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Ya era domingo por la mañana, y James y Amanda estaban desayunando juntos, porque sus amigos seguían vistiéndose y ellos tenían hambre.

-¿Qué vamos a hacer hoy en Hogsmeade?- preguntó James.

-Iremos a la tienda de ropa que dijo Sirius,- dijo Amanda- y si te parece, luego vamos a las tres escobas.

-Por mí perfecto.- dijo James- ¿Luego de eso vamos al mirador?

-Sí, pero antes cogemos golosinas.- dijo Remus sentándose con ellos.

Los chicos ya habían bajado y se habían sentado con ellos.

-¿Y si vamos a zonko?- preguntó Peter.

-No hará falta,- dijo Sirius- por navidad me regalaron material para hacer bromas.

-Si que os dan buenos regalos, si...- dijo Amanda.

Los chicos seguían hablando sobre Hogsmeade, cuando la profesora McGonagall interrumpió su conversación.

-Disculpad chicos,- dijo la profesora- pero necesito hablar con la señorita Ross.- Raquel giró su cabeza hacia la profesora- Sus vendrán mañana a hablar con usted y el director, porfavor, cuando reciba mi lechuza, vaya a su despacho.

-¿Mis padres?- dijo la chica- Bueno, gracias por avisarme profesora.

'¿De qué me querrán hablar mis padres?' se preguntaba la chica, pero no quiso darle importancia y siguió hablando con sus amigos.

-... y entonces el gato se tiró encima de Jenna y ella rodó por las escaleras.- acababa Remus de contar una historia mientras los demás reían.

-¡Pobre Jenna!- dijo Peter entre carcajadas.

-O pobre gato...- dijo James y los demás rieron aún más.

Lily bajaba sola de la sala común para desayunar, iba convencida a pedirles perdón a sus amigos, a decirles que ella iba a ser amiga de Severus, pero que no les quería perder, que la comprendieran, pero algo, o mejor dicho alguien la interrumpió.

-Hola Lily.- dijo Snape mientras le pasaba una mano por el hombro, Lily se sintió incómoda ante ese gesto.

-Buenos días Severus.- dijo ella.

-¿Te parece si desayunas en mi mesa con mis amigos?- le preguntó él- Más que nada porque ayer te vimos sola y me dijeron que si lo necesitabas que te invitara, no piensan nada malo de ti.

-Me encantaría.- dijo ella, olvidándose de pedirle perdón a sus amigos y a su novio.

Cuando Lily y Snape entraron abrazados, todos los miraron, para luego mirar a James, quien aún no se había dado cuenta.

-¿Por qué nos miran todos?- preguntó James.

-Te mirarán a ti, James,- le dijo Sirius- te mirarán por... eso.- dijo señalando a Lily y Snape.

James se quedó atónito, roto, por un momento sintió que todo Hogwarts se le caía encima, pero eran sus fans, tan solo casi todas las chicas de Hogwarts que no tenían pareja.

'¿Evans está con Snape?' '¿Habéis roto?' '¿Necesitas un beso?' 'Creo que le quiere a Snape y no a James.' solo se oían cosas como esas.

-¡Parad!- exclamó Raquel haciendo que todas las chicas callaran.

-James y Lily no han roto, siguen juntos y no lo van a dejar, por ahora.- dijo Remus haciendo que todas las chicas se fueran.

-¡Ha dicho por ahora chicas,- chilló Sirius riendo- estad atentas, por si acaso!

-Canuto eres idiota...- murmuró James mientras reía, como todos.

Lily se había quedado un poco confusa con la multitud de chicas que habían rodeado a James, y comenzó a pensar que tal vez volver a ser amiga de Severus fue una mala idea, ella quería a James, y quería estar con sus amigos, pero ahora no podía...

Ya había pasado un rato, y estaban yendo todos a Hogsmeade.

-Chicos...- dijo James- sinceramente cuánto creéis que duraré con Lily.

