Jiraiya en su viaje de investigación se topa con un jutsu para invocar ayuda de fuerzas divinas. Él había pedido por alguien que pudiera ayudar a Naruto a cumplir su misión de traer paz al mundo y como resultado: una chica apareció, con sus grandes...
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—Van a por el tercero, ¿eh? —dijo Naruto mientras veía a la pareja frente a ellos con una sonrisa burlona.
—Es lo que pasa cuando te casas con un pervertido —respondió Percy mientras dejaba caer su cabeza en una de sus manos, un Boruto de dos años sentado en sus piernas, imitó sus acciones a la perfección.
—Tío Naruto —dijo Kazue de 4 años en los brazos del rubio—, ¿qué es un pervertido?
Naruto miró a Percy, pidiendo auxilio con la mirada.
—Eres muy joven para saber eso, Kazue —le respondió su madre—. Te lo explicaré cuando seas mayor.
La niña se cruzó de brazos, frunció el ceño e hizo un puchero. Naruto entonces comenzó a hacerle cosquillas y Kazue rompió en risas.
—Me alegra que uno de nuestros hijos haya sacado tus ojos —dijo Kakashi entonces, mientras cargaba a una Nyoko de dos años y la miraba a los ojos—. Sería una pena si unos ojos tan bonitos se perdían.
—Aún no sabes como saldrá el tercero —le recordó Naruto—, puede que sea idéntico o idéntica a Percy.
Kakashi fingió un estremecimiento ante la idea que había planteado Naruto, ganándose un pequeño golpe en el hombro por parte de Percy.
—¿Y Hinata? —preguntó entonces Percy.
—Se ha estado sintiendo mal, así que fue al doctor —dijo Naruto, encogiéndose de hombros—. Quise acompañarla pero me dijo que ella quería ir sola, debería llegar en cualquier momento.
Y como si la hubieran invocado, la puerta principal se abrió y por ella pasó Hinata, quien saludo a Percy y a Kakashi con una sonrisa, al igual que a los niños.
—¡Hinata! No lo vas a creer, ¡Percy está embarazada otra vez! —le dijo Naruto a su esposa después de darle un beso de bienvenida.
Hinata miró a Percy, un tanto sorprendida y con un poco de rubor en sus mejillas.
—Cinco semanas —respondió Percy, sorprendida por el interés de Hinata.
Hinata entonces miró a su esposo y le hizo señas para que salieran a hablar al pasillo. Naruto dejó a Kazue sentada donde él había estado y siguió a Hinata. Percy se concentró en jugar con Boruto, tratando de no escuchar lo que decían en el pasillo.
—¡¿Estás embarazada?! —gritó Naruto desde el pasillo.
Bueno, allá iba la privacidad que Percy había tratado de darles.
Kakashi y Percy se miraron a los ojos, para después soltar una pequeña carcajada.
Cuando Naruto y Hinata regresaron, Naruto tenía una sonrisa enorme mientras que Hinata estaba increíblemente sonrojada.
