvo, Naruto se sorprendió al ver a un hombre con una máscara naranja frente a él y cayó de espaldas. Percy pudo atraparlo cuando cayó al suelo, Naruto se removió en sus brazos hasta que lo soltó.

Una Semidiosa perdida en Konoha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora