Los merodeadores con sus travesuras, Lily Evans, la perfecta prefecta con su comportamiento excepcional, y en el mundo mágico, una fuerza oscura cogiendo poder.
Cuando acabaron de desayunar, las tres parejas se dividieron y fueron a celebrar el San Valentín, excepto Peter, que se fue a la Sala Común.
Remus y Raquel, no fueron a Hogsmeade, pensaban que si era un dia para pasar en pareja y en Hogwarts no se quedaba casi nadie, era mejor estar allí.
-¿Te acuerdas del otro día?- preguntó Remus- Que no te quise decir de que hablaba con James y te enfadaste.
-Sí, por cierto, estoy esperando a que me lo digas.- dijo Raquel fingiendo enfado mientras recordaba ese momento.
James y Remus estaban hablando en el Gran Comedor, nadie sabia de que hablaban pues cuando llegaba alguien se callaban y estaban murmurando. Raquel, sin pensarlo dos veces se acercó para ver si con ella también se callaban, y, cuando estaba lo bastante cerca para oír un poco de la conversación, los dos chicos se callaron.
-¿Qué os pasa?- preguntó Raquel un poco indignada.
-Nada.- dijo Remus.
-¿Por qué lo dices?- preguntó James.
-Estoy cerca de vosotros y os calláis, igual que con todos, ¿qué pasa?
-Nada.- repitió Remus, el nerviosismo se podía notar en su voz.
-Pensaba que confiábais en mí.- dijo Raquel un poco enfadada.
-No se lo hemos dicho ni a Sirius, tranquila, ya te enterarás dentro de poco.- dijo James en un intento fallido de tranquilizarla.
Raquel se fue enfadada y Remus fue tras ella para que no se enfadara.
-Pues ahora es cuando lo vas a saber.- dijo Remus.
-¿Enserio?- preguntó Raquel emocionada, quería saber que era.
-Sí, ven.- Remus la cogió de la mano y la llevó tras él.
Pasaron por muchos pasillos y Raquel se perdió, pero le daba la sensación de que estaban en la sección prohibida, porque los pasillos estaban un poco oscuros y no le sonaba haber pasado por ellos. Al final llegaron a una puerta, la cual Remus abrió y se pudo ver un paisaje hermoso.
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-Es precioso.- dijo Raquel abrazando a Remus- Muchísimas gracias.
-Esto no es lo mejor.- le dijo Remus- Ven.
Fueron hacia la casa, y cuando entraron, Raquel se dio cuenta de que Remus había decorado con fotos de ellos la habitación principal, que era gigante. Había una cama en la cual yacía un paquete, que Raquel supuso que sería su regalo.
'No me merezco a este chico, es perfecto.' pensó Raquel.
-¿Te gusta?- preguntó Remus con una sonrisa al ver la cara de asombro de Raquel.
-¿Qué si me gusta?- preguntó ella- ¡Me encanta!- dijo abalanzándose hacia él para abrazarle.
Cuando se separaron del abrazo, Remus besó a Raquel, un beso apasionado, lleno de amor.
