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La mayoría de estos personajes son obra de J.K. Rowling

-¡Adiós mamá!- dijeron James Potter (un chico alto de cabello negro y ojos marrones, de la casa Gryffindor y capitán del equipo de quidditch. Cornamenta para sus amigos) y Sirius (un chico alto de cabello y ojos marrones, de la casa Gryffindor. Canuto para sus amigos).

Sirius se había mudado a casa de los Potter en tercer año, cuando se escapó de casa por las creencias de su familia y lo quitaron del árbol familiar. La familia Potter siempre le había acogido como un hijo más.

-¡Adiós hijos míos!- dijo la señora Potter.

James y Sirius entraron al compartimento donde siempre se sentaban los merodeadores (James, Sirius, Remus y Peter),casi todas las chicas deseaban salir con los tres primeros, dejaron sus cosas y cuando se giraron vieron a Remus (un chico alto, de cabello castaño y ojos un poco más oscuros, de la casa Gryffindor y un hombre lobo. Lunático para sus amigos) y a Peter (un chico bajito un poco regordete, de cabello y ojos castaños, de la casa Gryffindor. Colagusano para sus amigos). Los cuatro se abrazaron y se sentaron en el compartimento.
Se pusieron a hablar del verano y Sirius aprovechó para contarles la broma que le hizo a James en su cumple.

Era 12 de julio, el cumple de James, él y Sirius se levantaron a las 10 de la mañana porque la señora Potter les había despertado a causa de un montón de lechuzas que habían en el comedor.

-JAMES, YO NO ME ESPERABA TANTAS- dijo Sirius metiéndose en su papel- por cierto, ¡felicidades amigo!

-¿PORQUÉ ENVIAN TANTAS?- dijo James mientras iba cogiendo cartas- gracias Canuto.

Cuando cogieron todas y las iban leyendo, James se quedó parado con una cara horrorizada al leer una:

Querido James Potter:
Quería desearte un feliz cumpleaños y que seas el hombre más feliz del mundo porque te lo mereces, porque TE QUIERO, TE QUIERO, TE QUIERO y no me cansaré de decírtelo hasta que aceptes salir conmigo.
                                                                                De tu querido: Severus Snape.

James se la dio a Sirius aún horrorizado y él comenzó a reírse hasta caerse al suelo de la risa. Cuando pasaron unos 20 minutos y James seguía traumatizado, James llamó a un psicólogo muggle y le contó el problema, ni el psicólogo se pudo aguantar la risa, y cuando James le colgó al psicólogo, Sirius le dijo que habia sido una broma de él y James se puso a perseguirle por toda la casa.

Sirius acabó de contar la historia y Peter y Remus estaban en el suelo desternillándose de la risa y James, con una cara de "os voy a matar" tremenda.

-Hola chicos- interrumpieron Amanda Green (una chica de cabello rubio, ojos azules y cuerpo fino con curvas, era jugadora del equipo de quidditch y de la casa Gryffindor, además era amiga desde la infancia de James) y Lily Evans (una chica pelirroja, de ojos verdes y cuerpo fino con curvas al igual que Amanda, y era la mejor amiga de Remus), las dos eran envidiadas por muchas chicas.

-¿Nos podemos sentar aquí?- dijo Amanda mirando a James- esque no hay ningún compartimento libre.

-¡Claro!- dijeron los cuatro.

-Con que no vengan nuestras admiradoras celosas- dijo Sirius riendo- o admiradores en el caso de James- y los otros merodeadores estallaron en carcajadas.

Se pasaron el camino contando historias, Lily y Amanda contaron una cosa que les pasó en un supermercado muggle.

Amanda y Lily estaban buscando unos licuados, y entraron en un pasillo de neveras que estaba muy frío, Lily, estaba acostumbrada por ser hija de muggles pero Amanda no.

-¡POR MERLÍN!- chilló Amanda y todos los que se encontraban cerca se giraron para mirar a las chicas por esa expresión tan rara- ¿que tengo algo en la cara o qué?- preguntó la chica al ver que todos la miraban.

