Dieciséis.

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Yamato no se sorprendió al ver a Percy ahí, de hecho, esperaba que viniera, pero aquello no quitó que aún no se acostumbraba a su imponente presencia, con su altura, su cabello largo y negro, pero sobre todo sus ojos.
Aquella chica incluso había llegado a perturbar el estado siempre impasible de Kakashi.

Percy miró sorprendida como el dibujo que había hecho Sai en su pergamino, se separaba de la hoja y cobraba vida.

Tsunade tenía razón, había cosas en ese mundo que no conocía pero se encontraba ansiosa por hacerlo.

—¡Ahora vuelvo! Voy a regar los arbustos —dijo Naruto, Percy rodó los ojos, en ese tipo de situaciones no podía seguirlo por lo que no tenía de otra que esperar.

Estaban buscando por alguna señal que Kakashi les hubiera dejado pero no había nada por lo que Percy comenzó a jugar con sus sentidos. No pudo ver nada, no escuchó nada pero olió algo.

—Tengo su olor —dijo Percy de repente, olisqueando en el aire y caminando unos cuantos pasos, probando si el aroma se intensificaba o se atenuaba pero ese no era su fuerte. Yamato y Sakura la miraron y caminaron hacia dónde estaba ella.

—¡Uno de los insectos de Shino! —dijo Sakura, agachándose para ver algo en el suelo.

—Voy a buscar a Naruto —dijo Yamato mientras también le hacía señas a Sai.

—¿Y? ¿Cómo es que conocer el olor de Kakashi-sensei? —le preguntó Sakura a Percy, su mirada llena de curiosidad.

—Estuve una vez con él todo un día y su aroma se quedo grabado —dijo Percy sin más.

—¿Y a qué huele? —preguntó la pelirrosa con una sonrisa en su rostro.

Percy lo pensó un momento pero antes de que pudiera contestar, los demás ya habían llegado

—En marcha —dijo Yamato mientras comenzaba a caminar, siguiendo el rastro de insectos.

Se detuvieron al encontrar una barrera color rosa, de lo que Percy solo pudo imaginarse que era cristal.

—¿Pero qué Hades...? —murmuró, y miró hacia arriba, se alzaba alto.

—Sai, ¿podrías echar un vistazo? —dijo Yamato, el chico asintió con la cabeza y en pocos segundos ya estaba montado en una ave de tinta, regreso en poco tiempo—. Es una cúpula, abarca muchos kilómetros.

Yamato asintió.

—Esto es trabajo de un oponente muy fuerte. Supongo que Kakashi y los demás están atrapados adentro. Parece no tener ningún punto débil —dijo mientras se agachaba, su mano creciendo y convirtiéndose en madera, excavo hacia abajo como si de un pico se tratará pero era inútil—. Está incluso bajo tierra.

—Necesitamos un jutsu de amplio espectro —dijo Sakura mientras ponía las manos en sus caderas, los demás asintieron.

—Creo que es tu momento de brillar, Naruto —le dijo Percy a Naruto mientras le regalaba una sonrisa.

El rubio la miró y se le iluminó la mirada cuando supo de que estaba hablando.

—¿De qué hablan? —preguntó Sakura, mirando la emoción de Naruto—, ¿no estarán hablando del jutsu que te prohibieron hacer o si?

Naruto negó con la cabeza.

—No te preocupes, es un nuevo jutsu en el que he estado trabajando.

El rubio no dio más explicaciones, se mordió un dedo y comenzó a hacer sellos con sus manos.

—Kuchiyose no jutsu! 

Una Semidiosa perdida en Konoha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora