Capítulo 00: Riesgos.
[Andromeda]
—¡Ya mujer! Tu pueblo nos está observando— Retome mi postura y golpee su pecho por última vez con un poco más de fuerza —Auch... ¿Quién carajos dijo que las mujeres no golpeaban fuerte?— Sonreí y negué.
—Una más y no te la paso Tamaki— Me burle de él, haciendo que me observará con sus ojos antipaticos.
Me señaló con su dedo y luego entre cerró sus ojos —Quién se lleva se aguanta, Ginebra— Abrí mi boca y coloque mi mano en mi pecho, mostrando indignación por el nombre pronunciado.
—No lo hiciste— Alzó su ceja burlon —Hijo de...
—Su majestad, el rey Arthur ha llegado— El caballero se quedó en su lugar, observando como su comandante trataba de asesinarme con la mirada, y obviamente yo no me quedaba atrás —Ah... Yo... Creí que querría saber cuando su majestad había llegado.
—Gracias— Con un gesto rompí el contacto y le sonreí con agradecimiento al hombre. Él asintió y se retiro —Ahora vamos con el rey de roma.
—No creo que se de cuenta que perdiste la tiara de la reina— Así era nuestra rara relación después de un mes, Tadashi se había vuelto un muy buen amigo, tanto mío como el de Arthur.
—Esperemos— Caminamos hacia el otro extremo, al segundo canal que nos guiaba al área rural fuera del pueblo.
Ahí se encontraban los dos hombre restantes que estaba buscando... Y el gato, no debía hacer falta.
—Arthur no es alguien que se preocupe por las cosas materiales, lo sabes— Gire hacia Tadashi mostrándole mi cara de obviedad —Sólo digo.
Cuando estuvimos a un par de pasos de ellos pude escuchar un suspiro y al instante unos brazos me envolvieron en un abrazo —Que alivio... Estas bien— Arthur me estrujaba con algo de cuidado.
—¿Debería ser yo quien pregunte eso?— Me separó de él y me analizó con sus ojos púrpuras —¿Mandaste a tu grupo de rescate solos con civiles a la fortaleza? ¿En qué estabas pensando?— Nanashi y Tadashi se observaron, mientras el espadachín se quitaba la katana y la ponía encima de la mesa de madera.
Cath rápidamente salto a los brazos del pelinegro de Tadashi, sabiendo que una discusión se aproximaba entre nosotros.—En qué debía protegerlos— Cuando la chica se encontraba en sus días de menstruación, sabía que debía ser más pasivo de lo que ya lo era.
—Ya decía yo que Tamaki era el irresponsable del grupo...
—Hey— Exclamó el mencionado para hacerme saber que su nombre real no le gustaba.
—Que equivocada estaba— Termine de decir, para observar a Arthur con seriedad. Mi novio suspiro y giro hacia Nanashi, para extenderle la mano y tomar lo que le ofrecía. Con dos de sus dedos me mostró la tiara que había perdido hace un par de horas atrás y pude sentir mis mejillas arder con intensidad.
—Sí bueno... Si hablamos de responsabilidades, tu no te quedas atrás— Infle mis mejillas y me cruce de brazos, para mostrale mi descontento. Pero muy lejos de mostrar esa imagen, sabía de ante mano que los tres lo interpretarian como mi vergüenza —Ten más cuidado con perderla, casi se me va el alma cuando Nanashi me dijo que la había encontrado tirada por ahí— Se acercó a mí y coloco la tiara sobre mi cabeza, poniéndola en su lugar y acomodandola.
Sonrió y bajó sus manos para tomar mis mejillas y sonreirme, la diferencia de estaturas había aumentado en este último mes —Lo siento— Susurre haciendo un puchero y mirando hacia otro lado que no fuera él o los dos hombre y gato.
—Esta bien— Apretó mis mejillas y me robo un beso fugaz, para después regalarme una sonrisa —¿Cuántas personas fueron rescatadas?— Suspire y despeje mi cabeza, deseando que esos malditos cólicos dejaran de causar mis ganas de andar de malas... Porque no era el momento para estar así.
—Si no he contado mal, treinta y cinco...— Frunci el ceño y gire hacia el área donde se encontraban los recién llegados y pase una mirada furtiva.
—Sesenta en total— Hablé y los mire. Suspire y camine al rincón donde los mapas y las cosas más esenciales se encontraban sobre una mesa vieja de madera. Era una pequeña área improvisada que habíamos tomado para tratar asuntos importantes como las estrategias de rescate o distribución de víveres —A este ritmo podremos ser capaces de salvar más de mil personas, en su mayoría campistas— Los tres hombres me siguieron y cada uno tomó su lugar.
—Son pocas personas, ya casi no queda nadie por el área común que recorremos— Hablo Nanashi. Asenti ante sus palabras, convencida en que también pensaba lo mismo que él.
—¿Y sugieren que debemos avanzar más allá de lo que estamos asegurados?— Cuestionó Tadashi, posando su mano sobre la mesa, para ayudar a Cath a bajar de su hombro y dirigirse a Arthur. Quien lo tomó y lo coloco en su hombro.
—Son novecientas ochenta personas que se encuentran en este lugar— Los cuatro observamos la fortaleza —Ni siquiera es la mitad del reino, ni del pueblo de Camelot— Arthur seguía ensimismado observando el mapa subterráneo de la fortaleza.
—Sería un riesgo ir más allá— Tadashi aclaró.
—Bueno, para empezar, la mayor parte de la población se encontraba en la ciudad y no en el campo— Nanashi prosiguió con la discusión.
Ignorandolos, tome la mano de Arthur e hice presión para que me observará —¿Tu que piensas?— Sus ojos púrpuras pasaron de mi, hacia los dos hombres, y después al mapa.
—Que deberíamos arriesgarnos— Le sonreí y asenti ante sus palabras. Tadashi hizo objecion ante eso y rápidamente lo mande a callar con la mirada, pero fue Arthur quien realmente lo animo —Hay personas que nos necesitan en esos lugares. Hemos avanzado lo suficiente por estos rumbos para estar asegurardos de que hemos logrado disipar a esos demonios, y si seguimos de esta manera seremos capaz de defender nuestras tierras— Sonreí ante sus palabras —¿Entonces que dices?
—Que son unos hijos de perra— Nos miro a ambos con una sonrisa y posó su mano en el centro de la mesa —Cuenten conmigo.
—No pregunten— Nanashi encimo su mano con la Tadashi, y nos observo. Aleje mi mano de la de Arthur y la coloque encima de las de mis compañeros.
—Hagamoslo— Arthur nos sonrió y por fin terminó con aquello, poniendo su mano encima de la mía.
—Es hora.
No hay victoria sin sacrificios.
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𝘌𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘯𝘻𝘢 "ᴬʳᵗʰᵘʳ ᴾᵉⁿᵈʳᵃᵍᵒⁿ"
FanfictionLe otorgaron el poder único de un demonio... La capacidad y destreza de una diosa... La fuerza extrema de un gigante... Y la magia potente de un hada.... (ᴾʳᶦᵐᵉʳᵃ ᵖᵃʳᵗᵉ) 𝘍𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭𝘦𝘻𝘢. (ˢᵉᵍᵘⁿᵈᵃ ᵖᵃʳᵗᵉ) 𝘌𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘯𝘻𝘢.