-Amanda, vámonos por favor- le susurró Lily, que estaba tan roja como su pelo.

Todos comenzaron a reírse por la historia y cuando se dieron cuenta el tren había finalizado su trayecto, así que salieron del tren con las capas puestas y se dirigieron hacia las carrozas para ir a Hogwarts donde les esperaba un banquete de bienvenida.

Estaban en el Gran Comedor cuando Dumbledore comenzó su discurso.

-Bienvenidos otro año o por primera vez a Hogwarts,- comenzó el director- espero que hayáis descansado bien las vacaciones y os hayáis divertido bastante, que hayáis madurado- dijo mirando de reojo con una sonrisa a los merodeadores y estos se rieron- y que vengáis con ganas de aprender. Tengo que informaros de que Hogwarts es ahora mismo el lugar más seguro y que hay fuerzas oscuras fuera de aquí ganando poder, su arma más poderosa sois vosotros y espero que penséis las cosas dos veces antes de hacerlas, tiempos oscuros se acercan, pero aquí intentaremos daros la mayor protección posible. ¡A disfrutar del banquete!- el director levantó los brazos y en los platos apareció comida.

-¿A qué se referirá con tiempos oscuros?- preguntó Peter asustado.

-Nah no lo sé- dijo James quitándole importancia- pero estamos en el sitio más seguro del mundo mágico, nada puede pasarnos.

-Seguro que los Slytherins tienen algo que ver- dijo Sirius mirándoles con cara de asco.

-Ya les daremos su merecido con una buena bienvenida- dijo Remus con una sonrisa.

Remus y Lily, como prefectos tenían que llevar a los de primer año a los dormitorios, Lily subió a su habitación y Remus se esperó a sus amigos para planear la broma de bienvenida, tenía que ser perfecta. No se quedaron hasta muy tarde porque querían que almenos en su primer día hubiesen dormido algo.
A la mañana siguiente James se levantó el primero de todos.

-CANUTO, COLAGUSANO, LUNÁTICO, DESPERTAROS- gritó James para que se levantaran.

-Joder Cornamenta- dijo Remus mientras se levantaba- no sé como no te quedas afónico.

James se metió en la cama con la excusa de que había acabado de cambiarse y tenía frio, se durmió.

-CORNAMENTA- chillaba Sirius.

-¿Qué ha pasado?- dijo James.

-Pues verás amigo- comenzó Peter- nos has despertado como si fuéramos soldados o algo y con la excusita de que tenías frio te has vuelto a meter en la cama y te has quedado dormido, cacho tonto.

-Joder- murmuró James.

Bajaron al Gran Comedor para desayunar y fueron a clase, para dar buena impresión el primer día, nadie se esperaba para nada la broma que les iban a hacer ese fin de semana.

Las clases pasaron bastante rápido, por ser el primer día, lo extraño es que no vieron a Sirius en la última hora, nadie sabía donde estaba.

Era la hora de la cena y Lily y Amanda estaban hablando.

-¿Entonces en navidades puedo ir a tu casa?- preguntó Lily.

-¡Claro que sí!- dijo Amanda- soy de sangre pura pero una "traidora a la sangre"- dijo con un tono de burla en las tres últimas palabras- además la sangre no importa, mis padres estarán súper contentos.

-Perfecto- dijo Lily- oye que raro que...- dejó de hablar porque todos en el Gran Comedor se callaron, las dos se giraron y vieron a James corriendo súper preocupado hacia la mesa de los profesores. Lily y Amanda se levantaron.

-¡Profesor Dumbledore, profesora McGonagall!- dijo James desesperado- Sirius Black está inconsciente en la Sala Común, Remus, Peter y yo lo hemos encontrado...- no pudo acabar porque Dumbeldore lo calló y en compañía de McGonagall fue a la torre de Gryffindor lo más rápido que pudieron. Todo el comedor se quedó en silencio y se escuchaban algunas risas provenientes de la mesa de Slytherin.
Amanda abrazó a James y Lily los acompañó, estaban subiendo escaleras mientras corrían sin saber que le habría pasado a Sirius...

James y Lily, tal vez funcione.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora