Capítulo 27: Debemos...
[Fortaleza]
Este era el plan:
Tadashi y Nanashi, son los encargados de evacuar a los civiles hacia la capital de Liones, por la debida ruta que anteriormente se había designado.
Saldrían cuando Andromeda y el ejército de caballeros Sacros dieran la señal, la cual se discutió que sería lanzada en cuanto la atención de los demonios estuvieran en ellos.Andromeda, estaba a cargo del escuadrón principal, en el frente de toda aquella revuelta que se daría en la capital de Camelot.
El plan era liberar, proteger y abrir camino para Arthur y Jim. Darían la señal cuando tuvieran controlado la situación.Arthur y Jim, serían los últimos en actuar. Apoyarían en la fortaleza hasta que el último de las personas haya sido evacuado, y posteriormente seguirían su principal objetivo: infiltrarse al castillo, recuperarían a Excalibur y enfrentarían a Zeldris... Estaba la posibilidad de regresar con la espada y apoyar al escuadrón.
No había marcha atrás, y todos sabían eso. En el momento que Andromeda salió de la fortaleza con aquellos caballeros Sacros, nada pudo retroceder.
—Tadashi, vigila la señal— El nombrado tomó sus pertenencias y salió al exterior.
Nanashi estaba dando las indicaciones a aquellos quienes se habían quedado. Arthur no hacía más que asegurarse que todo estuviera en orden, mentía si decía que su atención estaba ahí, porque no era así. Su mente estaba en Andromeda, en el escenario en el que posiblemente su amada estuviese enfrentando sola.
[Capital de Camelot]
Algo andaba mal, desde en el momento en que llegaron a las puertas de la capital, su atención cayó en las personas que despavoridas corrían en protegerse de los demonios, los cuales debía recalcar que no estaban haciendo ni el mínimo esfuerzo por dañarlos o atacar.
—¡Majestad!— Mayor parte de las personas que habían retomado su consciencia, había sido ayudada por los caballeros, y otras buscaban protección en ellos.
La verdad era, que Andromeda no tenía la menor idea de lo que estaba sucediendo. Una mujer declaró que no sabía dónde se encontraba, que ella recordaba estar caminando por el bosque y cuando recobró consciencia, su mirada había caído en los demonios que la rodeaban y no hacían más que verlos.
Todos declaraban una historia similar.
—¡Un gigante!
Tan pronto como escucho el grito de las personas, salió de sus pensamientos y corrió hacia la dirección de donde todos huían. Algunos caballeros no dudaron en seguirla y pronto se sintieron felices de ver a Diane, el pecado capital... Eso sólo quería decir una cosa:
—¡Merlín!
Andromeda se dispuso a correr hacia sus salvadores, hacia sus amigos y madrina. La felicidad desbordaba e irradiaba en ella... Y pronto, todo eso se esfumó con un chasquido por parte de la maga.
¡Clap!
Todo en ella fue cortado abruptamente, como si le hubieran dado un golpe que la dejó sin aliento.
—¿Estamos... Estamos en Liones?— No sólo uno fue capaz de preguntar aquello. A su alrededor ya no se encontraban los demonios, ya no había caos.
Afirmativamente, Merlín los había teletransportado a todos hacia Liones —No— Murmuró la reina, sintiéndose desfallecer cuando se percató de la gravedad que eso implicaba... Todos esperaban la señal.
Señal que no habían dado —No— Algunos cuantos, quienes festejaban por estar a salvo, se giraron hacia ella.Andromeda no dudo en correr hacia el palacio, en busca de Bartra.
Debían regresar, debía salvar a las personas en la fortaleza, debía darles la señal.Empujaba y quitaba a todo aquel que se metía en su camino. No le importaba si realmente las personas caían al suelo, ella debía llegar tan rápido como sus piernas flaqueantes se lo permitieran.
Él rey de Liones, Bartra, salió de su alcoba para asegurar que aquella noticia que le habían dado fuera real. Y lo era. Aquella parte de la población de Camelot y algunos de su reino, se habían aparecido mágicamente fuera de su palacio... Eso quería decir que los siete pecados capitales lo habían logrado, ellos habían logrado entrar a Camelot.
—Lo lograron— Dijo totalmente orgulloso, sonriendo por el panorama tan victorioso que estaba observando.
—¡Bartra!— Y ahí estaba ella, corriendo hacia él con total desesperación.
El rey no dudo en sonreír y recibir a la pequeña reina entre sus brazos —Andromeda, estas bien— Susurro acariciando el cabello oscuro de la chica.
—¡Debemos regresar!— Sus palabras lo desconcertaron, al tiempo que ella se separaba de él, mostrándole su desgarro desde lo más profundo de su ser.
Sus ojos claros estaban llenos de lágrimas, su piel muy pálida y la desesperación impregnada en su expresión, le hicieron saber que algo no andaba bien.Confirmarlo fue peor, al no ver a Arthur a su alrededor —¿Qué sucedió?
—Debemos regresar, ellos me necesitan, ellos necesitan la señal— Los caballeros cercanos no dudaron en ayudarlo, cuando a la pobre Andromeda le fallaron las piernas.
La sostuvieron firmemente, mientras ella se desmoronaba frente a ellos —¿De qué estas hablando?
—Era el plan, nosotros teníamos un plan. No contábamos con que esto sucedería— Su respiración se relajo e Inhalo con profundidad para explicarle a detalle a Bartra lo que realmente estaba sucediendo —Camelot aún me necesita, Arthur me necesita... Ellos siguen allá.
—¿Aún hay personas en Camelot?— Y la gran noticia fue opacada por aquello. Saber que aún habían personas en riesgo, y que ciertamente la victoria había sido sólo la mitad, no ayudaba en nada a la situación —¿Cómo?
—No importa cómo, importa que ellos necesitan salir de ahí lo antes posible. Ese era el plan, ellos migraran hacia acá— Ambos reyes y caballeros presentes, se adentraron a la habitación y dejaron a Andromeda en la cama.
—¿Hay quienes apoyen en eso?— Bartra mando a llamar a los caballeros Sacros presentes, e incluso no fue necesario llamar a los que acompañaban a la reina de Camelot, pues ya se encontraban fuera de la habitación con la misma inquietud de su majestad.
—Sí, el que me preocupa ahora es Arthur— Fue suficiente su mirada para hacerle saber que nada bueno podría ocurrir.
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𝘌𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘯𝘻𝘢 "ᴬʳᵗʰᵘʳ ᴾᵉⁿᵈʳᵃᵍᵒⁿ"
FanfictionLe otorgaron el poder único de un demonio... La capacidad y destreza de una diosa... La fuerza extrema de un gigante... Y la magia potente de un hada.... (ᴾʳᶦᵐᵉʳᵃ ᵖᵃʳᵗᵉ) 𝘍𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭𝘦𝘻𝘢. (ˢᵉᵍᵘⁿᵈᵃ ᵖᵃʳᵗᵉ) 𝘌𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘯𝘻𝘢.