Eunice Lara espera mirando hacia la ventana de su oficina, el sol alumbraba hasta los lugares más oscuros de la cuidad. Echaba de menos a Colombia pero no cambiaba los amaneceres tan agitados de la ciudad de México. Eunice escucha la puerta de su oficina abrirse, la presencia de su socia se hace sentir. Ella nunca ha entendido como con su presencia hacía sentir a Eunice tranquila, como si sus paredes de mujer recta se desasían y podía ser la misma mujer que solo sabía cómo navegarse en el los negocios del bajo mundo. Altagracia deja caer su cuerpo en una de las sillas cercanas al escritorio de su actual directora, Eunice no deja que su mirada se mueva de ese día tan espectacular que dios le había regalado.-Altagracia, gracias por darnos el gusto de tu presencia- dice Eunice con una sonrisa irónica.
-Que quieres Felina, no tengo todo el día, hay niños a quienes tengo que educar.- Altagracia contesta mientras se retoca el labial color cereza.
-Altagracia cada Día que pasa pierdo más dinero. ¿Cuándo van a estar listos los spas?- La mirada de Eunice se desvía hacia su socia.
-Mi cuñado me dijo que en unas semanas tendrás 2 spas abiertos para lavar dinero a tus anchas- dice mientras saca de su bolso papeles doblados- estos son los bocetos de los próximos que se construirán alrededor de la republica además de escuelas por supuesto-
-Me preocupa lo que paso ayer Altagracia- dice Eunice dejando a un lado los bocetos, su cuerpo se acerca a su socia diciendo –León contreras en un policía muy reconocido, no quiero que nos perjudique-
-Lo que paso ayer fue un estúpido acto de sentimentalismo felina no me digas que te estas acobardando ahora- Altagracia se levanta haciéndole frente a su socia.
-A mi nada me acobarda Altagracia no te equivoques, pero él puede hacer que se nos vaya todo a Carajo- Eunice y Altagracia unen sus miradas en un juego de fieras.
-De León contreras me encargo yo, tu solo encárgate de lavar nuestro dinero. No quiero cabos sueltos felina sé que puedo contentar contigo.- La mira esmeralda se desvía e el cuerpo de Altagracia camina hacia la puerta. – ¿Eso era toda señora Lares?-
-sí, señorita Sandoval mucho cuidado con ese hombre. No deseo más escándalos en mi escuela me escucho- dice asegurándose que su secretaria Renata escuchara.
-Entendido- dice Altagracia dando se la vuelta encaminándose a su aula de clases.
Eunice retoma la posición anterior, ella sabía que podía confiar en Altagracia ella tenía muchos aliados y socios. Ella igual que Eunice se hundió en esta profesión para escapar de una realidad aunque sea por unas horas del día. Ver las caras de esos niños que a las dos le arrebataron sin ningún remordimiento, la vida se ha empeñado en hacerle ver a las dos mujeres que nunca serán felices.
La habitación de Saúl era grande, el sol entraba por las ventanas e iluminaba todo mueble lleno de polvo. León podía imaginarse lo hermosa que era esa casa, aun en las ruinas en las que estaba todavía tenía ese ambiente familiar, esa belleza rustica que caracterizaba a las casas de Veracruz. Karen continuaba buscando pruebas en los cajones de la antigua pareja, mientras que león seguía los rastros de forcejeo. Algunos comenzaban en la cocina hasta el despacho donde la habitación secreta se ubicaba, no había más pruebas de forcejeo en toda la casa de nuevo león saca las fotografías de los forenses donde ve el cuerpo de una niña en el suelo el cuerpo de su padre junto al de ella y una melena rubia que sujetaba la mano de la niña en el suelo.
-León encontré esto en uno de los cajones.- Karen le muestra un pequeño libro en la portada tenía 3 letras bordas, A + S. león abre el libro y junto a Karen leen una dedicatoria de Saúl a su Esposa.
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Una segunda Oportunidad
RomanceDespués de una vida llena de tragedia Altagracia Sandoval conoce a un angel que la guía a una segunda oportunidad.