Capítulo 18: Maldición.
[...]
—... Y luego me di cuenta que por alguna razón no envejecia ni un poco— Prosiguió el capitán de los siete pecados capitales —Bueno, en todo caso descubri la razón un tiempo después. uando caminaba sin rumbo, solo, a través de la destrozada Británia, devastada por la guerra sagrada... Nos encontramos de nuevo— Una pequeña sonrisa se asomó por su comisura —No había duda de que era ella, sin embargo, tenía sus alas. Elizabeth que se suponía estaba muerta definitivamente las tenía...— El gesto desapareció poco a poco y su semblante triste volvió a él —"Ella no es sólo una persona que se ve exactamente com ella" mi intuición e instinto me dijeron aquello, "Pero quizá sólo sea yo"... Esta Elizabeth que nació en una tribu salvaje, inmediatamente comenzó hablarme— La mirada de los presentes se dirigieron a Elizabeth, tratando de imaginarse a la peliblanca como aquella que mencionaba Meliodas —Comenzamos a conocernos el uno con el otro y compartimos cosas juntos— El rubio pauso y miro a la chica como los demás lo hacían, recordando ese dolor repentino —Un día, el ojo derecho de Elizabeth sufrió una transformación. Al mismo tiempo su poder despertó, junto xi el símbolo del clan de la diosa; el poder de curar también se manifestó por su mismo... Era sin duda la magia del clan de la diosa. Fue cuando ahí lo confirme ¡Elizabeth había renacido...!— La manera en la que hablaba, la forma en que exclamaba, se sentía cada sentimiento dentro de él. Su compañero, su amigo había estado sufriendo y quien sabría por cuánto tiempo lo hizo —Haber sido reencarnada con su anterior forma en vida, voz e incluso el nombre, fue algo increíblemente extraño que nunca lo habría considerado posible. Pero estaba tan entusiasmado con la felicidad, que le dije a Elizabeth sobre todo aquello— Su voz comenzó apagarse de nuevo, haciéndoles saber que, lo mejor no fue esa decisión —Y eso ocasionó que los recuerdos de Elizabeth sobre su vida anterior regresarán por fragmentos, y pronto el símbolo de la diosa comenzaba a aparecer en su ojo izquierdo— Los recuerdos de aquel día, antes del fatídico accidente, comenzaron a volver a él, casi como dagas que comenzaban a estrujar su lastimado y roto corazón —Ella lo recordó todo, y yo no podía estar más que feliz por eso... Pero pronto me di cuenta que, no era algo para celebrar... "Meliodas, hemos sido malditos" Sus palabras había resonando durante un par de minutos, mientras ella me lo decía todo— Contó la anécdota casi en susurro, para que su voz no delarata lo frágil que estaba —Y me hacía prometerle algo que sigo manteniendo en pie— Trago saliva con dificultad y aclaro su garagante —Tres días después de eso, Elizabeth murió justo enfrente de mis ojos— Sus ojos comenzaron a picarle, en señal de que las lágrimas amenazaban con cristalizarlos.
Los presentes estaban aludidos antes sus palabras, callados al verlo tan vulnerable y destrozado; mientras él seguía recordando cada palabra y cada acción que Elizabeth hizo cuando le explicó lo que había sucedido realmente —Han pasado 3000 años desde aquello...Y he llegado a conocer a 107 Elizabeth— Continúo, sonando más sereno y serio que antes —106 veces... Esa es la cantidad de veces que he visto los últimos momentos de Elizabeth— Sintiendo su corazón estrajado contra su pecho, ese dolor y ese vacío que lo envolvió, cerró los ojos en la espera de que el sentimiento se desvaneciera.
De fondo podría escucharse los ligeros sollozos de Hawk, quien de todos, era el único que no había podido soportar su llanto —No importa cuántas veces suceda, simplemente no puedo acostumbrarme a esto— Con aquella frase, transfirió su dolor a los presentes, quienes sintieron la falta de aire y un dolor persistente en sus pechos, sus ojos amenazaban con derramar lágrimas y ninguno fue capaz de hablar tras la pausa del rubio —Eso es porque, con tal de liberarme de este sufrimiento, Elizabeth me hizo prometer que algún día debía romper esta maldición... Y con tal de romper esta maldición, hay que tomar el poder del rey demonio, de la deidad suprema o en el último de los casos, alguien con un poder equivalente. Por ejemplo, Zeldris, a quien el rey demonio le dio todo su poder... O la destrucción, que es algo tan imposible porque ellos se deshicieron de ella— Inhalo y se enderezó en su lugar, mostrándose serio —Y además de eso, algo que he aprendido de la profecía de Bartra; el resurgimiento de los diez mandamientos y los siete pecados capitales... Yo, lo siento... Yo nunca quise decepcionarlos así...— Recorriendo la silla se puso de pie y apretó la sabana bajo sus manos.Diane, quien en todo este tiempo estuvo conteniendo sus sollozos dio un paso hacia Meliodas, no llegando a más al sentir sus piernas flaquear.
—¡Espera!— Con la voz rota y las lágrimas recorriendo sus mejillas lo llamo —Pero si la maldición se rompe... ¿Qué le pasara a Elizabeth y a ti?— Todo cayó en un silencio, mientras él rubio se giraba a verlos a todos, una vez recuperandose.
Sonrió con tristeza, sin embargo, podría verse el alivio tras ese amargo gesto.—Nuestra vida eterna y reencarnación perpetua terminará... Ese es el final de mi aventura.
Aquellas palabras fueron como cuchillas filosas que cortaron con el delgado hilo que los sostenía a todos, envolviendo a cada uno en una capa de tensión, tristeza, pesadez, lástima y sobre todo compasión.
—No eso no puede ser...
—Entonces ustedes van...Meliodas observó a cada uno, memorizando las expresiones y los gestos de sus preciados compañeros.
—En todo caso, estoy seguro que hay otras cosas de las que quieren hablar— Todos observaron al rubio, quien comenzaba a formar su característica sonrisa y ese semblante que siempre portaba para ocultar su pasado tormentoso.
—No... Yo no, yo, yo...— Ban se sentía fatal, siendo él su mejor amigo, trato de matarlo y lo hizo de menos cuando Meliodas trato de entenderlo, esto que realmente lo hacía el peor y se sentía como una mierda por eso.
—Diane... ¿Qué es lo que necesitamos hacer ahora mismo?— Meliodas se acercó a la castaña y le cuestionó con una sonrisa, animandola a que dejara de lado sus lágrimas y sentar cabeza en la situación.
Haciendo eso como todo líder.—Ir a Conrad y destruir la distorsión dimensional— Respondio de manera que trato de relajar y calmar sus sollozos.
—¡Bien! ¡Entonces por ahora, enfoquemonos en el objetivo que esta frente a nosotros!.
"Aunque ellos han aprendido sobre su triste destino, el enemigo que necesitan derrotar no ha cambiado"
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𝘌𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘯𝘻𝘢 "ᴬʳᵗʰᵘʳ ᴾᵉⁿᵈʳᵃᵍᵒⁿ"
FanfictionLe otorgaron el poder único de un demonio... La capacidad y destreza de una diosa... La fuerza extrema de un gigante... Y la magia potente de un hada.... (ᴾʳᶦᵐᵉʳᵃ ᵖᵃʳᵗᵉ) 𝘍𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭𝘦𝘻𝘢. (ˢᵉᵍᵘⁿᵈᵃ ᵖᵃʳᵗᵉ) 𝘌𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘯𝘻𝘢.