𝘌𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘯𝘻𝘢 "ᴬʳᵗʰᵘʳ ᴾᵉⁿᵈʳᵃᵍᵒⁿ"

22

Capítulo 22: El plan.

[...]

—Es la reina.
—Es ella.

La chica de ahora cabellos cortos, caminaba siendo escoltada por Jim y Tadashi hasta el túnel que conducía al monte cercas de la capital, donde Arthur y Nanashi los esperaban. Mantenía una sonrisa y en su rostro ya no había rastros de rasguños o moretones, se veía más segura y la determinación podía fácilmente ser transmitida.
Verla simplemente caminar entre ellos, hizo que tota la chispa de esperanza creciera, la felicidad volvería y la seguridad los embriagara.

Ella tenía ese don para hacer fortalecer la esperanza en los demás.

"—¿Cuál es el plan?— Varios se miraron ante las palabras de la chica. La seriedad estaba en el aire y todos tomaron sus puestos con compostura."

"—Arthur es el único que puede tomar la espada, así que será el único que irá al palacio— Los presentes fruncieron su ceño al escuchar la pequeña risa sarcástica de Andromeda."

"—¿Ese es su plan?"

" —No podemos arriesgar a más, hasta el momento ha sido lo que nos ha parecido más eficiente— Arthur aclaró, mirando a la de ojos bicolor frente a él."

"—Estamos hablando de Zeldris, hemos tenido la desgracia de enfrentarnos a él dos veces seguidas, y somos sobrevivientes... A duras y a penas, somos pocos los que podemos decirlo, y te aseguro que no soy la única que lo piensa...— Todos guardaron silencio, mientras ella hacía su mayor esfuerzo para no hablar con temblor —Morirás en el intento— Arthur pudo ver a través de su mirada, la preocupación que se instaló en ella en cuanto las palabras que había dicho salieron de su boca."

"—¿Cual es tu plan?— Tadashi hablo por todos, en cuanto aquella línea de tensión se hizo presente."

"—Necesito ver lo que planearon, no haré de menos lo que tienen por hacer— Jim fue quien lo explico todo a detalle.
Desde la división, el rescate, la evacuación y el golpe. Todo estaba minuciosamente detallado: la hora y el lugar, sin embargo..."

"—Me sorprende que habiendo estudiado el arte de la guerra, hayan olvidado cosas importantes— Nanashi frunció el ceño, siendo él quien había planificado la mayor parte —No saben a lo que se enfrentan y están yendo a ciegas, apuesto que no conocen como esta ahora el territorio— Arthur negó, haciéndole saber que tenía la razón —No han explorado y quieren mandarlo sólo así como así— Ella negó —No lo voy a permitir."

" —¿Que propones?— Ella retiro todo los planos, los papeles, armas y objetos de la mesa. Haciéndose espacio en el lugar para comenzar a trazar su plan, tomando de referencia el que ya tenían; modificó, eliminó y añadió cosas que harían más exitoso llegar al objetivo."

"—Alguien irá con él— Arthur trago saliva —Dos son mejor que uno— Elevó la mirada, chocando con los ojos púrpuras de su novio."

"—Yo iré/Yo voy— Jim y Tadashi se miraron por breves segundos cuando sus palabras se mezclaron al mismo tiempo."

"—Quién sea, los dos son buenos— Andromeda se inclino de nuevo a la mesa y señaló en el mapa lo que era a las afueras de la capital —Serán escoltados por un grupo de soldados hasta este punto, de ahí en adelante tendrán que ir solos— Observó a los presentes y contó a cada uno —¿Son los únicos que están dentro?— No pasaban de las diez personas."

"—No— Nanashi habló, señalando con la cabeza detrás de ella. Se giro sólo un poco y sintió un alivio cuando los soldados pasaban más de los veinte candidatos —¿Cuál es el plan después de que ellos sean escoltados?— Cuestionó el pelinegro, alejando el palillo de su boca, tomando con más seriedad la situación."

"—Retirare el mandamiento de Zeldris tan pronto sienta el poder de Arthur despertar— Era algo ambiciosa la idea, sin embargo, la situación los llevaba a medidas extremas —Es por ello que la mayor parte de la división estará conmigo."

" —Tu no...— Arthur decidió callar cuando la mirada de la peliazul recayó en él —Es muy arriesgado ¿Qué te asegura que podrás retirar "la piedad" de Zeldris en todas las personas de la capital?— Ella suspiro y mordió su labio en modo pensativa."

"—Nada— Bajo la mirada y sonrió —Nada de esto es seguro Arthur, nada en esta vida está asegurado... Sólo la muerte— Todo quedó bajo silencio —Y mientras estemos vivos haremos todo lo posible para volver a tomar a Británia, liberarla y protegerla— Con aquella palabras, hizo que algunos sonrieran con orgullo, otros se sintieran mayormente inspirados y algunos dejaron las inseguridades de lado.
Arthur sonrió mirándola fijamente, mientras los soldados comenzaban a elevar el ambiente positivo con gritos eufóricos o comentarios de ánimos; Andromeda sonrió orgullosa y pronto sintió una presión en el pecho, pero esta vez, podía decir que no se trataba de algo malo."

Cuando llegaron por fin al final del túnel, Jim le ofreció una capa, poniéndosela sobre sus hombros. Los tres observaron a los guardias que protegían la entrada y saludaron cordialmente, poniéndose de pie y recorriendo la roca que cubría la entrada.
Ella inahlo profundamente, sintiendo ese aire caliente entrar por el húmedo túnel.

Los recuerdos de su lucha contra el mandamiento fueron tan fugaces, que por unos breves segundos se sumió en sus pensamientos. La sonrisa que antes poseía había desaparecido y su semblante había cambiado a uno totalmente diferente.
Bajo la mirada, observando sus manos cubiertos por los guantes de cuero que su madre le había dado.

—¿Quieres hacerlo?— Tadashi la obligó a mirarlo, tomando de su mentón y elevando su mirada. Al notar su seriedad, él trató de darle una sonrisa, sabiendo mejor que nadie como se sentía volver al exterior después de un suceso aterrador con el chico que los tenía comiendo de los nervios, terror e ira.

Ella trató de sonreír y asintió —De todos modos, saldré después— Él asintió y tomó su mano, entrelazando sus dedos con los de ella y beso su frente, animandola.

—Sólo serán unas breves horas, nada de lo que por el momento debamos preocuparnos— Jim les abrió paso, corriendo las matas para comenzar a subir la colina de tierra.

—Aún así no debemos nunca bajar la guardia— Tadashi la ayudó a subir y posteriormente le ayudó al adulto.

Una vez estando fuera, sus ojos captaron el panorama diferente a los demás días. La capital parecía estar con menos fuego y la serenidad podía notarse, aún así, desde la distancia en la que se encontraban podían ver los diferentes demonios vagando por todo el lugar.

—¿Y bien?— Arthur la observó, mientras ella sentía en su pecho el temor con una pizca de adrenalina. Observó a Arthur y sonrió de lado.

—Preparémonos— Terminó por decir, haciendo que los cuatro hombres presentes sintieran un temblor por la idea de comenzar con el dichoso plan.

Arthur, tu luchas por un mundo que nunca existirá, jamás. Siempre habrá un campo de batalla.