Los merodeadores con sus travesuras, Lily Evans, la perfecta prefecta con su comportamiento excepcional, y en el mundo mágico, una fuerza oscura cogiendo poder.
James y Lily estaban bajando las escaleras haciéndose bromas y riendo.
-Seguro que si yo jugara a quidditch sería mejor que tú.- le dijo Lily de broma.
-Cariño, sigue soñando.- dijo James con aires de suficiencia.
-Ya desperté hace mucho James.- dijo Lily fingiendo estar indignada- Esque no te enteras...
James la cogió en brazos y la llevó corriendo a la puerta del Gran Comedor, donde la bajó.
-¿Lista para entrar?- le preguntó James extendiéndole la mano.
-Yo nací lista.- le dijo Lily, le temblaban las manos del nerviosismo, pero le dio una a James y abrieron la puerta.
Cuando entraron todas las miradas se clavaron en ellos, en James y Lily, juntos, sin caras de odio como en los últimos 6 años, cogidos de la mano y enamorados.
-¡Esa parejitaaaa!- gritaron Sirius y Raquel, haciendo estallar a todos en carcajadas.
James y Lily fueron con sus amigos, y vieron a la pareja de Peter.
-¡Hola!- le saludóLily dándole dos besos- Marta, ¿no?- le preguntó mientras James le estrechaba la mano.
-Sí, de Hufflepuff.- dijo ella sonriente.
Marta llevaba puesto un vestido azul cielo, de tirantes tapando los pechos y juntándose en la cintura, tapada por una cinta de adornos brillantes, por debajo de esta caía la falda azul hasta los pies.
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-Muy bonito el vestido.- le dijo James.
Los chicos fueron a las mesas a coger comida y bebida.
-¿Me explicáis por qué Quejicus sigue llevando el pelo rosa?- dijo Sirius aguantándose en la mesa porque se iba a caer de la risa.
-POTTER, BLACK Y LUPIN.- gritó Snape, estaba rojo de la ira y apretaba los puños mientras los veía reírse.-¡Que coño me habéis hecho en el pelo que no se va!
-Veo que te gusta el modo Barbie.- dijo James rojo de reírse tanto.
-Tenemos la prueba de que Snivellus no se lava el pelo.- dijo Sirius sin poder mirarlo a la cara, si lo miraba tenía la sensación de que se reiría aún más.
-¿Cómo sabes eso eh Black?- dijo Snape poniéndose rojo de vergüenza, notaba sus mejillas arder, y que Lily se estuviera riendo, no le ayudaba a calmar su enfado.
-Lávate el pelo y verás como tu pelo vuelve a ser negro.- dijo Remus apoyándose en la mesa, se reía tanto que le costaba respirar.
Todos estallaron en carcajadas al oír como se iba el color del pelo, era la prueba de que Snape no se lo lavaba.
-Me las vais a pagar por esta.- dijo Snape aguantándose las ganas de matar a Potter.
-Venga Snape... pero si te acaban de hacer un favor.- dijo Amanda para luego estallar a carcajada limpia.
