Capitulo 3

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León regresa a la comisaría pensativo, su hijo le había regalado una sonrisa. No cualquier sonrisa una sonrisa de pura felicidad, el quería entender, saber cuál era la causa de la sonrisa de su hijo. ¿Habría encontrado nuevos amigos? ¿Le gustaba la escuela? ¿Estaba a punto de entrar a su lección favorita? Sus pensamientos lo llevaron muy lejos de su oficina, a un tiempo, a un lugar cuando el y su hijo eran felices. Dónde una mujer le daba la alegría con tan solo una palabra, una mujer que su sonrisa te brinda toda la paz necesaria. Sus ojos que son idénticos al mar, se humedecen al dejar que los recuerdos encuentren su morada en sus pensamientos. Karen entra a la oficina de León con unos archivos en su regazo, su sonrisa deja en evidencia que trae buenas noticias.

-Vidal nos a aprobado intervenir en el caso de la muerte de Alfonso Cabral y su hijo. - dice Karen entregándole los archivos a León. - Es un caso en la cual siempre me pareció que hay mas de lo que se aparenta.- continua Karen mientras León verifica los archivos.

-Dice en los archivos que el caso fue cerrado como suicidio- León continúa revisando los archivos pero los echos no cuadran con las pruebas encontradas en la escena del crimen. -Dice que el arma homicida estaba en la mano de su hijo, pero la distancia de el disparo no cuadra con la de los cuerpos- continua León - Algo no esta bien aquí, investígame a estas dos personas necesitamos toda la información para encontrar conexiones al por que mato a su hijo y decide suicidarse. Dudo que esa fue la razón este caso sera interesante-

-A la orden, jefe- Karen contesta tomando los archivos para comenzar la investigación dejando nuevamente en la soledad a León y sus pensamientos.

El final del día para ella es detestable, despedirse de sus estudiante siempre se le hacia tan complicado. Ellos eran los únicos que la hacían sentir viva, ya sea enojada o feliz, pero viva. Su trabajo era su vida, ese pequeño salon que le permitía olvidar ese pasado que la atormentaba, esa niña de ojos marrones que la perseguían. Altagracia se despide de los niños cada uno le da un beso en la mejilla a su maestra mientras que Ángel no, sus ojos húmedos la miran intensamente suplicándole que no le deje.

-Mañana te veré mi Ángel, ya veras la pasaremos super te lo prometo- Ángel deja que una lagrima encuentre su libertad entre sus mejillas mientras la abraza con fuerza. Tenia miedo, que ella igual que su madre quisiera volar, que ella al igual que su madre sea arrebatada de sus brazos. Altagracia lo abraza con la misma fuerza y le susurra en el oido dulcemente

-El presente es un regalo Ángel, no dejes que el pasado te destruya.- Ángel le da un beso en la mejilla su pequeño cuerpo se separa de su maestra e con un ultimo despido se alejó.

Altagracia ve como Ángel se aleja, es como si su alma se esfuma con él. Ella siente sus lágrimas apunto de ser liberadas, ella no permite que tengan libertad en un lugar tan publico. Se re incorpora en su acto diario, toma sus pertenencias y hace su camino hasta su auto. En el camino a su hogar deja que las lagrimas tomen la libertad que exigían. Altagracia nunca a tenido una confección tan inexplicable para ella, tan grande, desconocida, tan bella. Ella no era de las maestra que tenia estudiantes favoritos, pero angel se robo su corazón en tan solo unos minutos de conocerlo. Tenía tantas ganas de protegerlo de hacerlo sentir feliz, de abrazarlo tan fuerte que todos los pedazos se unieran nuevamente, que esos ojos color océano no tenga ni una sola gota de tristeza. Sus pensamientos la acompañaron hasta su morada, al llegar ve unos autos desconocidos en el estacionamiento. Su cuerpo automáticamente se tensa, su caminar se vuelve lento e calculador. Suavemente ve su puerta sin su usual cerradura e su cuerpo crea un sentimiento de alarma. Al abrir la puerta suavemente la invade un olor a comida delicioso e su cuerpo se libera de cualquier tension, mira al rededor por el rostro anhelado.

