Capítulo 12: Mi esperanza.
[Merlin]
—¡Deja de quejarte y sigue con tu búsqueda Orlond!— La paciencia no era mi fuerte, y el hecho de seguir en una búsqueda sin ningún tipo de resultado, no ayudaba.
Sabía de ante mano que un poder intenso protegía a Camelot, y me resultaba difícil encontrar alguna manera de poder entrar al lugar.—¡Sí madam! ¡Perdóneme Lady Merlín!— Pensar en que, algo les pudo haber pasado a ambos, no calmaba mi sed de búsqueda... Inclusive he pesando en ir por mi cuenta —Pero realmente... no importa que tanto busque ¡No puedo encontrarlo en ningún lugar!— Las palabras no salían de mi boca, estaba tan concentrada analizando cada detalle del lugar, en busca de algo que podría llevarme a ellos —¿Puedo volver a casa?— Cómo si un alfiler hubiera atravesado mi sentidos, fácilmente pude reconocer el aura de aquel mandamiento al cual tanto le pedí a Orlond que evitará acercarse.
—¡Orlond!— Todo se volvió oscuro y en cuestión de segundos esa magia demoníaca atravesó incluso la atmósfera del lugar en donde me encontraba.
—¿Y qué se supone que seas tú?— Zeldris apareció en el campo de visión. Su agrado por saber que había un merodeador se reflejo en sus expresiones.
—¡Eres tú!
—Oh no— Lista para cualquier situación que se presentase eleve mis brazos y concentre el campo de protección en Orlond, pues él era la única oportunidad que tenía para conseguir las pistas de Arthur y Andromeda.
Una ráfaga de calor llegó a mi, y después, casi inmediatamente, las llamas oscuras me envolvieron con ferocidad; quemando mi piel, dejandome débil y sin fuerzas.
No eran llamas del infierno cualquieras, las sentía diferentes y de no haber sido así, no me hubiesen provocado daño alguno.Trate de recuperarme, observando como Orlond escapaba de aquel trance. Cerré los ojos con fuerza y me recargue en lo que quedaba de la mesa observando la osadía púrpura desecha, apreté la mandíbula y ahogue un gemido de dolor —Arthur ¿Dónde estas?
Apreté mis puños y rápidamente cambié mi vestimenta por una que cubriera la heridas provocadas por el ataque, restaure la habitación y me deje caer en la cama tratando de controlar mi respiración.
Mi muñeca quemaba y pude observar el amuleto plateado de Andromeda ahí, sonreí débilmente y lo toque, acariciando las diminutas estrellas en este.Cerré los ojos y me puse de pie, debía salir a la celebración antes de que alguien se diera cuenta de mi estado.
(...)
—Perdón por llegar tarde— Me disculpe apareciendo en aquel lugar ambientado por los gritos de los demás. Escanor a mi lado parecía sorprendido y a la vez indeciso de hablar —Dejame adivinar ¿Probablemente pensaste que estaba hasta el cuello de algún extraño experimento de algún tipo?— Lo mire de reojo con una sonrisa que no delatara mi dolor —Bueno, no puedo decir que estuvieras equivocado.
—¡Lady Merlín! ¡No tenía idea de estuviera aquí! Le buscaré algo de beber enseguida— Elizabeth llegó justo en el momento necesario, como siempre.
—Gracias princesa Elizabeth— Mientras me servía vino en mi copa, pude notar cierto dolor que no pude evitar formar una mueca. La cual al parecer pasó desapercibida por todos.
A lo que vine ya sé había realizado, y los minutos después del brindes lamentablemente no me interesaban. No quería arriesgarme y levantar sospechas de lo que me ocurría —Er... Umm... Merlín, escribí un nuevo poema, te importaría escucharla, me encantaría...
—Creo que estoy un poco ebria, tal vez después— Lo corte poniéndome de pie casi tambaleando, inhale y observe a Elizabeth subir los peldaños con la cabeza baja.
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𝘌𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘯𝘻𝘢 "ᴬʳᵗʰᵘʳ ᴾᵉⁿᵈʳᵃᵍᵒⁿ"
FanfictionLe otorgaron el poder único de un demonio... La capacidad y destreza de una diosa... La fuerza extrema de un gigante... Y la magia potente de un hada.... (ᴾʳᶦᵐᵉʳᵃ ᵖᵃʳᵗᵉ) 𝘍𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭𝘦𝘻𝘢. (ˢᵉᵍᵘⁿᵈᵃ ᵖᵃʳᵗᵉ) 𝘌𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘯𝘻𝘢.