-Si sigue así... poco tiempo.- dijo Sirius.

-Pero si se da cuenta de lo que está pasando y pide perdón, no creo que rompáis.- dijo Remus,

-Estamos de acuerdo con ellos.- dijeron Peter, Amanda y Raquel.

-Pues espero que se dé cuenta.- dijo James.

Ya estaban en Hogsmeade y fueron directos a la tienda de ropa.

-¡La ropa es fantástica!- exclamó Raquel al entrar.

-¡Me encanta!- dijo Amanda cogiendo un jersey gris jaspeado.

-Esto no está nada mal.- dijo James cogiendo una sudadera negra y azul cielo.

-Ves a probártela, Cornamenta.- dijo Sirius- Yo me probaré esta.- dijo cogiendo una camiseta roja.

-¿Este color os gusta?- dijo Raquel con un jersey rosa palo.

-Es fabuloso.- dijo Amanda mientras cogía una capa verde claro- ¿Os gusta?

-Me encanta. Yo creo que cogeré esto.- dijo Remus con unos pantalones vaqueros negros y una sudadera amarilla pastel.- ¿Y tú Peter?

Peter iba tan cargado de camisetas y pantalones que no podía hablar, al verlo, todos estallaron en carcajadas.

Salieron de la tienda, James se había comprado la sudadera y unos pantalones de chándal blancos; Sirius, una capa gris y unos pantalones grises; Raquel, el jersey rosa palo y una falda pegada gris; Amanda, la capa y una camiseta corta blanca; Remus, una capa azul cielo y la sudadera; y Peter, dos camisetas, una verde pastel y otra roja, una capa blanca y unos pantalones vaqueros negros.

-Si que hemos comprado si...- dijo Raquel.

-¿Vamos a las tres escobas?- preguntó James.

-¿Puedo ir con vosotros?- preguntó Lily detrás de ellos- Lo siento, no debí haberme comportado así con vosotros, porfavor perdonadme. 

Todos miraron a James, quien miró a Remus haciéndole entender que decidiera él.

-Todo el mundo comete errores.- dijo Remus- Ven que te hemos echado de menos.- dicho esto, todos se abrazaron.

Lily sonrió, realmente apreciaba a esa gente, a sus amigos, y a su novio.

-¡Al fiiiin!- dijo James riendo mientras la levantaba en el aire, para luego darle un beso, un beso apasionado, largo y lleno de amor, que Lily correspondió, haciéndole saber con ese beso lo mucho que le había echado de menos.

-Ya hecha la escenita, vamos a las tres escobas.- dijo Sirius abrazando a Lily mientras reía, y esque esa pelirroja, se había convertido como en su hermana pequeña, la apreciaba mucho, y ella sentía lo mismo hacia él.

-Ya echaba yo de menos a mi hermano mayor.- dijo Lily mientras lo abrazaba.

Fueron a las tres escobas, y todos tomaron una cerveza con mantequilla, bueno, James dos, después, fueron a Honeydukes.

-No te has quedado corto Lunático.- dijo James mientras miraba la bolsa de Remus, bueno las bolsas, llevaba tres, llenas de chocolate.

-Anda que tú...- dijo Remus- llevas una entera de plumas de azúcar y tres cajas de grageas.

-Peter nos gana a todos.- dijo Lily con los ojos abiertos en exceso, mirando a Peter, que llevaba 5 bolsas llenas de caramelos.

-Sino luego se me acaban...- se excusó Peter mentras notaba calor en sus mejillas.

-Eso se lo acaba en dos días.- dijo Sirius haciendo que todos rieran.

Acabaron de comprar golosinas, y fueron al mirador, donde se quedaron en silencio, no era un silencio incómodo, tan solo estaban disfrutando dela compañía de sus amigos, pensando en ellos, en lo mucho que valía estar cerca de ellos.


James y Lily, tal vez funcione.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora