Capitulo 9

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Sus días comenzaron con un encuentro que  los dejo a los dos con cuerpos exigiendo más de ese calor que cada uno les brindaba. León acompaño a Altagracia a la entrada de la escuela, el silencio entre ellos en ningún momento fue incomodo, siempre fue agradable. Sentir la presencia de Altagracia a su lado le hacía sentir un cosquilleo extraño que hace años no sentía, que creía a ver olvidado desde que su esposa falleció. Mientras caminaban en ese silencio león no podía evitar mirarla en momentos su mirada dejaba que explorara su cuerpo, su rostro e su postura. Ella al caminar se adueñaba del lugar, todo hombre que la veía al pasar la admiraba por unos segundos y luego desviaban la mirada. Era como si le tuvieran miedo, si él era sincero a él también su belleza le intimidaba, quien era el para caminar junto a una diosa.

Al llegar a su destino ella con una pequeña sonrisa le dice un –Gracias- se aleja hacia ese camino en el cual león no puede acompañarla. León la Observa alejarse e nota ese pequeño meneo de caderas al caminar que lo hipnotiza de tal manera que aunque ella ya estaba fuera del alcance de su mirada el solo permanecía en ese lugar esperando que en cualquier momento ella volvería. Le costó mucho volver en si e retomar el camino hacia su empleo, el agradecía que la comisaria estaba tan cercana a la escuela. En el camino el solo podía pensar en Altagracia y en el porqué de sus acciones, no todas las mujeres tienen el valor de apuntarte con un arma y él podía jurar que esta no era la primera vez que ella la utilizaba. El seguía pensando en la postura de Altagracia como las manos de ella se apoyaban en sus brazos, su cuerpo entraba a su oficina pero su mente continuaba en esa calle donde ese había encontrado con la diosa. Karen se hace notar en su oficina con unas carpetas en sus delgados brazos.

-he encontrado una pista en el caso de los Cabral, cuando Saúl demando a Rafael el al mismo tiempo hizo lo mismo con otros hombres con la misma ofensa.- Karen abre la carpeta e le muestra a león fotos de cada hombre. –Alejandro céspedes, Miguel preciado y francisco vega. Todos ellos fueron acusados por abuso sexual a una menor anónima.-  También descubrí que todos ellos estudiaban junto Rafael Cabral eran muy amigos. Alguna conexión tiene que tener-

-¿te llegaron todos los expedientes de estos casos desde Veracruz?- pregunta león  mientras le echa un vistazo  a la carpeta.

-SI, también Obtuve permiso de las autoridades para ir a investigar la casa de Saúl. – Karen responde

-¿la casa de Saúl?-

-Está intacta, su esposa nunca quiso volver a esa casa pero jamás se deshizo de ella. Con suerte encontraremos huellas o alguna pista sobre lo sucedido. Si nos vamos ahorita podremos llegar a tiempo para que recojas a Ángel.-

-Pues que estamos esperando vámonos- León toma sus cosas y junto a Karen se encaminan a una patrulla.

Ángel no podía dejar de mirar a su maestra, se veía bellísima, su sonrisa hacía que él se sintiera bien, en paz y feliz. Ella explicaba las ecuaciones matemáticas con gracia las hacía ver fácil por unos momentos. Pronto la hora del recreo había llegado, Altagracia se despedía de todos los estudiantes mientras que Ángel toma su mano dejándole saber a ella con un solo toque que él no la dejaría sola. El camino de la mano con ella, lo llevo a la cafetería y compartió su almuerzo con él. Ángel se alegró de ver que ella debajo de su vestido mostaza podía notar la forma de una cadena, la cual ella no se había quitado desde que Ángel se la ofreció. –Te gusta la comida mi Ángel- Dice Altagracia mirando con una sonrisa.- mañana te devolverá la camiseta lavada y la cadena- ella nota como la mirada de Ángel se posa en el suelo y escucha una voz desconocida.

-No, yo quiero que te las quedes.- dice Ángel con ojos llorosos.