-¡TÍA!- Isabela grita con emoción al ver a su tia, Altagracia corre al encuentro de los brazos de su sobrina.

-¡Isabela como te he extrañado! ¿Cómo estás mi vida? Me imagino que mi hermana esta en la cocina ¿y tu papá?- dice sonriendo mientras abrazaba a su querida sobrina.

-Mamá esta en la cocina, Papá ya sabes esta en el despacho.- dice Isabela tomando a su tia de la mano y guiándola hacia la cocina.

-¡Regina!- Altagracia dice con una sonrisa, estaba tan contenta de tener a su familia ya en casa.

Al escuchar su nombre Regina deja caer todo e corre hacia el encuentro donde su hermana la espera. Dos hermanas por fin unidas después de tantos años de distancia, después de tanto sufrimiento ya por fin en casa.

-Te extrañé como no tienes idea, nunca antes hemos estado tan separadas- dice Regina mientras se separa de los brazos de su hermana mayor.

-Yo también te he extrañado muchísimo, como vivir sin mi hermanita- dice Altagracia mientras despeina a su hermana generando en ella una risa sarcástica –Voy a saludar a tu querido esposo- dice alejándose con una sonrisa triunfadora.

Altagracia camina hasta el despacho que ahora compartiría con su cuñado, no seria lo único que compartirían, ellos comparten mucho mas que un despacho. -Hola Daniel- su voz se vuelve honda, desconocida para cualquiera que no conoce su pasado. Con Daniel no se tenia que ocultar, el sabia cada espacio de su pasado.

-Altagracia, por fin- Daniel se pone de pie la toma en sus brazos por un corto periodo de tiempo. -No estaremos mas de una semana aquí pero tenia que verte tenemos un problema.- dice Daniel mientras le muestra a Altagracia unos documentos. -Navarrete sigue quitándonos cliente si seguimos así la empresa comenzara a tener perdidas irremediables.- Daniel le muestra mas estadísticas.
-Daniel pueden quedarse el tiempo que quieran y te preocupas demasiado en la cuidad de México tenemos muchos clientes, en estados unidos y pronto en Brasil. Si te preocupa tanto como dices comienza a hace proyectos pequeños que a la larga serán beneficiosos.- Altagracia continua explicándole como conseguir mas clientes para la constructora Sandoval.

-Por que no regresas a la constructora, no puedo decirte que los empleados te extrañan pero nosotros, tu familia si lo hacemos.- Daniel dice interrumpiendo a Altagracia.

-Ya no es algo que quiero hacer, mi vida dio un giro después de la muerte de Saúl y...- su mirada perdió su rumbó nuevamente y sus labios automáticamente continuan diciendo.-ademas tu manejas la empresa muy bien sin mi.- Daniel sonríe y le besa la frente a su cuñada.

-No puedes esconderte por siempre la verdad saldrá a la luz Altagracia- responde Daniel mirando a los verdosos ojos perdidos en el horizonte.

-No me escondo en cambio se de otros que si lo hacen. - dice Altagracia mientras lo fulmina con su mirada. –Además no tengo por que esconderme, en cambio no puedo decir lo mismo de ti- Altagracia lo mira desafinadamente.

El cuerpo de Daniel se tensa mientras los recuerdos del pasado vuelven a sus pensamientos.

–Sabes que todo lo hice para salvarte a ti y a tu hermana- dice Daniel en su voz se notaba.

-Lo sé y te lo agradezco, pero no me sigas atormentando con el pasado, no lo necesito- contesta Altagracia caminando hacia la puerta, su vida o sus decisiones no estaban a discusión de nadie ni siquiera a el hombre que salvo la vida de su hermana.

NOTA DEL AUTOR ✨
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