Ya había llegado el sábado, el tan esperado día del baile de navidad. Los merodeadores bajaron a desayunar.-De lo único que se habla ahora es del ataque a James y la expulsión de Malfoy y Bellatrix.- dijo Sirius indignado.
-Todas las miradas están sobre James,- dijo Remus- no se puede desayunar en paz.
-¿Y si vamos a la sala de los menesteres a desayunar?- propuso James incómodo-
-No creo que sea buena idea.- dijo Remus- imagínate que nos siguen. Por cierto Peter, ¿ayer, dónde estabas?
Los chicos notaron como Peter se puso nervioso, el pobre chico no estaba acostumbrado a mentir.
-Eh... bueno, ya sabéis... en las cocinas, tenía hambre.- dijo él sin mirarlos. Sirius y James le creyeron, sino ¿qué iba a estar haciendo? Pero, en cambio, Remus no le creyó del todo.
-Mira James, por ahí viene tu pelirroja.- dijo Sirius.
Lily iba hacia donde estaban los chicos, llevaba el pelo recogido en una coleta, y los ojos le brillaban de felicidad.
-¿Qué tal, chicos?- dijo Lily abrazando a Remus- Buenos días.
-Nosotros muy bien pelirroja,- dijo Sirirus- pero tú te ves muy feliz.
-Esque hoy es el baile.- dijo Lily con una sonrisa- Me muero de ganas por veros un poco arreglados y no con túnicas de Hogwarts o sudaderas, lo máximo que he podido ver a James arreglado ha sido con unos vaqueros y una camiseta.- dijo Lily riendo.
-Esque yo soy divino me ponga lo que me ponga.- dijo James con voz de pito.
Todos estuvieron riendo, luego llegaron Raquel y Amanda y se unieron a las risas, hasta que llegó la tarde, y los chicos fueron a su dormitorio, y las chicas al suyo, a arreglarse.
-¡Tengo unas ganas tremendas del baile! ¿Os gusta?- dijo Raquel señalando su vestido.
-¡Me encanta!- dijo Amanda.
-¡Es muy bonito!- dijo Lily.- ¿Os gusta el mío?- preguntó mientras les enseñaba su vestido.
-¡Es precioso!- dijo Raquel.
-Te pea mucho con tus ojos- dijo Amanda- ¿Qué os parece el mío?
-¡Me encanta!- dijo Lily.
-¡Es precioso!- dijo Raquel.
La chicas fueron duchándose una a una y poniéndose los vestidos, cuando ya acabaron, llegó la parte que no tenían planeada.
-¿Y el pelo...?- preguntó Amanda.
Al ver que Raquel también estaba preocupada porque no se había preparado nada, Lily sacó un libro de su cajón: 'Hechizos de belleza divinos'.
-Doy gracias por tener este libro.- dijo Lily yendo a la sección de peinados.
-Menos mal...- dijeron Amanda y Raquel, y fueron a la cama de Lily a ver.
-Elegid peinado.- les dijo Lily- Yo os haré el hechizo.
-Vale.- dijo Amanda- Este creo que me quedaría bien.- dijo señalando un peinado, que se recogía en una trenza floja que caía sobre su hombro izquierdo, con dos mechones de pelo por delante sueltos.
-¡Trenzus izquierdus!- dijo Lily, dejándole a Amanda el peinado que ella quería.
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James y Lily, tal vez funcione.
FantasyLos merodeadores con sus travesuras, Lily Evans, la perfecta prefecta con su comportamiento excepcional, y en el mundo mágico, una fuerza oscura cogiendo poder.