-¡Ángel! Haz hablado- Altagracia se cerca de él y toma sus pequeñas manitas – Que feliz me hace escuchar tu voz hermosa mi cielo- su sonrisa hizo que Ángel posara su mirada en la de ella.

-Quiero que te quedes con la cadena Señorita Altagracia- dice Ángel tímidamente

-pero era de tu mama, ¿no deseas tenerla?-  dice Altagracia acariciando la mejilla del niño.

-Esa cadena no es ella, es solo un objeto no me la dará de vuelta- dice Ángel –además ella hubiera querido que la tuviera la persona que me ha hecho feliz nuevamente- Altagracia toma la el rostro de Ángel en sus manos y atrae su frente hacia sus labios.

-tú me devolviste la vida, mi Ángel- Altagracia le sonríe mientras ve en esos ojos azules una nueva esperanza.

La casa de Saúl estaba tal como Karen la recordaba, con sus vivos colores e plantas de todo tipo en cada rincón de los balcones. Ella podía ver a una niña que correteaba con Saúl por el patio mientras ella estacionaba el auto y ante sus ojos el vivo recuerdo tomo posesión de sus sentidos.

-¡Mónica deja de correr! Tu tía Karen acaba de llegar- Saúl decía mientras reía al ver una pequeña copia de su mujer.

-¡Hola Tía Karen!- dice Mónica con una sonrisa de oreja a oreja.

-Hola chiquita, ya veo que te estas divirtiendo con tu papa.-

-Si mami está en la cocina preparando comida para todos.-

-ya niña vaya con su madre que la tiene que estar esperando- dice Saúl besando su frente y ve como el pequeño cuerpo se aleja.

-Karen ¿estás bien?- león posa una mano amistosa en los hombros de Karen viendo como una pequeña lagrima se había escapado de su ojo derecho.

-Si vamos- Karen se baja de su auto dejando que su mano repose en su arma.

León con su mirada explora todo el patio, todavía podías ver juguetes en el suelo que con el tiempo se habían deteriorado. Al entrar a la casa león se sorprendió todo estaba impecable el polvo adornaba todos los muebles e decoraciones. El suelo tenía huelas de botas marcadas por sangre, león con la mirada se asegura que Karen este bien pero al ver la se siente impotente. Ella deja que sus pies la guíen hasta la habitación donde su mejor amigo y su hija habían perdido la vida. El armario donde habían construido una habitación para proteger a su mujer y a su hija abierta con pequeñas gotas de sangre que los forenses no habían notado.  León examina todo el lugar se notaba que un forcejeo había ocurrido en ese lugar, pedazos de cristal por todas partes y una fotografía de la familia en el suelo. León la toma dejando que el cristal que yacía en ella callera al suelo, una niña con dos coletas color marrón claro e una sonrisa que adornaba su rostro era el centro de la foto, a su lado derecho estaba un hombre que sonreía pero su mirada estaba fijada en la mujer rubia que besaba la mejilla de su hija. León seguía observando esa fotografía algo de esa mujer le parecía conocido.

-León, he encontrado algo ven a ver.- Karen se había a adelantado a revisar el escritorio de Saúl encontrando recortes que se encuentran en periódicos, todos eran de diferentes victimas de feminicidio. –me acuerdo de estos recortes él se había infiltrado en la casa de miguel preciado donde encontró todo esto. Él sabía que no lo podía utilizar como prueba en un juicio pero encontró otras víctimas que con sus declaraciones lo podría hundir.

-interesante- León contesto mientras verificaba cada caso en esos periódicos –El más cercano a la fecha fue hace 15 años por lo que dice en este recorte.-

-por alguna razón ese recorte a Saúl siempre le afectaba, cuando me los mostro note exactamente lo mismo que tú y el me prohibió hablar de esto cuando su mujer estaba cerca.- decía Karen mientras se adentraba a la habitación matrimonial para investigar algunas posible pruebas. León no dejaba de pensar en esas palabras de Karen mientras que examinaba la foto que encontró en el suelo y el recorte de periódico originado en una noche de carnaval.

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Tw: paolamarieetc

Este capitulo es dedicado a mis bebes, grace, ori, angie y alex <3

Una segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora